RIEGO CON AGUAS TRATADAS SERVIDAS COMENZO A DAR SUS PRIMEROS FRUTOS EN CALAMA
A un año de funcionamiento, la red de distribución de aguas para el regadío de choclos y alfalfa inició trabajo con algunos agricultores del sector poniente de la ciudad
El aprovechamiento y optimización de los recursos para el desarrollo agrícola es una máxima de todo emprendedor, pero que en el desierto más seco del mundo se hace prácticamente una obligación, cuando detrás, están guardados los sueños de sus familias. Mejores oportunidades de educación, salud y bienestar económico es lo que han perseguido los agricultores de los sectores de Verdes Campiñas y Cerro Negro tras el innovador y ambicioso proyecto que utiliza aguas servidas tratadas para el riego de sus cultivos.
Gracias al trabajo mancomunado de entidades públicas y privadas en el poniente de Calama un grupo de emprendedores buscan renacer y rebrotar la agricultura que antaño posicionó al choclo calameño como el campeón del desierto. Cada miércoles y sábado de la semana llenan de vida sus terrenos, administrando el vital recurso por un sistema moderno y automatizado que si no existiese permitiría el riego en sólo 3 hectáreas, cuadriplicando la superficie de regadío.
Se trata de 59 esforzados campesinos que han apostado en la agricultura del desierto y que el agua gris que trata y procesa la empresa Tratacal, la almacenan en un gran estanque de 2 mil 500 litros de capacidad que distribuyen entre sus socios. Tienen derechos a 50 litros por segundo, de los cuales, 28 les otorgó Codelco División Chuquicamata y el resto la empresa sanitaria, Aguas Antofagasta.
Néstor Ali, encargado del sistema de la Sociedad Agrícola Administradora de Aguas Servidas Tratadas de Calama Poniente cuenta que “tenemos un sistema de señal con antena, donde existe un receptor en cada predio y de acuerdo a la solicitud de ellos le vamos entregando el suministro” Eso si que enfatiza “siempre y cuando no supere la capacidad de agua que podamos entregarle para no afectar la presión”.
Orgullo del norte Grande
El seremi de Agricultura de la Región de Antofagasta, Gerardo Castro Cortés, señaló que “este proyecto es uno de los orgullos del Ministerio de Agricultura en el norte chileno, único lugar donde contamos con aguas servidas tratadas como ministerio”. Además, agregó que “la idea es extender su uso incorporándole tecnología tan alta y tan pura como sea posible, para después introducirles un tratamiento con luz ultravioleta que nos ayudará a eliminar las bacterias y coliformes fecales que hacen que estas aguas no pueda ocuparse para cualquier tipo de cultivo”.
El director (s) INDAP Región de Antofagasta, Jaime Mora Acuña, manifestó que “ha sido un trabajo arduo, lleno de grandes desafíos, ya que al tratarse de un sistema único en Chile, hemos generado nuevas alternativas tecnológicas que no teníamos idea que se podían hacer y que son parte de los problemas que no estaban planificados en el diseño”. Asimismo, el profesional del agro añadió que “también ha sido muy gratificante, ya que hemos tenido que solucionar en conjunto con los agricultores para que puedan regar y desarrollar una agricultura que sea rentable en esta zona”.
La presidenta de la Sociedad Agrícola Administradora de Aguas Servidas Tratadas de Calama Poniente, Noemí Cuevas, afirma que “mucha gente había perdido la confianza ya que nos habían cortado el agua por sanidad, pero ahora vamos muy bien”. La dirigente concluyó que “para la próxima temporada tenga por seguro que el 100% de los terrenos se van a ver maravillosos, porque queremos producir de todo, por lo que queremos pedir y solicitar un nuevo sistema para que nos purifique más el agua y podamos producir otro tipo de productos”.
Choclos calameños
Ingresos que bordean el medio millón de pesos por el apetecido, dulce y característico choclo que en febrero comienza a aparecer en las mesas de los loínos y que abastecen a las ferias locales estos agricultores de no más de tres eras cultivadas por temporada. Inversiones pequeñas al ser comparadas con la industria minera, que es el motor de la economía del país, pero que representan los anhelos y esperanzas de un grupo de emprendedores que sueña con recuperar el oasis y la actividad que dio origen y vida a esta zona.
Luz Huanuco por años se dedica a la agricultura en Verdes Campiñas y está muy contenta con sus resultados, pero señala que “se debe modificar más aún, para poder tener riego por goteo, que es lo que nos falta”. Actualmente sembró tres eras de la media hectárea que posee, pero con firmeza asegura que para el próximo año espera cultivarla por completo y ser un aporte, quitándole superficie a la aridez del desierto.
Mismos sueños y deseos de Epifanio Pizarro y Aniano Albrecht que han hecho de todo para ver nacer en sus tierras el soporte y el sustento que ha dado vida a los proyectos familiares que algún día los llevaron a dejarlo todo por la agricultura.