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A continuación, acceda a las distintas noticias de INDAP a nivel nacional:

 

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Expo Container: desde quesos hasta artesanías ofrecen al paso agricultoras de Toltén

Una tienda bastante particular fue la que inauguró la Mesa de la Mujer Rural de Toltén, la cual fue bautizada como Expo Container. Se trata de un espacio de ventas en uno de esos habitáculos de fierro y latas que fue especialmente acondicionado para productos del campo y se instaló en la ruta que une Toltén con la localidad de Queule, a la altura del kilómetro 15, en el sector de Puralaco, al poniente de la Región de La Araucanía.
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De esta manera, quienes transiten por ese lugar tendrán la oportunidad de conocer y adquirir una variedad de artículos  multiculturales creados por manos de mujeres campesinas, en donde destaca la gastronomía y las artesanías.

Acá los turistas o visitantes, que recorran durante el verano la costa de La Araucanía, podrán encontrar mermeladas, quesos, textilería, una gran variedad de papas de la zona,  hierbas medicinales, orfebrería y diversos productos naturales”, comentó Christian Núñez, director regional de INDAP. Además, la autoridad del agro, sostuvo que este tipo de iniciativas son un empuje para dinamizar la economía familiar de los campesinos. 

En este contexto, Blanca Gónzalez, presidenta de la Mesa de la Mujer Rural de INDAP en Toltén, comentó que habilitar este container como un negocio fue una idea que las socias desarrollaron durante dos años. “Estamos muy contentas de contar con un lugar de comercialización de nuestros productos, esto nos permite desarrollarnos como mujeres emprendedoras”, aseguró.

Uno de los atractivos que presenta Expo Container es el mural que se pintó y que representa la flora y fauna de la comuna, lo que hace que este pintoresco local sea llamativo para quienes transitan por la ruta.

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Mejoran 9.736 hectáreas a través del Programa de Suelos de INDAP en el Maule

Un total de $1.517 millones destinó el Ministerio de Agricultura a través de INDAP este 2016 en la Región del Maule para apoyar a los pequeños productores mediante los diferentes concursos del programa Sistema de Incentivos para Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios.

Destinado para recuperar el potencial productivo de los suelos agropecuarios degradados y para mantener los niveles de mejoramiento que estos pudieran haber alcanzado, el programa permite co-financiar inversiones, las actividades y prácticas de los planes de manejo.

Durante el primer semestre del año, a través del llamado de Operación Temprana se financiaron 778 de estos planes,  por un monto de $546 millones, que permitieron intervenir 3.221 hectáreas. Mediante el segundo concurso de la temporada 2016, se logró financiar otros 1.386, que involucran una superficie total de 6.514 hectáreas por un total de $972 millones.

Apoyo especial para productores de maíz

Durante el 2016, al igual que el año anterior, dentro del concurso de suelos  se realizó una postulación especial para los productores maiceros de la región,  destinado a potenciar   la competitividad del rubro.

El llamado consideró los programas de incorporación de base fosforada, incorporación de elementos químicos esenciales y el empleo de métodos de intervención de los  suelos, tales como  el acondicionamiento de rastrojo de maíz, el uso del arado cincel, el uso del subsolador y la nivelación con pala mecánica.

A través de este llamado especial  se pudo  concretar 470 planes de manejo por un monto de $385 millones y la intervención de 2.781 hectáreas. 

Agencia de Área INDAP Los Andes tiene nueva casa

Mejores espacios para la atención de los pequeños agricultores y para el trabajo de funcionarias y funcionarios, es uno de los objetivos de las nuevas dependencias que albergan a la agencia de área INDAP Los Andes en la calle Manuel Rodríguez 561, en pleno corazón de esa ciudad de la Región de Valparaíso.

La nueva sede cuenta con cuatro oficinas y una sala de reuniones, viene a reemplazar las instaladas en dependencias del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en la comuna de San Esteban, y responde a una necesidad de la institución por brindar un mejor espacio de atención para los cerca de mil usuarios de las comunas de San Esteban, Los Andes, Rinconada y Calle Larga.

Álvaro Díaz, Director Regional (S) de INDAP Valparaíso sostuvo que “esto significa dar un paso en una mejor atención para los pequeños agricultores de la zona, tener mejores condiciones y un lugar para hacer alianzas con todas aquellas entidades públicas y privadas que trabajan con la agricultura familiar campesina de esta provincia. Es un espacio acogedor que dignifica a nuestros funcionarios y dignifica la atención como servidores públicos”.

El gobernador de la provincia de Los Andes, Daniel Zamorano, además de destacar las nuevas dependencias de INDAP señaló que “para nosotros como gobernación es muy importante poder contar con una oficina de agencia de área acá en la provincia; tenemos un gran desarrollo agropecuario y mucho trabajo con los campesinos de la zona y sus familias; esta oficina va a potenciar ese trabajo y nuestro rol como gobernación es apoyar la oficina que se está instalando y poder coordinar con los otros servicios de la provincia para generar mejor atención para la ciudadanía”.

La presidenta del Comité de Agencia de Área (CADA) de INDAP Los Andes, Amelia Muñoz destacó que “estamos felices de que se haya apoyado esta iniciativa, porque es una casa que está muy central y que tiene fácil acceso a los usuarios de todas las comunas; eso abarata costos y hay una mejor atención, más personalizada”.

Programa de Recuperación de Suelos alcanzó a 172 agricultores en Atacama en 2016

Con más de 200 planes de manejo desarrollados, 600 hectáreas recuperadas productivamente y con 172 agricultores beneficiados se realizó el cierre del programa de Incentivos para la Recuperación de Suelos Degradados en Atacama, SIRSD, que depende del Ministerio de Agricultura y que el Servicio Agrícola Ganadero, SAG, y el Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP, ejecutan año a año para recomponer el potencial productivo de los suelos permitiendo que cada vez más agricultores mejoren su productividad y competitividad en el mercado.

La ceremonia se llevó a efecto en el centro comunitario de Vallenar y las máximas autoridades encabezadas por el Intendente Miguel Vargas, la Gobernadora de Huasco Alexandra Núñez, la Seremi de Agricultura Patricia Olivares y los directores de SAG, Juan Carlos Valencia y de SAG, y de INDAP Leonardo Gros Pérez, junto al alcalde de la comuna Cristián Tapia, entregaron los certificados correspondientes a labores bonificadas en 2016 como por ejemplo la aplicación de guano, cierres perimetrales, despedrado y establecimiento de praderas.

“Me siento contento de haber podido este año recibir este beneficio que es un buen incentivo para nuestras labores agrícolas de suelo y le doy las gracias a los organismos públicos  que han podido trabajar en estos programas por la constante ayuda que tienen hacia la agricultura”, destacó Pedro Cruz, a nombre de los agricultores de Tierra Amarilla y Copiapó.

En tanto, Eduardo Mulet, beneficiado de la comuna de Alto del Carmen dijo estar “muy agradecido por la oportunidad de recibir estos planes de manejo del Gobierno y mejorar nuestras tierras  para producir frutas y verduras de mucho mejor calidad y de esa forma relevar la importancia que tiene la Región de Atacama como fuente de productos del campo”.

Finalmente a nombre de los pequeños agricultores de INDAP, Raúl Toloza también agradeció la gestión 2016 en torno a recuperar el potencial productivo de los suelos: “este programa que hace el Gobierno es un gran instrumento que apunta en una dirección correcta para seguir apoyando a la agricultura familiar y campesina de Atacama”.

Tras compartir con los agricultores beneficiados, el Intendente Miguel Vargas manifestó que “como Gobierno estamos muy comprometidos con sector, el cual está llamado a sostener el proceso de diversificación de nuestra economía. No podemos depender de una sola gran actividad como es la minería y para eso tenemos que trabajar más y mejor. Tenemos que seguir apoyando el esfuerzo de nuestros trabajadores a través de los programas que tiene el Gobierno”.

La máxima autoridad regional agregó que “este programa tan importante, y que se da en el marco de un convenio entre el SAG y el INDAP específicamente para la recuperación de suelos degradados, busca apoyar el desarrollo de la agricultura. Para trabajar en este sector debemos contar con dos aspectos esenciales, que son disponer de suelos aptos y por otra parte, contar con el recurso hídrico. En Atacama nos cuesta mucho desarrollar la agricultura ya que el agua además es escasa, no obstante, los agricultores siempre salen adelante a pesar de las dificultades”.

La seremi Olivares, en tanto, destacó que “hoy hacemos el cierre de la temporada 2016 destinando un presupuesto histórico de 436 millones de pesos del SAG e INDAP que beneficiaron 224 planes de manejo de las prácticas que nuestros agricultores realizan, logrando recuperar productivamente 586 hectáreas para esta temporada, lo cual habla del compromiso del Gobierno de la Presidente Michelle Bachelet con  la agricultura de la región de Atacama, sobre todo con el incremento que tuvieron los presupuestos este año a raíz de los aluviones ocurridos el año pasado”.

Investigadores y comunidades atacameñas impulsan desarrollo de la papa morada de Socaire

Tras una exhaustiva investigación de los procesos de cultivo de la papa morada que crece en Socaire (a 420 kilómetros al este de Antofagasta y a 3.500 metros de altura), profesionales de la Universidad de Antofagasta lograron valorizar metodologías tradicionales de cultivo y crear una marca de comercialización propia.

Imagen eliminada. El trabajo fue desarrollado por un equipo  multidisciplinario conformado por científicos y      estudiantes de la UA, además de profesionales del  Consejo de Pueblos Atacameños (CPA) y de la          Fundación para la Innovación Agraria (FIA), a quienes  posteriormente se sumaron profesionales del Instituto  de Investigación Agropecuaria (INIA). Sus resultados  permitirán que este tubérculo, único en su tipo, pueda  convertirse en parte importante del desarrollo  económico de las comunidades licanantay.

 El proyecto fue liderado por las científicas Ana  Mercado y María José Larrazábal, quienes forman  parte del equipo de investigadores de la Universidad  de Antofagasta y llevan años estudiando las potencialidades de los cultivos ancestrales de la zona precordillerana de la región de Antofagasta.

“La principal conclusión que arrojó el estudio, es la necesidad de aumentar la producción para que la papa de Socaire pueda convertirse en un producto típico de la zona o gourmet con potencial turístico”, comenta la doctora Mercado. Más allá del valor comercial y tradicional de estos productos, la investigadora agrega que este trabajo científico busca la conservación de las semillas de estos vegetales, tras detectar un creciente y progresivo proceso de desaparición. “Estas especies son muy especiales, pues a diferencia de las que crecen en otras zonas del país, en esta zona enfrentan las oscilaciones térmicas, alta radiación solar y escasez de agua, entre otros factores, lo que les otorga características particulares”, destaca la especialista.

La investigación fue realizada en estrecha colaboración con las comunidades atacameñas y tuvo un proceso previo. “Los científicos primero aprendimos de la cultura ancestral y, luego, buscamos las soluciones junto a los agricultores. Fue un lindo, pues se dio un traspaso de información y conocimiento que nos nutrió a todos y generó un excelente entorno para desenvolvernos”, destaca Ana mercado. Para la especialista, otro factor que otorgó valor a esta investigación, fue la cercanía que se generó entre la comunidad y los estudiantes de biología, biotecnología y bioquímica. “Para algunos estudiantes era la primera vez que tenían contacto con la tierra. Incluso tuvimos alumnos descendientes de la cultura licanantay, que vieron en este estudio la posibilidad de aportar a sus comunidades”, resaltó.

Patrimonio alimentario

Mediante el análisis del ADN, los científicos de la UA buscaron determinar la “huella genética” de la papa morada; la procedencia biológica de esta especie según estos primeros avances podría tener sus orígenes en Bolivia. “Es necesario que sepamos su historia para ver cuáles son los mejores caminos para aumentar su producción, sin perder una de sus mejores cualidades, que es la abundancia de antioxidantes”, explica la doctora Ana Mercado.

La investigadora agrega que el objetivo central de este trabajo es que la comunidad de Socaire y de las localidades aledañas como Talabre, Toconao y Camar, se desarrollen en torno a la papa morada, creando productos típicos con un sello de origen como, por ejemplo, del limón de pica. “Para eso debemos aumentar la producción, porque hoy sólo se ven en pequeñas cantidades y se vende en lugares determinados. Además se podrían generar productos sucedáneos, como papas fritas (chips) o harina”, mencionó.

El proyecto de valorización de la papa de Socaire se inserta en un trabajo iniciado por FIA en el año 2006, cuando este organismo del agro, dependiente del Ministerio de Agricultura, comenzó a distinguir qué se entendía por “patrimonio alimentario”. Este quehacer motivó luego la creación de la “Mesa del Patrimonio Culinario” que reunió a expertos de distintas áreas relacionadas con la agricultura, la alimentación y la cultura.

Transcurrida una década, a lo largo de todo el país se desarrollan cerca de 40 iniciativas que buscan dar valor a variedades, productos y preparaciones ancestrales que están en manos de la agricultura familiar campesina.

“Este es un programa que además contempla la realización de la serie ‘Patrimonio Alimentario de Chile’, con ediciones en Arica y Parinacota, Valparaíso y Biobío; mientras que los libros de Antofagasta, Coquimbo y La Araucanía se encuentran en pleno proceso de desarrollo”, comenta el subdirector de FIA, Alexis Zepeda. “En materia de proyectos, estamos apoyando la valorización de cultivos y preparaciones tan diversos como la avellana chilena, el ajo chilote y el merkén en el sur; el tomate limachino, la aceituna de Santa María y el maíz amarillo de Ñuble en la zona central; y en la zona de San Pedro, además de la papa morada de Socaire, estamos trabajando por la valorización de la quínoa atacameña y de los llamados licores del desierto; todas iniciativas donde los protagonistas son los propios miembros de las comunidades”, subraya Zepeda.

Por su parte, el seremi de Agricultura, Jaime Pinto, valoró la articulación entre el sector público, la academia y las comunidades organizadas, y sus resultados sociales y territoriales de alto impacto. “La valorización de las prácticas, productos y saberes de la agricultura familiar campesina constituye uno de los objetivos fundamentales del gobierno de la presidenta Bachelet, y en esta línea, rescatar y poner en relieve productos con proyecciones comerciales tan auspiciosas como la papa morada y los licores del desierto, es una demostración clara de que estamos avanzando por el camino correcto”, declaró.

Nuevos aires para el chacolí de Doñihue gracias a proyecto FIA - Universidad de Chile

Denominado como uno de los alcoholes patrimoniales de Chile, el chacolí ha estado vigente desde fines del siglo XVIII, siendo su época dorada durante el siglo XIX. Sin embargo con la proliferación de los vinos franceses pierde relevancia. En la actualidad, esta enorme tradición está de manera exclusiva en manos de un grupo de pequeños productores de la comuna de Doñihue, en la región de O’Higgins.

La Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura y la Universidad de Chile están trabajando en un proyecto que dar valor y promover el vino Chacolí para alcanzar mayores estándares de calidad, pero respetando su valor como patrimonio rural.

Actualmente este vino no cuenta con una normativa ni estandarización alguna relacionada a su proceso de producción, así como tampoco con una norma asociada a las características del producto, mediante la cual se le pueda denominar chacolí. Producto de ello, este producto se comercializa en el mercado informal limitando su venta a algunos pocos conocedores y vecinos. A esto se suma la irrupción de una industria vitivinícola de gran escala que promueve vinos más elaborados y de cepas mejor catalogadas internacionalmente.

La iniciativa conjunta entre FIA y la Universidad de Chile, contempla un levantamiento de información relativo a los procesos de producción y su valor simbólico, histórico y socio-cultural. A su vez, a los pequeños productores se les facilitarán nuevos equipamientos e insumos para optimizar su labor y contarán con asesoría continua en aspectos técnico productivos.

Sofía Boza, profesional de la Universidad de Chile y coordinadora del proyecto, destaca que “también se pretende llegar a una estandarización del chacolí, de manera que los compradores puedan identificarlo y tener una cierta expectativa acerca de sus características. Por otra parte, se realizará un diagnóstico de mercado y se ayudará a los productores a generar y ejecutar una estrategia de marketing. Finalmente, se va a contribuir a la promoción del chacolí con la participación en eventos como ferias o la propia Fiesta del Chacolí que se celebra en Doñihue todos los años en junio”.

Para ello, la Fiesta del Chacolí -que se realiza en Doñihue-, será potenciada a través de un plan de marketing que abordará circuitos cortos de comercialización en los que se propiciará la generación de vías de comercio local, relacionadas a productos de carácter patrimonial. Al respecto, el ejecutivo de innovación agraria de FIA, Robert Giovanetti, destaca que “esta iniciativa será de gran impacto para Doñihue; contempla la promoción de un paquete tecnológico dirigido a los productores de vino Chacolí que les permitirá innovar en términos de producto y marketing, generando nuevos mecanismos para mejorar la competitividad de la agricultura familiar campesina. Podrán alcanzar estándares de calidad con este vino, que resalten su valor como parte del patrimonio rural, sus cualidades organolépticas y sensoriales particulares.

En el proyecto participan inicialmente 10 chacoliceros de Doñihue, y se les ayudará a mejorar su calidad de vida a través de la profesionalización de la producción del vino, respetando costumbres y modos de producción.

El Chacolí se elabora a partir de uvas blancas y tintas de origen español y criollas, tales como las cepas País, Torrontés y Moscatel amarilla. Entre sus características particulares en su elaboración destaca que sigue un proceso de elaboración que considera un corto período de fermentación y sin guarda. El resultado es un vino joven, blanco, rosado o tinto, sin envejecimiento en barrica ni guarda en tinajas, con una graduación alcohólica en el rango de los 10,5 y 12° vol.

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Avispa chaqueta amarilla: Recomendaciones para la fase final de la primera batalla

Una plaga. Ese es el mensaje que el Ministerio de Agricultura a través de los expertos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), y con la participación de otros servicios como el SAG e INDAP, quiso transmitir este 2016 contra la avispa chaqueta amarilla en su primera campaña para cazar a este insecto que causa estragos en distintos sectores de la economía del campo desde los cultivos hasta el turismo.

El sistema de alerta virtual Avispa-T, que avisa a los productores sobre los momentos de aparición de la véspula germánica (como es conocida científicamente); un instructivo para la fácil construcción de  una trampa con una botella plástica cargada con agua y vinagre de manzana, y una difusión intensa de información para conocerla, ubicarla, capturarla y protegerse ante ataques, fueron parte de esta cruzada lanzada en septiembre y que ha sido liderada por el ministro Carlos Furche.

La iniciativa pensó especialmente en los apicultores, que sufren estragos en sus colmenas; pequeños productores con daños en las siembras; trabajadores forestales atacados al encontrase con nidos y las familias y amigos que se vuelcan a hacer camping o picnic en los parques de Chile.

Diciembre es el período de expansión de la colonia de la avispa chaqueta amarilla través del trabajo de las obreras. Ya no sirve la trampa con botella que apuntaba a las reinas y se debe optar por un cebo registrado en el SAG y que se comercializa con el nombre de Vespugard.

Patricia Estay, Ingeniero Agrónomo, entomóloga y encargada del Laboratorio de Entomología de INIA, evalúa el momento del combate contra esta avispa y realiza un balance preliminar de esta primera acción pública contra la perniciosa avispa chaqueta amarilla. La conversación parte con el momento en que nos encontramos en esta batalla. 

Vespugard consiste en una mezcla de proteína de origen animal a la cual se mezcla el insecticida que viene en la caja ya dosificado. Las avispas son atraídas por los compuestos volátiles que produce el cebo y el insecticida está a tan baja dosis que no afecta a las obreras, pero si a las larvas que están desarrollándose en el nido. Son las obreras las que cuentan con la capacidad de colecta el alimento que llevan al nido y lo  reparten al interior del nido ,en este caso al ir el alimento con el insecticida afecta a muchas larvas, las que mueren. Al morir se deja de presentar el fenómeno de la trofalaxia que consisten en que las obrera alimentan a las larvas y a su vez las larvas regurgitan un compuesto que es fundamental para que las obreras puedan vivir. El cebo mata las larvas y al morir las larvas se para el alimento de las obreras y finalmente el nido completo muere”, relata la experta de INIA.

¿Qué pasos debe seguir hoy la población que se encuentre con estas colonias?

P.E: Cuando se encuentran en esta época obreras en abundancia se debe usar Vespugard, el cual trae una lata de 150 gr con cebo atrayente, una botellita con 35 de una mezcla insecticida y una bagueta para revolver. El cebo debe colocarse en el lugar donde las avispas se alimentan, por ejemplo en viñedos donde dañan los racimos, en lugares donde hay colmenas de abejas o en lugares turísticos, en perímetros de sectores residenciales, en la proximidad de fuentes de agua donde llegan las avispas. El cebo es específico así es que las abejas y las aves no son atraídas por el cebo. Se recomienda usar una trampa cada 1000 m2.

¿Es posible tener hoy un balance del resultado de esta campaña en cuanto al control de las avispas?

P.E: A la fecha de la campaña, se ha determinado que la población sigue confundiendo, especialmente en la Región Metropolitana las avispas papeleras, que forman su nido en techos, con la avispa chaqueta amarilla. Ello probablemente porque en la zona urbana y semirural se ven primero, la otra hace su nido en el suelo y su mayor población se observa en verano. Desde el sur nos ha llegado material que corresponde a material atrapado en trampas de vinagre de manzana, que si corresponden a reinas de avispa chaqueta amarilla .El balance de la campaña en un año con tanta variación de temperatura como hemos tenido, a mi juicio debiéramos tenerlo al final de la temporada especialmente en aquellos sectores que nos informaron de la colecta de reinas de avispa chaqueta amarilla.

¿Y un balance respecto del conocimiento público del tema? Recuerdo que asumimos esta campaña con la certeza de que en la generalidad nadie entendía a la chaqueta amarilla como una plaga.

P.E: La demanda por el Avispa-T, las numerosas solicitudes para participar en programas de radio y TV, las consultas vía mail etc. demuestran que la población sí reconoce a la avispa chaqueta amarilla como una plaga.

¿Cómo ha funcionado la web de apoyo Avispa-T?

P.E: Ha sido muy demandada y mucha pregunta donde se observó que la población confunde a las obreras y reinas de la avispa papelera que hacen su nido aéreo, con la chaqueta amarilla que hace su nido subterráneo.

¿Por qué es relevante esta campaña y su permanencia en el tiempo?

P.E: Porque si la población reconoce bien la plaga, tomará medidas de prevención y control temprano que disminuirá la población de verano, reduciendo las molestias y pérdidas económicas y el impacto ambiental de su control tardío.

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La Abejita de Ránquil: El camino a la innovación de una apicultora heredera de la greda

Tras 18 años como usuaria de distintos programas de INDAP, Olivia Núñez Osorio se ha atrevido a dar pasos decididos en el camino de la innovación. Sabedora de que hay mucha competencia en el rubro de la producción apícola, cree haber dado en el clavo en el difícil arte de diferenciarse, y de llegar a los distintos mercados con productos atractivos y a toda prueba.

Nació en Quinchamalí, hija de una de las artesanas más antiguas y reconocidas en la zona, Olivia Osorio. “Me críe entre gredas” nos cuenta. Pero lo suyo no iba por ahí y con el tiempo, tras terminar la escuela, se casó y trasladó al sector las Rosas, en Ñipas, donde junto a su esposo y dos hijos llevan adelante su negocio apícola: La Abejita de Ránquil.

Su primera capacitación partió en el FOSIS, donde tomó conocimiento de qué se trataba tener un emprendimiento: “También tuve apoyo del SENCE y de SERCOTEC, así como de la Municipalidad de Ranquil. Y hace 18 años soy usuaria de los programas de INDAP", relata. Gracias a este apoyo hoy cuenta con una sala de cosecha, una sala de proceso, maquinaria para la extracción  de la miel, y una sala de atención para el público (proyectos PDI).

Olivia Núñez se ha abierto a nuevas líneas de productos. Primero accedió a una capacitación que ofreció Celulosa Arauco a mujeres emprendedoras, donde aprendió a hacer productos cosméticos a partir de la cera de las abejas.

Pero lo más valioso ha sido el intercambio entre las mismas apicultoras: “Tuve la oportunidad de viajar y conocer a productoras de países vecinos, y una profesora argentina me enseñó cómo hacer la miel saborizada al chocolate; pero yo la mejoré, y hoy tengo además miel a la menta, a la frambuesa, plátano, entre otros sabores, y lejos es lo que mejor se vende”.

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La pasada ExpoMundoRural del Biobío fue una de sus exitosas participaciones en grandes ferias, las cuales considera muy útiles para mostrarse a nuevos compradores.

“Pienso hacer crecer el negocio, incursionar en nuevas especialidades. Ya tengo aprobado un proyecto con INDAP para cambiar el vehículo de trabajo, con una parte de aporte propio, ya que hay que estar siempre supervisando y cuidando los apiarios, que se ubican en distintos lugares. La clave está en no quedarse mucho tiempo en lo mismo”, asegura.

Fotos: Moisés Catrilaf / INDAP

Viñateros del Itata reciben a empresario para avanzar en negocios con Europa

Una visita a algunas viñas del Valle del Itata, con la perspectiva de encontrar productos que puedan ser exportados a la Unión Europea realizó Jacques Rodríguez, importador chileno radicado en Francia, en medio del viaje comercial  por América Latina. Durante la jornada Jacques pudo compartir con pequeños productores de las comunas de Ránquil, Coelemu y Portezuelo y con viñateros de la región del Maule, que hacían una gira por esa zona del Biobío.

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El experto se mostró muy confiado del viaje: “vine para ver las oportunidades de negocios que se puedan desarrollar entre Chile y Europa principalmente. Vamos a empezar con productos locales, que me interesan mucho, vino y el acompañamiento que va con ello, principalmente productos regionales, y a través de Comercio Justo. Hay que tratar de formalizar algunos negocios para poder avanzar y si estamos de los primeros podemos llegar más lejos”.

El primer contacto de Jacques con los productores se dio en la Embajada de Chile en Francia, durante la gira de formación realizada por INDAP con los pequeños viñateros del Valle del Itata, y en esta oportunidad, consideró que ya es posible visualizar los frutos de este trabajo. “Los primeros contactos están claros, vamos a comercializar un vino a través de muestras, un contenedor de 18 mil litros, y eso incluye un contrato marco de mínimo cinco años. También ya estamos negociando una entrega de 100 mil litros a través de una agrupación”, destacó.

Para el director regional de INDAP, Andrés Castillo, esta visita comprueba que todo el esfuerzo realizado por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet ha rendido frutos: “la presencia de Jacques, con quien compartimos en Francia durante una gira tecnológica junto a viñateros del Valle del Itata, confirma que la exportación es una salida sumamente viable para los productos campesinos”.

“Esta no es la primera visita que recibimos y seguramente no será la última, es creciente el interés europeo en los productos de la región”, afirmó Castillo, quien destacó también la presencia de Alistair Cooper en el concurso del vino Valle del Itata, realizado por la agencia de área INDAP Coelemu: “Tener un jurado extranjero, que está desarrollando su tesis de Master of Wine sobre los vinos del Valle del Itata es algo que hace tres años estaba muy distante de los sueños de los viñateros. Estamos seguros que el camino para mejorar la calidad de vida de las miles de familias atendidas por INDAP en la región es la comercialización y para el 2017 tendremos más puntos de venta, tanto en el territorio como en Chillán y en Santiago”.

Sobre las perspectivas para los viñateros de la región, Rodríguez resaltó que “es fantástico la forma y el apoyo que INDAP les está dando a los pequeños productores, y es muy interesante ver los resultados del esfuerzo que cada uno de los agricultores”. Además confirmó el papel de la asociatividad como gran empuje para la exportación: “la mejor forma de llegar al mercado extranjero, Europa, y de forma asociativa, con el apoyo del gobierno”.

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Agua para la agricultura en Magallanes: Saber regar hace la diferencia

La necesidad de preservar los recursos, ante la evidencia del derroche y la amenaza del cambio climático que altera los ecosistemas, justifican esta reflexión desde el extremo austral de Chile en donde INDAP también tiene puesta su atención en promover una agricultura familiar campesina sustentable y amigable con el medio ambiente.

Regar y saber regar hace una diferencia

Columna por Víctor Vargas, director regional de INDAP Magallanes

¿Cómo regar y cuánta agua entregar? Son las preguntas que definen a la agricultura de calidad. El proceso es tan específico que pocos comensales saben que un tomate, por ejemplo, necesita 12 litros de agua.  Es un fruto al que le desagrada la humedad y por su tipo de hojas es muy propenso a adquirir enfermedades: hay que evitar mojarlas. 

Y es que cada fruto y hortaliza tienen su propia huella hídrica que define la cantidad y agua que requieren.  Cada sistema posibilita, según su cosecha, la cantidad de agua y la forma a utilizar.

Así que no es llegar y regar. Cada fruto necesita una determinada cantidad de agua en todo su proceso. Se hace necesario conocer los requerimientos de agua de las plantas, es decir, su fisiología del riego. Afortunadamente hoy podemos controlarlo y estamos trabajando para socializar las técnicas entre los agricultores.

De ahí que para INDAP sea prioritario en Magallanes incorporar sistemas de riego que faciliten el trabajo agrícola y tengan la precisión adecuada en el uso eficiente del agua -en la manera de aplicarla, y cantidad- para cada cultivo. 

Es por eso que durante el año, nuestros funcionarios participaron en capacitaciones, donde conocieron nuevas tecnologías y los procesos más adecuados para implementar en la zona austral.  

Y como nuestro trabajo es principalmente en terreno, la entrega de los conocimientos es rápida, de primera mano y directa hacia los agricultores y los propios consultores que apoyan las faenas agrícolas.

El riego es un tema prioritario para el Ministerio de Agricultura y el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.  Hoy, en todo Chile, existen programas especiales para abordar la sequía, y el cambio climático que afecta las costumbres y usos, tanto en los períodos de siembra como cosecha.

En Magallanes, nuestra tarea es aumentar o mantener la superficie de riego, con un enfoque integral, desarrollando una mayor eficiencia y promoviendo el desarrollo sustentable de la actividad agropecuaria.

Margarita Contreras, la campesina que inició el rescate del tomate rosado en el Maule

Cuando aparecieron los tomates larga vida, redonditos, de cáscara gruesa y fáciles de pelar, Margarita Contreras creyó que el mundo comenzaba a acabar. Sin el sabor de los tradicionales rosados, que conocía desde niña en su localidad de Flor del Llano, cerca de San Clemente, los miró con atención y se propuso, más que nunca, cultivar los suyos.

“Mi madre y mi padre me habían enseñado a cultivarlos y por lo mismo, apenas se dio la oportunidad de compartir las semillas, no lo pensé dos veces. Llamé a mis amigos y decidimos rescatar su producción porque sabíamos que mucha gente estaría dispuesta a pagar un poco más porque no tiene nada que ver con los que se venden en los supermercados”, recuerda.

Fue así que se acercaron a otros productores y, a través de la Confederación Nacional Campesina y Trabajadores del Agro de Chile (Conagro), decidieron iniciar el rescate de lo más puro de la tradición tomatera de la región del Maule.

“No fue difícil ponernos de acuerdo -cuenta Margarita-, porque al primero que contacté fue a Antonio González y juntos pedimos apoyo a Conagro, que nos aceptó inmediatamente”. En tanto, la entidad gremial había decidido, coincidentemente, a inicios del 2015, ejecutar un proyecto con un nombre bastante familiar para las aspiraciones de Margarita: “Contribución al rescate de variedades tradicionales de tomate rosado”. O sea, sus tomates.

La idea, como cualquier cultivo, había comenzado también a germinar en otras regiones y Conagro ya tenía conversaciones con pequeños agricultores en la comuna metropolitana de Llay Llay, por lo que si alguno encontraba la idea algo descabellada no lo era tanto. Así se inicia la siembra de semillas celosamente bien tratadas por Margarita.

Pero no era solo eso. La productora de San Clemente no usaba productos químicos para controlar plagas y menos para hacer crecer artificialmente su producción. En otras palabras, y de acuerdo con los especialistas de Conagro, coinciden en que los tomates rosados “son producidos aplicando técnicas agroecológicas, lo que resulta en un producto libre beneficioso para la salud de quienes lo consumen y al mismo tiempo más sustentables que la agricultura convencional”.

Además, los acuerdos entre Conagro e INIA La Platina permitieron elaborar un plan de capacitación para el proceso de manejo de las semillas que ha sido de gran utilidad, tanto en San Clemente como en Llay Llay, para la conservación de las variedades locales que, como lo explica, “son variedades que pertenecen a una zona geográfica delimitada, llevan cultivándose durante mucho tiempo (en este caso, más de 70 años) con manejo específico de los agricultores, además de estar adaptadas a estas condiciones y poseer una riqueza fitogenética. Esto es material genético de origen vegetal de enorme valor”.

“La verdad es que son feos si se comparan con los tomates larga vida, tienen una cáscara más delgada. Pero hay que probarlos y ahí no existe comparación en materia de sabor y aroma”, concluye Margarita.

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