Hasta Santa Juana llegó el viernes el director de INDAP Biobío, Andrés Castillo, junto a los jefes de Operaciones y del Área Concepción del servicio,  Juan Hermosilla y Loreto Merino, para entregar bonos compensatorios para recuperación de infraestructura e insumos a 51 familias campesinas afectadas por los incendios forestales.

La entrega, que contó con la participación del alcalde local, Ángel Castro, se efectuó en el Salón Parroquial de la comuna y benefició a pequeños productores de los sectores más afectados por los siniestros: Curalí, Curamávida y Colico Alto.

Andrés Castillo destacó que este incentivo busca paliar en parte las pérdidas de inversiones de los agricultores. “Estos recursos les van a ayudar a comenzar nuevamente, y si bien será un proceso gradual no los dejaremos solos. Por el contrario, vamos a seguir apoyándolos junto al gobierno y la municipalidad para que vuelvan a levantarse”, afirmó.

Añadió que este bono se suma a las 60 toneladas de alimento concentrado entregadas el pasado 31 de enero y a otros 1.000 fardos de forraje que se gestionaron.

El alcalde Ángel Castro valoró el apoyo de INDAP y el compromiso del Ministerio de Agricultura de seguir apoyando a los campesinos afectados a través de otras iniciativas, con el propósito de que puedan reactivar sus predios.

Emilio Hidalgo, productor vitivinícola de Colico Alto y usuario del Prodesal INDAP Santa Juana, quien junto a su esposa Alejandra Burdiles vio arder sus viñas, cercos y empastadas, dijo que “con este millón de pesos, que viene caído del cielo, podremos comprar insumos para cercar y delimitar lo que tenemos, reparar infraestructura y comprar lo que sea más urgente”.

Con tecnología de precisión de drones, INDAP está levantando información sobre los predios y canales dañados en los sectores de El Tambo, Chollay y Quebrada de Colpe. La acción busca tener un catastro certero para las labores de despeje de lodo y limpieza de bocatomas en comunidades de pequeños regantes afectadas por los recientes aluviones ocurridos en Atacama.

“Ésta es primera vez que un servicio público está usando tecnología de precisión para dimensionar daños y pérdidas, pero también para tener un panorama preciso de la cantidad de lodo y estado de la topografía de los terrenos de los agricultores afectados por los aluviones. Esta información nos ahorra días de trabajo y es un insumo para la planificación de ayudas que como Gobierno estamos realizando”, afirmó Leonardo Gros Pérez, director de INDAP Atacama.

Añadió que la información obtenida también servirá como una línea de base para tomar futuras decisiones de inversión y tener un control más objetivo de las dimensiones de catástrofes como ésta. “El cambio climático llegó para quedarse y Atacama no es la excepción a la regla. Esto nos obliga a los servicios públicos a contar con un sistema que tenga una respuesta rápida frente a una emergencia de magnitud mayor”, apuntó.

A la fecha INDAP ha entregado 430 fardos de alfalfa y 18 sacos de pellets para los pequeños crianceros y ganaderos de la región: 110 fardos en el valle de Copiapó (específicamente en los sectores San Luis, Vega Redonda, La Puerta, La Cebolla, Pastos Grandes) y 320 en las localidades afectadas de la comuna de Alto del Carmen (La Plata, El Colpe, Conay, El Corral, Junta Valeriano, Chollay, Pachuy, El Canuto).

Por otro lado, se han instalado 16 motobombas, que han permitido entregar el recurso hídrico a los agricultores de zonas afectadas mientras se trabaja de manera paralela con la Comisión Nacional de Riego (CNR) para recomponer la conducción del recurso por la red de canales.

Un total de cuatro camiones cargados con 1.300 fardos de forraje, 110 sacos de papas y 50 sacos de trigo y avena fueron donados por las comunidades indígenas Rayen, Hueche y Antonio Aniñir, de la comuna de Los Álamos; Ignacio Catrileo y Pascual Coña, de Cañete; y Lorenzo Pilquimán, de Tirúa, a los agricultores afectados por los incendios forestales de Quirihue y Portezuelo, en la misma Región del Biobío.

Las máquinas con la ayuda, dos para Portezuelo y dos para Quirihue, fueron acompañadas por el jefe (s) del Área Cañete de INDAP, Héctor Álvarez; el presidente del Comité de esta agencia, Julio Mora; el longko de la comuna José Lepicheo, dirigentes mapuche y lafkenche e integrantes de las comunidades que quisieron ir personalmente a dejar su aporte a la Provincia de Ñuble.

Según Héctor Álvarez, esta iniciativa fue coordinada con el apoyo de la Gobernación de Arauco, la Seremi de Desarrollo Social, Conadi e INDAP, que no sólo acompañó a los agricultores en este viaje, sino que además financió los camiones para el traslado.

Añadió que “es notable lo que hicieron las comunidades indígenas, ya que demuestran que están preocupadas por lo que acontece en el resto de la región y que los incendios forestales que han afectado a más de 1. 400 familias campesinas vinculadas a INDAP en el Biobío no les son indiferentes”.

A su llegada a Portezuelo, fueron recibidos por el alcalde René Schuffeneger, el jefe del Área Chillán de INDAP, Carlos Ruiz, y agricultores de la comuna. Allí, el longko José Lepicheo, explicó a los presentes que “venimos a ayudar a los hermanos afectados por los incendios”, tras lo cual se realizó una ceremonia de agradecimiento por la buena recepción del cargamento y un retorno sin novedad a sus comunidades.

Mientras esto ocurría en Portezuelo, en Quirihue los campesinos afectados por los siniestros también daban las gracias por la ayuda de sus hermanos indígenas.

En la capilla Nuestra Señora del Carmen de Lihueimo, comuna de Palmilla, Región de O’Higgins, con una nutrida presencia de la comunidad local y representantes del mundo de la cultura y la artesanía de nuestro país, se realizó este viernes al mediodía el último adiós a la destacada alfarera Haydeé Paredes González.

El deceso de quien fuera reconocida en vida con el Sello de Excelencia a la Artesanía (2011) y el Premio Maestra Artesana Tradicional (2015) -además de ser incluida en el Programa de Tesoros Humanos Vivos (2013)- se produjo el jueves producto de una grave enfermedad que la aquejaba desde hace poco tiempo.

Haydeé Paredes trabajaba en greda desde los 9 años, cuando decidió seguir los pasos de su madre, Ana González, y confeccionó sus primeros pesebres. “Éramos siete hermanos y la única que aprendió a hacer la greda fui yo”, contó en un video para el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, cuando recibió el premio Maestra Artesana Tradicional.

Fiel heredera de la tradición de las mujeres de campo, mientras hacía sus platos en greda también aprovechaba de moldear pollitos, gallos y otros animales que luego se regalaban a los pequeños y se llevaban de ofrenda a la Novena del niño Dios.

Con el tiempo, e incentivada por María Mackenna de Errázuriz, fundadora del centro de madres María Josefa Errázuriz, la artesana buscó dar su propia identidad a las figuras, retratando escenas de la vida de campo, además de temas costumbristas y religiosos. Cada figura era hecha a mano, sin moldes ni repetición, logrando piezas exclusivas y auténticas, únicas y personales.

La greda que ocupaba en sus artesanías era extraída de vetas de la misma zona donde vivía -actividad que realizaba junto a su marido- y la pintaba con pigmentos naturales. Su legado no solo son sus piezas figurativas, sino el haber traspasado su conocimiento a través de talleres que realizó en Lihueimo, su tierra, y otros lugares donde fue invitada a exponer.

Usuaria de INDAP, Haydeé Paredes participó con su arte popular en las Muestras de Artesanía UC, desde donde muchas de las figuras y escenas de su imaginario campesino salieron al resto de Chile y al extranjero. 

Un 91% de los pequeños agricultores afectados por los incendios forestales en las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío ya ha recibido atención por parte del Ministerio de Agricultura, que a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) entregó un bono de recuperación productiva de hasta un millón de pesos para reponer cercos, mangueras y colmenas. A esto se suma el reparto de fardos de forraje y cubos de alfalfa para quienes poseen animales, y de fructosa en el caso de los apicultores.

El balance de la emergencia agrícola lo realizó el ministro de Agricultura, Carlos Furche, quien junto al subsecretario del ramo, Claudio Ternicier, y al director nacional de INDAP, Octavio Sotomayor, detalló que en estas tres regiones se ha entregado ayuda a 3.234 productores de los 3.539 que fueron catastrados hasta la fecha.

 “De los pequeños agricultores afectados hemos atendido a más del 90% a través de diversos instrumentos como el bono compensatorio entregado por INDAP de $1.000.000, parejo para todos. También se están entregando más de 20 mil fardos de forraje a ovinos, caprinos y bovinos, de acuerdo al número de animales que declare cada agricultor. Por eso, buena parte del apoyo del Ministerio ha sido a quienes han perdido sus condiciones de alimentar el ganado, eso es básicamente en las regiones de O´Higgins y del Maule, y en menor medida Biobío”, afirmó.

Las autoridades informaron que el catastro muestra que son 365 mil hectáreas las afectadas potencialmente por los incendios, pero se está precisando en terreno si es pérdida total o parcial. De esa superficie, la mitad corresponde a plantaciones forestales, con una extensión de 100 mil hectáreas pertenecientes a grandes empresas, y de casi 50 mil cuyos dueños son pequeños forestales con terrenos inferiores a 200 hectáreas o menos.

Otro grave daño ha sido la quema de forraje y pastos, razón por la cual el Ministerio comenzó a entregar alimentación animal apenas iniciada la emergencia. “Este apoyo lo concentramos a través de INDAP en los pequeños agricultores, que fueron los más afectados”, apuntó.

En relación a la superficie estrictamente agrícola afectada, el ministro Furche precisó que “en el caso de la fruticultura hemos contabilizado más o menos 400 hectáreas con daños, estoy hablando de olivos, arándanos, cerezos, berries y avellano europeo en las tres regiones más afectadas por el incendio. Este es un daño grave para el que lo sufrió, no lo quiero minimizar, pero 400 hectáreas, en términos de la superficie frutícola del país, que alcanza las 320 mil hectáreas, es poco. Algo similar se puede decir respecto de las viñas: en Chile hay 130 mil hectáreas de viñas y se quemaron 110. Con esto quiero decir que, desde el punto de vista de la agricultura, el daño es menor”.

Una muestra de lo mejor de la producción campesina local tuvo la segunda versión de la Feria Costumbrista 2017 del Valle de Ocoa, que convocó a más de 30 expositores de la comuna de Hijuelas, entre los que destacaron usuarios de los programas Prodesal y SAT de INDAP con hortalizas, apicultura, hierbas medicinales y agroturismo, entre otros emprendimientos.

La iniciativa, organizada por la Cámara de Turismo de Hijuelas, con apoyo de INDAP, la Gobernación de Quillota y el municipio local, tuvo entre sus principales objetivos mejorar la comercialización de los productores de la Agricultura Familiar Campesina, así como potenciar el turismo rural y de paso ir al rescate de las tradiciones de la zona. 

Uno de los asistentes a la feria, referente del turismo rural de la zona, fue el agricultor Dimas Cuevas, con su emprendimiento de agroturismo Quincho Las Rosas, quien solo tuvo elogios para esta iniciativa: “Fue espectacular, les fue bien a todos los expositores. Hubo un 70 por ciento más de ventas que el año pasado y mucha gente. Por mi parte, vendí todas mis sandías, melones y porotos verdes. Llegué con mi camioneta llena y me la llevé vacía”.

La Feria Costumbrista del Valle de Ocoa, que se realizó durante el fin de semana recién pasado en la cancha del Club Deportivo Estrella de Ocoa, en el sector Los Maitenes, congregó a más de 1500 personas que disfrutaron de un patio de comidas, juegos campesinos, música folclórica, desfile de trajes típicos y talleres, entre otros atractivos.

El director (s) de INDAP Valparaíso, Álvaro Díaz, dijo que “con estas ferias estamos potenciando las cadenas cortas de comercialización. INDAP ya tiene recursos comprometidos para apoyar este tipo de iniciativas, lo que permitirá fortalecerlas e incluso convocar a nuevos integrantes. La idea es que puedan mejorar su capacidad productiva y comercial y de paso su calidad de vida”.

Una exitosa labor conjunta para asegurar el poblamiento de peces gambusias en estanques agrícolas destinados al riego, y así fortalecer en los valles costeros el control natural del mosquito Aedes Aegypti -principal vector del dengue, la fiebre amarilla y el zika-, fue desarrollada por los equipos profesionales de INDAP y la Seremi de Salud en el Valle de Lluta.

El trabajo forma parte de los compromisos institucionales adquiridos por INDAP con la autoridad sanitaria en el marco de la Mesa Intersectorial Regional Aedes Aegypti que funciona en Arica y Parinacota.

En una primera etapa, las gambusias, también conocidas como peces mosquito, fueron extraídas desde el estanque de riego del agricultor Miguel Mamani Crispín, en el kilómetro 19 de Lluta, “ya que en ese lugar los peces presentan características de tamaño y crecimiento favorables, lo que nos permite afirmar con mayor seguridad el éxito de su reproducción en los  ecosistemas a los cuales fueron trasladados”, explicó Tommy Rioja Soto, ingeniero agrónomo, doctor en ciencias de la agricultura de la Pontificia Universidad Católica de Chile y profesional de INDAP.

Posteriormente, el equipo trasladó los peces en contenedores especiales hacia otros estanques del valle, donde fueron depositados con ayuda de los propios agricultores, quienes se mostraron muy interesados en conocer los beneficios de contar con estas especies en sus instalaciones, por lo que recibieron una breve capacitación en terreno de los profesionales de la Unidad de Control de Aedes Aegypti de la Seremi de Salud.

La gambusia affinis es un pequeño pez de la familia de los pecílidos, del orden de los ciprinodontiformes, originario del sur y este de Norteamérica, el que fue introducido a nuestro país desde la década del 40 por su notable capacidad para el control biológico de los mosquitos.

“Esta visita al Valle de Lluta corresponde a la primera de una serie de salidas a terreno que haremos como autoridad sanitaria a los valles costeros en el marco de la Mesa Intersectorial, lo que nos permitirá fortalecer el trabajo técnico de control a través de las gambusias que hoy entregamos, y al mismo tiempo informar y educar a los agricultores en la detección y control del mosquito”, puntualizó Giovanna Calle Capuma, seremi de Salud.

La Mesa Intersectorial Regional Aedes Aegypti es liderada por la Seremi de Salud y está conformada por INDAP, el Servicio de Salud Arica, el SAG, INIA Ururi, Minvu, Subdere, la Dirección de Aeronáutica Civil y las seremis de Educación, Transportes y Obras Públicas.

Desde el primer momento en que se registró la emergencia agrícola en la Región del Maule, el gobierno se desplegó en terreno a través del ministerio de Agricultura e INDAP para realizar el catastro de los productores afectados y del daño que sufrió cada uno. Este ejercicio permitió detectar que una de las principales necesidades era el alimento para los animales que lograron ser rescatados, ya que el fuego consumió praderas y en muchos casos el forraje almacenado.

Jairo Ibarra, director de INDAP Maule, dijo que la entrega de forraje fue una de las medidas inmediatas que se ejecutaron y se inició incluso cuando el fuego aún no estaba controlado. “A la fecha hemos entregado cerca de 16.000 fardos en las distintas comunas de la región que están afectadas por la emergencia, proceso que continuaremos para asegurar la alimentación de los animales hasta contar con nuevas praderas”.

En la región hoy hay 1.2.78 agricultores catastrados con daños de distinta consideración, de los cuales 725 han recibido forraje, 68 estanques y algunas mangueras para transportar el agua.

Ibarra precisó que la semana pasada se inició también la entrega del Incentivo de Financiamiento Compensatorio, “que es un bono que el gobierno está otorgando a cada uno de los agricultores afectados por los incendios por un monto de $1 millón de pesos, para que puedan adquirir las cosas más urgentes que les permitan ir recuperando su capacidad productiva y otras necesidades”.

Ya se entregaron bonos a los agricultores de las comunas de Cauquenes, Empedrado, Constitución, Licantén, Hualañé, Vichuquén, Maule, San Javier y este viernes se entregarán en Curepto, con cerca de 720 agricultores beneficiados.

Ibarra dijo que el Gobierno continuará trabajando para lograr que los pequeños agricultores puedan retomar lo antes posible sus actividades normales en el campo. “En una segunda etapa vamos a generar otros instrumentos que permitan rehabilitar las unidades productivas y estamos trabajando con nuestros programas de suelos y de praderas suplementarias para dotar a los agricultores de forraje natural, cercos y otros elementos que les serán de utilidad y flexibilizando nuestros instrumentos de crédito”, expresó.

Una sala de almacenaje para una producción que supera los 1.800 huevos semanales y que estará instalada antes de fin de mes tiene muy contenta por estos días a la agricultora Crisencia Aravena, de la localidad de Pedegua, comuna de Petorca, quien se adjudicó este proyecto de inversión al Fortalecimiento Productivo (IFP) de INDAP para mejorar su emprendimiento de huevos de “gallina feliz”. 

“Estoy entusiasmada. Ya tengo 700 gallinas y necesitaba un lugar para guardar mi producción. Mi emprendimiento nació en 2015 de la mano del Prodesal, que me apoyó para comprar pollos y construir gallineros. Por fortuna me ha ido muy bien”, comenta.

Así como ella, otros 63 agricultores de la comuna de Petorca resultaron beneficiados con proyectos agrícolas: 38 de Inversión al Fortalecimiento Productivo (IFP) para usuarios del programa Prodesal y 19 del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI), que beneficiaron principalmente a usuarios del Programa de Asesorías Técnicas (SAT). La inversión total alcanza los $74.655.737.

A estos se se suman otros seis proyectos aprobados de Energías Renovables No Convencionales, para la compra de paneles fotovoltaicos y así aprovechar los altos niveles de radiación de la comuna con el objetivo de disminuir los elevados costos de energía eléctrica utilizados en la agricultura y hacer más rentable los sistemas productivos de la Agricultura Familiar Campesina.

Secadora de nueces

Otro beneficiado es el agricultor Carlos Cadiú, del sector Los Briones, que pertenece al Programa SAT de INDAP, quien se adjudicó una secadora de nueces: “Tengo 320 árboles y el año pasado no tenía como secar los frutos. Tuve buena producción y calibre, pero la calidad era mala. Ahora voy a ahorrar tiempo, porque antes tenía que secar las nueces en arneros y darlas vuelta cada cierto tiempo, lo que demandaba muchas horas. Ahora voy a demorar 24 horas en secar 1.800 kilos”, aseguró.

Entre las principales inversiones figuran también ordeñadoras móviles, motopulverizadoras, compra de cabritos reproductores, construcción de corrales caprinos, bodegas de almacenaje, invernaderos, construcción de gallineros y compra de material vegetal para cultivo de flores.

El director (s) de INDAP Valparaíso, Álvaro Díaz,  enfatizó que “para nosotros estos proyectos son muy importante, porque queremos colocar los recursos de INDAP de acuerdo a las necesidades de los agricultores. La Operación Temprana 2017 permitió trabajar desde octubre de 2016 en estos proyectos, para ejecutarlos en el primer cuatrimestre del año, lo que permite entregar oportunamente recursos a los usuarios para sus inversiones, sobre todo en una zona como ésta que ha sido tan golpeada por la sequía”.

La Operación Temprana es un mecanismo que permite comprometer recursos presupuestarios de INDAP a sus usuarios anticipadamente, de manera que dispongan de financiamiento en forma oportuna según los ciclos agrícolas. Así se evitan las demoras en la ejecución de los proyectos, derivados de trámites administrativos de postulaciones y concursos tardíos. 

Un camión con 29 bolos de silo, cada uno de 600 kilos, envió la Sociedad Agrícola Río Curaco, de la comuna de Cañete, a sus “hermanos campesinos” de San Nicolás que resultaron afectados por los incendios forestales en la Región del Biobío.

La carga de alimentación animal fue llevada a destino por el jefe subrogante del Área INDAP Cañete, Héctor Álvarez Saldaña, quien contó que esta donación surgió por iniciativa de la propia organización campesina, como una forma de devolver la mano a los incentivos que el Gobierno, a través de INDAP y del Programa de Gestión Territorial para Zonas Rezagadas, les han entregado.

La Sociedad Agrícola Río Curaco fue beneficiada en 2016 con un proyecto de inversiones de INDAP para la adquisición de una moderna rotoenfardadora, cuyo objetivo es justamente hacer bolos de silo. La agrupación está integrada por 10 agricultores de Cañete, Los Álamos, Lebu y Tirúa, quienes gracias a esta herramienta han logrado mecanizar sus labores para abastecerse y prestar servicios a los agricultores de su entorno.

Héctor Álvarez agregó que “es muy destacable lo que esta sociedad ha hecho, ya que además de contar con su propio abastecimiento, tienen excedentes que hoy les permiten ayudar desde una Zona de Rezago”.

A su llegada a San Nicolás, el camión fue recibido por el jefe del Área INDAP Chillán, Carlos Ruiz, y el equipo del programa Prodesal de la comuna, quienes agradecieron la ayuda de los agricultores de la Provincia de Arauco y destacaron la solidaridad que han demostrado los  usuarios de INDAP con sus pares en desgracia.

¿A quién no le tocó, siendo bebé, comer alguno de los clásicos colados en frasco? Pues bien, al agricultor César Marchant, usuario de INDAP de Quillota, se le ocurrió replicar esta idea, pero con una gran diferencia: usa verduras de su propia huerta, las que además cuentan con certificación orgánica del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

Para la elaboración de este novedoso alimento utiliza exclusivamente agua y verduras libres de pesticidas y no incorpora aditivos como azúcar, sal, aliños o preservantes. “El producto surgió por los excedentes que me quedaban de hortalizas. Para aprovecharlos se me ocurrió hacer un colado orgánico para bebé y para la tercera edad, porque uno nace sin dientes y muere sin dientes, entonces no mastica bien y necesita un alimento que se adapte a esta condición. Los ingredientes son papas, acelga, pimentón, apio y zapallo italiano”, cuenta el emprendedor.

Pero César Marchant no es nuevo en estas lides. De padres agricultores, desde muy pequeño se ha dedicado a este rubro, siempre con la convicción de producir alimentos sanos. Su desafío ha sido, como el mismo dice, “darle vida y salud a la gente” y de paso agregarle valor a su producción con innovaciones como este colado orgánico.

Para la elaboración de este nutritivo producto -que tienen como marca CEMAR, sigla de César Marchant-, el agricultor hace todo el trabajo de producción, que comienza con la cosecha de las verduras y sigue con el proceso de cocerlas, para luego pasar al molido, que lo hace con una sencilla minipimer. Finalmente envasa y sella al vacío en forma manual.

Apoyo de INDAP

El apoyo del INDAP ha sido fundamental para que este emprendedor alcance las metas que se ha propuesto: “Me ha apoyado mucho con proyectos para obtener maquinaria agrícola y también asesoría técnica, lo que es muy importante porque a los agricultores muchas veces nos falta este espaldarazo. Últimamente cuento también con el apoyo del Centro Regional de Estudios en Alimentos y Salud (CREAS), que certificó mi producto”.

Sobre la venta de sus colados orgánicos, César cuenta que recién los está dando a conocer hace unos meses en ferias de INDAP y otras muestras campesinas. “La comercialización la estoy tomando con cautela. Voy a ir al pasito, no quiero que me pidan y no tener stock”, apunta.

El producto tiene un formato de medio kilo con un valor de 5 mil pesos y la idea a futuro es tener una versión más pequeña, de 250 gramos.

El director (s) de INDAP Valparaíso, Álvaro Díaz, expresó que “el Ministerio de Agricultura, a través de INDAP, está apoyando todas las iniciativas que apunten a mejorar el desarrollo de los pequeños agricultores y en especial a quienes están promoviendo la producción orgánica, como el caso de César, quien junto con promover una alimentación saludable está dándole valor agregado a sus hortalizas”.

Contacto de César Marchat: 9 9525 0471

Una luz de esperanza para 300 pequeños productores de la comuna de San Javier llegó de la mano del Gobierno, que a través del Ministerio de Agricultura e INDAP les entregó un cheque por un millón de pesos a cada uno, correspondiente al Incentivo de Financiamiento Compensatorio por la emergencia agrícola.

En el Teatro Municipal de la comuna y ante la presencia del gobernador de Linares, Marco Villagra; el alcalde de San Javier, Jorge Silva; el seremi de Agricultura Jorge Céspedes; el director de INDAP Maule, Jairo Ibarra, y el consejero regional Rodrigo Hermosilla, se realizó la entrega de los recursos a los campesinos que resultaron damnificados a causa de los incendios forestales que destruyeron o dañaron sus unidades productivas.

El gobernador Villagra destacó el trabajo que han realizado las diversas instituciones públicas durante la emergencia. En el caso del Ministerio de Agricultura, se refirió a la rápida respuesta que tuvo para ir en apoyo de los agricultores. “El gobierno está actuando con responsabilidad y efectividad para llegar con apoyo a todos quienes lo necesiten. Ya pasó la emergencia, pero ahora hay que reconstruir con la ayuda de todos”, dijo.

El seremi Jorge Céspedes explicó que INDAP ha realizado un catastro de quienes resultaron con daños producto de los incendios, que involucra a sus usuarios y a quienes cumplen con el perfil de pequeños agricultores. También recordó que a los productores que tienen ganado se les ha entregado forraje de acuerdo a sus necesidades para que puedan mantenerlo durante todo el invierno.

Respecto al incentivo de financiamiento compensatorio, Céspedes puntualizó que se trata de un bono de un millón de pesos por agricultor, que busca apoyarlos en sus requerimientos más urgentes, para que puedan mitigar en parte los daños causados por el fuego en sus predios. La autoridad adelantó que en las próximas semanas se pondrán en marcha otros apoyos destinados a la rehabilitación productiva de los damnificados.