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A continuación, acceda a las distintas noticias de INDAP a nivel nacional:

 

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Capacitan a pequeños agricultores de la Región de Aysén en producción y cosecha de maqui

Se estima que en el país hay más de 170 mil hectáreas cubiertas de maqui, de las cuales 57 mil se encuentran en Aysén, 10 mil de ellas con el recurso como especie primitiva. Considerando que por hectárea se cosechan entre 160 y 280 kilos de fruto fresco, en la región austral se está trabajando para desarrollar este gran potencial de la mano de los pequeños agricultores.

En ese marco, profesionales de INDAP -liderados por el rubrista Jorge Huichalaf-, el Instituto Forestal y el SAG realizaron un Día de Campo en el predio de 0,9 hectárea de Albina Aburto, en la localidad de Mañihuales, para capacitar sobre los procesos de cosecha a un grupo de campesinos, recolectores y empresarios dedicados a la comercialización del maqui.

Albina Aburto celebró la iniciativa y dijo que ella y su familia cosechaban el fruto, considerado un súper alimento por su alto poder antioxidante y sus múltiples beneficios para la salud, desde hace 27 años a puro machete. “Gracias a los nuevos proyectos de INDAP, hoy tenemos capacitación y una moderna máquina cosechadora que nos permitirá obtener mil kilos en esta temporada, lo que para nosotros los campesinos es algo muy bueno”, afirmó.

“Con esto estamos demostrando los resultados de la poda que efectuamos en agosto, que mejoró la entrada de luz y facilitó la cosecha”, dijo el rubrista Jorge Huichalaf, quien agregó que “estos métodos de mecanización no producen el daño de las herramientas tradicionales como el machete”.

A través del Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas (PEDZE) y del Programa de Dendroenergía y Productos Forestales No Madereros que ejecuta INDAP, Albina Aburto recibió un motoimplemento para cosechar, tijerones de mano y una escalera de aluminio que, según sus propias palabras, le han facilitado la vida.

La idea de estas inversiones es que el maqui llegue a otros mercados, tema en el que INDAP trabaja junto a ProChile a través del programa de internacionalización de la Agricultura Familiar Campesina, en el que se entrega competencias y capacidades a los campesinos para que puedan dar valor agregado a sus productos y conectarse con potenciales compradores.

Leonardo Russo, empresario dedicado a la recolección y comercialización del maqui, dijo que el camino de desarrollo del maqui pasa por conciliar un manejo sustentable con un desarrollo más industrial de este fruto, cada vez más apetecido en los mercados.

Gobierno entregó incentivos compensatorios a 68 agricultores damnificados de San Nicolás

Con el objetivo de reactivar los sistemas productivos de los agricultores de San Nicolás que sufrieron daños en sus predios por los incendios forestales, el intendente (s) del Biobío, Enrique Inostroza, junto al seremi de Agricultura, Rodrigo García, y el director regional (s) de INDAP, Juan Hermosilla, entregó bonos compensatorios por un monto de $1 millón a un total de 68 familias de esa comuna.

El intendente Inostroza expresó que la comuna de San Nicolás “es una de las más afectadas de la provincia de Ñuble en términos de hectáreas y por eso estamos cumpliendo con el mandato de la Presidenta Bachelet de no dejar solas a las familias, particularmente de la Agricultura Familiar Campesina”.

La autoridad también destacó que INDAP haya llegado rápidamente con ayuda a todos los rincones de la región: “Hoy entregamos estos bonos, que van a servir para recuperar cercos, bodegas y otro tipo de infraestructura en materia de agua, cosa que las personas se pongan de pie y a la brevedad logren la normalidad que tenían pre incendio".

Por su parte, el seremi Rodrigo García afirmó que el Ministerio de Agricultura ha estado atendiendo las necesidades más inmediatas de los agricultores. Añadió que adicionalmente al bono se está entregando hasta 600 mil pesos para forraje. “Posteriormente viene una segunda etapa donde se enfrentará la reactivación productiva a mediano plazo”.

El director (s) de INDAP Biobío, Juan Hermosilla, destacó que desde el primer día de enero se contaba con presupuesto asignado para las emergencias, lo que nos permitió partir con ayuda inmediata y luego ir activando otros apoyos desde Hacienda”.

El alcalde de San Nicolás, Víctor Toro, valoró el apoyo del Ministerio de Agricultura. “La ayuda ha sido oportuna, generosa y flexible. Este bono de $1 millón es muy oportuno y tremendamente positivo para los agricultores”.

Elena Palavecino, agricultora del sector Los Montes, agradeció la ayuda y relató que “yo trabajo en harina tostada y se me quemó una pesebrera donde tenía fardos y el trigo guardado para mi producción del año. Esto para mí es una gran ayuda y un gran apoyo, porque así compro el trigo y puedo seguir con mi rubro”.

En la Región del Biobío, Minagri ha entregado a través de INDAP $313.300.000 en bonos para 310 familias de Florida, Coelemu, Portezuelo, San Nicolás, Hualqui, Quirihue, Quillón, Tomé, Santa Juana, San Nicolás y Yumbel. En esta ceremonia también estuvieron presentes el gobernador de Ñuble, Álvaro Miguieles, y los parlamentarios Lorena Vera y Jorge Sabag.

INDAP financia los proyectos de 147 campesinos de La Ligua, Cabildo, Papudo y Zapallar

Proyectos como bodegas de acopio y packing, bombas de espalda motorizadas, equipos de ordeña, cercos perimetrales, adquisición de animales y sistema de reutilización de aguas grises para riego, son parte de los incentivos que INDAP entregó a 147 pequeños agricultores de la provincia de Petorca, usuarios de los programa Prodesal y SAT.

Una de las beneficiadas es Alba Segura, del sector Pililén en la comuna de Cabildo, quien se adjudicó un proyecto para implementar una feria itinerante junto a 18 emprendedores. “Somos un grupo de usuarios del Prodesal y recibimos la implementación para nuestra feria. Ahora vamos a poder trabajar tranquilos porque tenemos todo lo que se exige: toldos, manteles, delantales y gorros. Estamos muy felices”, expresó.

Carlos Marchant, del sector El Trapiche en Longotoma, es otro de los beneficiados. Se adjudicó un motocultivador para su producción de crisantemos en invernadero, maquinaria que le va a servir para preparar el terreno. “Esta ayuda de INDAP me va a permitir trabajar mejor y tener mi producción lista en menor tiempo”, dijo.

A través del Programa de Inversión al Fortalecimiento Productivo (IFP) se benefició a 126 agricultores de las comunas de la Ligua, Cabildo, Papudo y Zapallar, con una inversión de más de 126 millones de pesos. En tanto, a través de Proyectos de Inversión (PDI) se benefició a 21 usuarios del Servicio de Asesorías Técnicas (SAT) con proyectos que serán destinados principalmente a la adquisición de maquinaria agrícola, con una inversión de 33 Millones de pesos.

 

Operación Temprana

El director (s) de INDAP Valparaíso, Álvaro Díaz, sostuvo que “que frente a la problemática que hay por los incendios forestales, nuestra institución ha continuado trabajando con los agricultores, manteniendo sus sistemas productivos y activos durante todo el año. A través de la Operación Temprana logramos adelantar para enero y febrero las inversiones que antes se entregaban a partir de marzo, actuando en paralelo con el tema de la emergencia agrícola”.  

El seremi de Agricultura, Ricardo Astorga, junto con destacar la entrega, dijo que “estos recursos son básicamente para inversión y sirven para fortalecer los sistemas productivos de los agricultores. Lo más importante es acercarnos a la gente y solucionar sus problemas, acortar la brecha de productividad existente y apoyarlos en este primer impulso de las inversiones agrícolas”.

Finalmente, el gobernador de Petorca, Hernán Quezada, enfatizó que "los recursos contribuyen bastante cuando se invierten en capital social. Hoy el sostén del desarrollo agrícola es justamente la Agricultura Familiar y la estamos sacando adelante con instrumentos que van asociados a inversión y capital productivo". 

Artesanas de Santo Domingo salen a la conquista del retail gracias a proyecto Volver a Tejer

Ver los ovillos de lana que crearon con sus manos a la venta en las grandes tiendas era uno de los sueños que tenían las artesanas de las agrupaciones San Enrique y Santo Vellón, de la comuna de Santo Domingo, quienes a partir de mayo próximo podrán ver el fruto de su trabajo en las vitrinas de Almacenes Paris gracias al proyecto “Volver a Tejer”, que por primera vez incorpora a participantes de la Región de Valparaíso.

Esta es la cuarta versión de la iniciativa impulsada por INDAP y Tiendas Paris, que con colaboración de la Fundación ONA, a cargo de la transferencia y asesoría a las organizaciones de hilanderas involucradas en el proyecto, busca posicionar la artesanía textil tradicional en el mercado del retail.

Junto con destacar la posibilidad de participar, Alejandra Ávila, presidenta de la agrupación Santo Vellón, de la localidad de Bucalemu, comentó que “para nosotras es un nuevo desafío que tenemos y que vamos a lograr. Estamos entusiasmadas y queremos poder ver nuestros hilados en las tiendas. Va a ser una buena experiencia para todas”.

Por su parte, Patricia Ampuero, presidenta de la Agrupación de Artesanos de San Enrique, valoró la posibilidad de ampliar su radio de comercialización: “Es excelente. Nosotras somos productoras de lana, trabajamos la lana, pero no tenemos mercado como el que nos están ofreciendo. Esto nos permite subir de categoría y aprender cosas que no sabemos”.

En total serán 27 las artesanas de la Región de Valparaíso que participarán de este proyecto y que se sumarán a las 300 artesanas de 28 organizaciones campesinas de Chile que han hilado para el mercado 40.900 ovillos de lana de oveja, fibra de llama y de alpaca en las tres campañas anteriores de “Volver a Tejer”.

Producto final

El encargado nacional de Turismo Rural y Artesanías de INDAP, Saúl Pérez, explicó que “este es el cierre de la etapa de inducción de las artesanas que van a participar en Volver a Tejer 4 y en donde se presenta por primera vez el proyecto a la zona central, exclusivamente en Santo Domingo, con dos agrupaciones. Esta vez se pondrá en el mercado media tonelada de lana de oveja y de baby alpaca, trabajo en el que este año participaron diez agrupaciones y 97 artesanas del país y que tendrá como resultado un pack que va a estar en venta la primera semana de mayo a través de Tiendas Paris”.

El producto final corresponde a un paquete de tres ovillos de 100 gramos de fibra de baby alpaca - que se obtiene de la primera esquila de estos animales- y lana de oveja merino. Estos ovillos irán en una bolsa de tela, con instructivo y palillos de madera artesanal, donde además se indicará el origen artesanal del hilado y trenzado de la lana a manos de tejedoras de Santo Domingo.

Camila Claps, del Área Sostenibilidad Empresarial de Paris, dijo que “para nosotros este proyecto es demasiado importante, porque habla del desarrollo de comunidades que queremos impulsar y ayudar a salir adelante. En esta cuarta versión se incluyó a la zona central, porque ahora queremos que todos puedan participar del proyecto, por eso esta versión se va a llamar Volver a Tejer Todos Juntos”.

El alcalde de Santo Domingo, Fernando Rodríguez, dijo que “ésta es una cadena muy interesante para nuestras artesanas, además de una gran oportunidad, ya que no sólo podrán generar mejores ingresos, sino que también van a aprender técnicas nuevas”.

Luego de la reunión con las artesanas de Santo Domingo que permitió establecer compromisos y acuerdos con las instituciones que participan de este proyecto, se visitó el taller de Santo Vellón en la localidad de Bucalemu para ver el trabajo que desarrollan estas emprendedoras.

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Experto Alberto Pedreros: “Mostaza negra es la maleza más agresiva que he visto en cultivos”

Alberto Pedreros es uno de los especialistas en malezas con más experiencia en Chile y hoy está colaborando en el Programa de Control Integrado de la Mostaza Negra en la provincia de El Loa para buscar el método más adecuado para el control de esta maleza.

El académico, que posee grado de doctor y es jefe de la carrera de Agronomía de la Universidad de Concepción, sede Chillán, asesora al programa que lleva adelante INDAP con apoyo técnico del INIA y que financian el Gobierno y el Consejo Regional de Antofagasta.

Ya ha pasado un año de arduo trabajo y Pedreros habla, desde su experiencia en El Loa, sobre la infestación de mostaza negra que ha mermado la producción agrícola en la provincia y que tiene muy aproblemados a los agricultores de Calama rural, Lasana y Chiu Chiu.

- ¿Cuál ha sido su experiencia con este tipo de malezas?

- Para ser franco, nunca vi una maleza tan agresiva dentro de los cultivos. La mayoría de las malezas perennes son invasivas, pero cuando se les agrega algún herbicida se quedan atrás y el cultivo crece. Pero en este caso la maleza encontró un nicho espectacular. No existe un lugar en el mundo donde esta maleza esté dentro de los cultivos. En otros lados la maleza queda afuera porque la comenzaron a controlar desde el principio. Acá es posible que la reacción haya sido tardía, porque ya estaba invadida la zona agrícola. Por eso ha costado sacarla.

- ¿Qué le llama la atención de la mostaza negra?

- Toda la información que tenemos es nueva, porque esta maleza no estaba en Chile. Llegó a un clima que es muy bueno para ella. Lo que le faltaba era humedad y por eso entró a las áreas agrícolas. Una vez que emerge y crece, tolera la sequía, entonces igual va a terminar su ciclo y producirá semillas. Es un fenómeno nuevo, por eso ha sido difícil, desde el punto de vista comparativo, buscar un manejo adecuado. Incluso el manejo de esta maleza que se hace en Estados Unidos es diferente y no nos sirve para lo que estamos viviendo acá, por el hecho de que esta dentro de los cultivos.

- ¿Cuál es la importancia de este programa de control?

- Acá hay una gran cantidad de pequeños agricultores que producen cultivos que tienen muy buena venta en la región. Es bastante conocido el choclo calameño, hortaliza con muy buena salida, y esto ha sido un golpe duro. Hay agricultores que prácticamente han abandonado su suelo y eso es lo peor que hay desde el punto de vista del manejo. Quizás lo han dejado con cierta razón, porque ven que no tienen herramientas para manejarla. Ven que la controlan, pero a la semana siguiente está igual. Pasan 10 días y la maleza está como si no se le hubiese hecho nada. Eso ha dificultado que los agricultores tengan un manejo generalizado. El programa busca que tengan herramientas que les permitan proyectarse más allá de los 15 días sin maleza.

- ¿Cómo ha aplicado su experiencia en malherbología con esta planta?

- Lo primero siempre es hacer un catastro para ver a qué nivel está esta maleza. Esto es importante para saber en qué áreas se pueden aplicar las medidas de control. Lamentablemente, la maleza está en una cantidad mayor a la que se pensaba, entonces hay que seguir viendo, aparte de las formas de reproducción, cuál es la factibilidad de que se transmita por las aguas, en los productos de los propios agricultores como los fardos o por el guano que producen. No tenemos antecedentes comprobados sobre esto último, pero sí sabemos que en otros países, cuando los animales consumen la maleza, en el guano la semilla pasa intacta, entonces cuando se agrega al potrero va en una fuente inóculo inmediata.

- ¿Qué se sabe de esta maleza y su comportamiento?

- Aquí partimos con cierta información desde el extranjero, pero aplicada a esta zona que climáticamente es muy diferente y el destino de los agricultores también es distinto. Es cierto que hay áreas que se pueden comparar con otras malezas, pero la respuesta a los productos químicos ha sido distinta. Además los suelos acá son diferentes, entonces esas características del suelo hacen que no se puedan usar los mismos herbicidas que en el sur, porque acá la poca degradación de los herbicidas impediría cultivar por dos o tres años, sólo permitiría cultivar avena, trigo… y no tiene asunto producir eso en esta zona. Acá el objetivo es totalmente distinto, es controlarla y que el agricultor produzca el mismo año. Como son actividades biológicas no se puede tener todo en un mes, hay que esperar al menos dos años completos para entender el comportamiento y en eso estamos.

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- ¿Cómo evalúa los primeros procedimientos realizados por el programa?

- Se ha avanzado bien y a máxima velocidad. Hemos acumulado mucha información y hay que sentarse a analizarla. Utilizamos un año de ensayo para avanzar solos, pero en este segundo año los agricultores deben entregarnos información acerca de cómo cultivan. Tienen conocimientos ancestrales que han heredado, porque ésta es una zona agrícola diferente y tiene que haber una mezcla entre las tecnologías y los conocimientos que tienen. Tenemos que indicarles cómo hacer ciertas labores para evitar la maleza.

- Esta maleza incluso está en el sector urbano. ¿Qué opina de eso?

- Ésta es una especie que se adapta muy bien tanto dentro como fuera de los cultivos. Lo que es peor es que como es una planta que produce flores relativamente bonitas, a la gente le gusta y no sabe lo que está cultivando. Muchos las dejaban crecer y luego sacaban las flores sin saber que lo que estaban produciendo era una infestación mayor. Ya está en plazas, parques, jardines, orillas de caminos, basurales y eso nadie lo controla, y se transforman en fuentes de infestación primaria. Aparte de la dificultad de controlarla, todavía no existe una norma que diga que hay que evitar su diseminación. Los chilenos no somos buenos para prevenir, somos reactivos, pero acá hay que prevenir que se siga diseminando, prevenir que produzca flores y prevenir que se multiplique.

- ¿Qué le recomendaría a la comunidad y a los agricultores?

- Primero, que no hay que desesperarse, pero tampoco podemos pensar que con un año de ensayo la maleza se va a erradicar. Con cualquier maleza de este tipo, pensar en erradicarla requiere un trabajo de años. Nosotros en dos años queremos encontrar la fórmula para controlarla y para eso los agricultores deben tener una clara conciencia de que si bien la maleza no afecta en la orilla de un cerco, sí es una fuente de infestación. Si el vecino tiene la parcela botada y tiene la maleza es una fuente permanente de infestación. Aquí no basta con controlarla dentro de los cultivos, sino que hay que controlarla en todos los lugares donde esté presente, sobre todo aguas arriba, donde nacen los canales de riego, porque la semilla se la lleva el agua y todos los agricultores que estén aguas abajo se estarán infestando. Hay que tener conciencia de que es un problema serio que nos afecta y todos tienen que participar.

- Se dice que cuando se corta una planta ésta florece más pequeña. ¿Se aplica a esta maleza?

- Dentro de todas las cosas que falta por evaluar está eso. No hay que olvidar que el único objetivo de las plantas es sobrevivir. Si se gastó una semilla en producir una planta, su objetivo es dar más semillas, entonces si produjo mil semillas es un gran éxito para ella. Esta planta produce varios miles de semillas, estamos hablando de 6 millones de semillas por metro cuadrado, lo que es una barbaridad. Si la comienza a cortar efectivamente va a crecer menos, pero va a acelerar su ciclo porque lo tiene que terminar igual. Puede que al final de temporada crezca 10 ó 15 centímetros, pero también hemos visto plantas que florecen a 5 centímetros del suelo, eso muestra que están floreciendo igual. Entonces, una planta de ese tamaño es posible que produzca menos semillas que la planta grande, pero eso igual es un éxito para la planta. Para el hombre no tiene nada de exitoso.

- O sea, controlarla es convivir también con ella.

- Tenemos que convivir, pero con ciertas cantidades. A lo mejor hay una planta en el metro cultivado y no tiene ningún problema, lo que hay que impedir es que produzca semillas. Si no se impide la producción de semillas, puede que a la temporada siguiente tengamos 20 plantas o más y ése sí que es problema. El manejo integrado no busca erradicar la maleza, no es necesario, porque el cultivo tolera unas poquitas. Yo sé que al agricultor no le gustaría ver nada, pero eso es casi utópico, porque todo lo que le hace al suelo para sus cultivos también beneficia a las malezas. Todos lo que fertiliza y riega, también le sirve a la maleza.

- ¿Y el manejo mecánico sirve?

- Nosotros no estamos tratando 100% con herbicidas, más aún cuando no es una maleza con herbicida selectivo. Se necesita integrar con otros métodos. El azadón de rueda ha sido fundamental sobre todo en los cultivos de maíz, pero el problema está en la velocidad de rebrote. Si uno logra llegar con la maleza chica a las 5 ó 6 hojas del maíz, podría crecer hasta las 12 hojas, que es el momento donde dejaría de afectar la maleza por competencia. En ese sentido, el uso del azadón es bueno, pero siempre que sean cultivos en hilera. Para la alfalfa o la zanahoria que se siembra al voleo, y no queda área para pasar el azadón, esta mecanismo no es muy útil.


Espíritu de los colonos floreció en la VII Muestra Agro-Ganadera y Turística de Futaleufú

Un agradable clima veraniego acompañó a los más de mil visitantes que asistieron entre el 3 y el 5 de este mes a la séptima versión de la Muestra Agro-Ganadera y Turística de Futaleufú y que participaron  junto a los habitantes de este rincón patagónico de la Región de Los Lagos en una serie de actividades culturales y recreativas, como el encuentro de cultores de música local y las tradicionales apialaduras y jineteadas que se realizaron en la medialuna del Club de Rodeo.

Con el respaldo de la Agrupación de Pequeños Productores Agrícolas (APPA) “El Sacrificio” del sector Las Escalas, la organización de Palena Consultores, el patrocinio de INDAP y el apoyo del municipio, COVEPA y empresas privadas, la fiesta campesina fue especialmente exitosa y contó con la participación de toda la comunidad fronteriza, incluidas delegaciones argentinas.

Durante la celebración, generaciones de colonos fueron reconocidos en las personas de Elena Figueroa, Alejandrina Vidal, Arnoldo Soto, Viviano Apablaza y Clotilde Vega, quienes por décadas han mantenido el alma fronteriza con honor y orgullo campesino.

Como reina de esta versión, y luego de una competencia que consistió en ensillar un caballo y correr a atrapar una boina, resultó elegida Erica Apablaza Zapata, quien fue coronada por la soberana saliente, Edita Toro, del sector El Azul, y el alcalde Fernando Grandón.

Las actividades camperas, que son las más esperadas por el público, se realizaron el domingo en la medialuna y consistieron en demostraciones de apiaduras (uso del lazo para inmovilizar de sus patas anteriores a un novillo en movimiento) y jineteadas (montar un caballo arisco y mantenerse en su lomo por breve tiempo), en las que participaron de ciudades argentinas cercanas, Palena y de la zona central, todo ello bajo la animación de José Soto y la supervisión de los jueces.

Como siempre, se observó una mixtura de juventud y experiencia, lo que enorgullece a la organización pues uno de los fines de la Muestra es fomentar la identidad cultural y el arraigo a la tierra. En la competencia de apialadura el primer lugar fue para Luis García, seguido de su hermano Atilio y en tercer lugar Nelson Vallejos. En las jineteadas en tanto, el ganador fue Álvaro Cid, escoltado por Cristóbal Troncoso David Meza.

Pedro Vargas, presidente del APPA “El Sacrificio”, felicitó la iniciativa y comprometió desde ya su apoyo para una próxima versión, mientras que Alejandra Torres, representante de Palena Consultores, se mostró muy conforme con el resultado de la Muestra y la participación de los vecinos y visitantes en las actividades. “El desafío es mantener el entusiasmo para la próxima versión”, dijo.

Cristián Piwonka, presidente de la Agrupación El Pueblito Artesanal de Futaleufú, valoró también la actividad y destacó que “fomenta la economía local y otorga identidad a la comuna”.

Durante los tres días de fiesta el público también pudo disfrutar del talento musical de Adelio “El Tropero” Vallejos, Humberto Anguita y Javier Villegas, y de un concurso infantil de dibujos que tuvo como tema central las tradiciones de la zona.

Agricultores afectados por incendios en La Ligua y Zapallar reciben bonos compensatorios

En una verdadera cuadrilla de combate contra incendios se transformó un grupo de agricultores del sector Santa María-Los Molles, comuna de La Ligua, luego que se desatara un incendio forestal en el sector a mediados de enero. El esfuerzo de estos campesinos, que trabajaron casi a la par con los equipos de CONA, hasta altas horas de la madrugada, permitió proteger sus casas del siniestro, pero no así las praderas para alimentación animal que se perdieron casi por completo. En total, más de 1.700 hectáreas de bosque nativo y recursos talajeros.

Esta emergencia activó rápidamente una serie de acciones por parte del Ministerio de Agricultura a través de INDAP, entre las que destaca una línea especial de financiamiento. Se trata de recursos de emergencia de 500 mil pesos por cada agricultor afectado -15 en total-, los que serán destinados a alimentación de ganado y reparación de cercos dañados, entre otras adquisiciones. La inversión alcanza los 7,5 millones de pesos.

La entrega de estos bonos se realizó en la sede Villa Huaquén del sector Los Molles, hasta donde llegaron autoridades regionales y locales encabezadas por el gobernador Hernán Quezada. “Hay que destacar la función relevante del Ministerio de Agricultura a través de INDAP, que tuvo una respuesta inmediata ante un siniestro que se produjo hace 15 días. Eso da cuenta de que el Gobierno actúa prontamente ante las urgencias. Ahora tenemos que hacer un proceso de acompañamiento a las 15 familias damnificadas”, dijo la autoridad provincial.

Bonos por emergencia

Los bonos beneficiaron a 14 pequeños agricultores de La Ligua y a uno de la localidad de Catapilco, en Zapallar, todos usuarios del programa Prodesal. Uno de ellos es el ganadero José Lucas Osorio, del sector Santa María de Los Molles, quien dijo que “la quema de la pradera afectó directamente a mi ganado, así que este bono que nos llega es bueno porque sirve para arriendo de talaje en otro predio”.

Al respecto, el director de INDAP Valparaíso, Álvaro Díaz, resaltó “la acción rápida de la comunidad que ayudó a apagar este incendio que pudo haber sido de mayores proporciones” y dijo que el bono “es el punto de partida de una serie de otras ayudas que INDAP seguirá aportando para reactivar la parte productiva. Gracias a Dios no hubo pérdidas de vidas ni de casas, pero si pérdida irreparable de bosque nativo y de pradera”.  

El seremi de Agricultura, Ricardo Astorga, expresó que “con esto seguimos entregando apoyo a las familias campesinas por los incendios que hemos tenido desde fines de diciembre en varias provincias, especialmente San Antonio y Petorca. El mayor daño fue para los ganaderos, que perdieron pradera natural y no tienen cómo alimentar a sus animales, así que vinimos en ayuda de ellos para que mantengan su masa ganadera”.

Al finalizar la entrega de bonos, un equipo de CONAF, encabezado por la jefa provincial del servicio, Roxana Castillo, explicó las principales medidas preventivas que deben tener los agricultores en sus predios para evitar el brote de nuevos incendios forestales. 

Red de Turismo Rural del Maule llama a retomar confianza y visitar sus emprendimientos

Tras la emergencia que vivió la Región del Maule a raíz de los incendios forestales, algunos de los damnificados indirectos del fuego han sido los emprendedores de turismo rural, quienes han visto mermada la afluencia de visitantes y han sufrido la cancelación de muchas reservas que tenían para este mes.

Elizabeth Hernández, secretaria de la Red de Turismo Rural del Maule, explicó que si bien ellos no sufrieron daños en sus recintos producto del fuego, los turistas fueron espantados por el temor y la sensación de inseguridad que esto género. Por ello, llamó a los maulinos y a todos quienes están de vacaciones de verano a retomar la confianza y visitarlos.

“Estamos promocionando nuestros emprendimientos porque fuimos los afectados fantasmas de los incendios. Debido al pánico generalizado que se produjo, la gente dejó de venir a nuestros recintos. Queremos decirles a todos que estamos 100% activos y no tuvimos pérdidas materiales. Le pedimos a las gente que vuelva, que visite nuestros servicios y no solo a nosotros, ya que hay muchas personas que viven de negocios asociados al turismo rural como los pequeños negocios que están en las rutas, como la pehuenche donde venden tortillas y artesanías, porque todos estamos vinculados”, apuntó.

El director de INDAP Maule, Jairo Ibarra, explicó que en la región hay muchos pequeños productores que trabajan con la institución en turismo rural. Ellos poseen campings, casonas de descanso, cabañas, refugios y spa y ofrecen servicios de gastronomía, cabalgatas, trekking, zonas de pesca, piscinas, quinchos, etc., todos espacios en contacto directo con la naturaleza, y esta temporada es el fuerte para sus negocios.

“Estamos acompañando a la Red de Turismo Rural de la región para decirles a los turistas que aprovechen las bondades del campo, de la precordillera y la costa, donde estos microempresarios cuentan con todo lo necesario para que puedan disfrutar de unas bonitas vacaciones. Por eso los invito a respaldar estas iniciativas y a privilegiar lo nuestro”, dijo Ibarra.

En la ocasión, INDAP y la organización de emprendedores entregaron ejemplares de la Bitácora de Turismo Rural que edita INDAP (descargar aquí), donde se encuentra toda la oferta regional y nacional del rubro.

En Día de Campo dan a conocer nuevas variedades de sandías que se producen en Santa Juana

Con el objetivo de dar a conocer las nuevas variedades de sandías que se están produciendo en Santa Juana, el pasado viernes se realizó un Día de Campo con usuarios del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP en la parcela experimental implementada en el predio de la agricultora Dominga Díaz Jofré, en el sector El Pajal.

La jornada, a la que asistió el director de INDAP Biobío, Andrés Castillo, junto a ejecutivos de la institución y al administrador municipal de la comuna Carlos Umaña, estuvo guiada por el coordinador del programa de extensión, Robinson Sandoval, quien explicó a las autoridades y agricultores presentes el positivo impacto que ha tenido la producción de sandías, las cuales no sólo se producen en esta parcela, sino también en varios predios de la zona.

“Lo más importante fue que en 2016 trabajamos con variedades de sandías que maduran rápido, como Linda, Bonita y Daytona, las que estuvieron listas para la venta la primera quincena de enero, con excelente calidad, y les permitieron a los agricultores obtener muy buenos precios”, apuntó.

Sandoval agregó que “durante la temporada hemos cosechado alrededor de 6.000 sandías, las que fueron comercializadas en los mismos predios y en ferias locales, generando un ingreso extra a los agricultores, que de a poco se han ido dando cuenta de que éste es un rubro rentable y fácil de desarrollar en la comuna”.

El director de INDAP Biobío, Andrés Castillo, destacó la iniciativa y la capacidad de innovar de los agricultores y subrayó que siempre hay que ir buscando nuevos productos y nichos de mercado: “Es fundamental la diversificación agrícola, en especial cuando en un predio se desarrollan varios rubros, ya que permite generar ingresos de forma constante, mejorar la oferta y posicionarse ante los consumidores locales”.

Asimismo, dijo que el trabajo que se está desarrollando en la parcela demostrativa de Santa Juana servirá de ejemplo a muchos agricultores de la comuna que perdieron toda su producción por los incendios forestales, “y tal vez se convierta en una oportunidad de buscar nuevos rubros que les ayuden a levantarse de esta catástrofe”.

Al finalizar la charla técnica, las autoridades y los agricultores recorrieron el predio para observar el cultivo de las sandías, las que pudieron degustar y comparar, concluyendo que no tienen nada que envidiarles a las de Paine.

Comunidades mapuches de Saavedra inauguran dos rukas-taller para la elaboración de pilwas

Recuperar espacios ancestrales para la elaboración de pilwas -emblemática artesanía elaborada con la fibra vegetal del chupón- es el objetivo de las dos rukas-taller inauguradas en la comuna de Saavedra, Región de La Araucanía, las cuales apoyarán el trabajo de las artesanas mapuches del territorio, iniciativa financiada por INDAP y ejecutada por el Instituto Forestal (INFOR), con apoyo de Fundación de Innovación Agraria (FIA).

En la inauguración, enmarcada en el proyecto “Diagnóstico para la Restauración del Chupón (Greigia sp) y la Visibilización de su Valor Ecológico, Patrimonial y Económico, Asociado a la Tradición Mapuche de Elaboración de Pilwas en la comuna de Saavedra, Región de la Araucanía”, participaron autoridades regionales y comunales, encabezadas por el director regional del Consejo de la Cultura y las Artes, Pedro Mariman; la directora regional de Prodemu, Marcela Arriagada; el alcalde de Puerto Saavedra, Juan Paillafil; la presidenta de la organización artesanal Kusaufe Domo, Mercedes Huincateo; y la representante de la familia Chihuaicura-Paillafil, Elena Paillafil.

Uno de los aspectos que se destacó en la ceremonia fue el hecho de que la construcción de las dos rukas estuvo a cargo de la organización artesanal Kusaufe Domo (Mujeres Trabajadoras) y la familia Chihuaicura-Paillafil, respectivamente, ambos grupos artesanales que participan en el proyecto.

“Esta Ruka es muy importante para nuestra familia, ya que nos permitirá trabajar más y de mejor manera nuestra artesanía. Antes sólo podíamos hacerlo en verano y teníamos que parar en invierno, porque la materia prima que usamos se echaba a perder”, destacó Sandra Chihuaicura.

Para la presidenta de la organización Kusaufe Domo, Mercedes Huincateo, estas rukas vienen a cumplir un sueño que tenían dese hace mucho tiempo, ya que con ello se valoriza su trabajo, que no sólo tiene un componte económico, sino que especialmente cultural. “Somos ocho artesanas del chupón que vivimos en el sector Coninbudi y formamos este grupo en 2014 para unir nuestras fuerzas en torno al trabajo de la artesanía tradicional mapuche, la que hemos aprendido de generación en generación. La artesanía de chupón nos permite tener un ingreso para el hogar, aprovechando los recursos que nos entrega la ñuke mapu (madre tierra)”, expresó la dirigenta.

La materia prima de las pilwas son las hojas del Chupón, a las que se les sacan las espinas de los bordes y luego se parten para dejarlas secar al aire libre. “La ruka es el espacio ideal para secar hojas de chupón, porque este proceso se puede realizar en verano o invierno usando el fogón tradicional. Una vez que las pilwas están listas, también deben mantenerse en un espacio seco, que es el que otorga la ruka”, explicó la directora del proyecto e investigadora de INFOR Los Ríos, Juana Palma.

La profesional agregó que para ambos grupos de artesanas, la ruka no sólo será el espacio para trabajar en el tejido de pilwas, sino que también servirá para preparar alimentos tradicionales que pueden ofrecer al turista que visite la comuna de Saavedra y el Lago Budi. De hecho, una de las rukas está ubicada en la Playa Maule, donde hay mucha afluencia de público, y la otra se encuentra en el sector rural de Coninbudi, distante 7 kilómetros del pueblo de Puerto Saavedra.

Apicultor de Marchigüe Ernesto Cornejo: “Con las abejas que me quedan seguiré luchando”

Ernesto Cornejo Palominos es uno de los productores usuarios de INDAP afectados por los incendios forestales. Su terreno se ubica en el sector La Quebrada de la comuna de Marchigüe, Región de O’Higgins, donde el fuego arrasó con todo a su paso y poco pudieron hacer sus habitantes para salvar siembras, árboles, animales e incluso viviendas.

El agricultor cuenta que prácticamente no pudieron recibir ayuda para combatir las llamas. El fuego era tan violento que se formaba un túnel que no dejaba pasar a los carros de Bomberos. Debido a eso, y como pudieron, armaron cortafuegos y mojaron las casas para rescatar lo más posible. El escenario actual habla por sí solo: una enorme mancha negra cubre el predio y sólo los espinos comienzan a reverdecer tímidamente.

El incendio se extinguió solo y dejó a su paso tristes secuelas. El galpón que había fabricado con sus hijos el año anterior sufrió pérdida total, la noria que abastece de agua a su familia y animales quedó destruida y sucia y los cierres de su terreno desaparecieron por completo. En cuanto a sus animales, de 34 cabras solo se salvaron cuatro y las demás murieron calcinadas en los cerros, dos yeguas con sus pequeños potrillos sufrieron graves quemaduras y más de la mitad de sus colmenas, que en ese momento estaban en Nilahue, no pudieron rescatarlas.

"Tenemos que salir adelante", dijo firme Cornejo el día que recibió el bono de INDAP, de un millón de pesos, que apoya a los pequeños agricultores afectados por los incendios para iniciar el proceso de reconstrucción. Y es que su actitud, así como la de otros campesinos, ha sido de resiliencia, pese al impacto que esta catástrofe significó en la economía familiar.

“Era nuestra fuente de trabajo y es una gran pérdida, porque más o menos son 6 millones de pesos, en material y abejas, lo que perdimos. Pero con las que me quedan seguiré luchando. El problema es que ahora no tienen comida”, indicó el apicultor, que al igual que otros pequeños productores vende la miel a empresas más grandes para su comercialización.   

Las abejas y el ecosistema

Tras los incendios, muchas colmenas desaparecieron y las que se salvaron corren riesgo de morir, ya que no tienen de dónde obtener alimento. Para enfrentar esta situación se han llevado a cabo campañas de organizaciones campesinas como la Red Apícola Nacional y privados para donar azúcar, la que tiene diferentes puntos de acopio en las regiones afectadas.

Esto permitiría pasar la emergencia; sin embargo, no es una medida definitiva y la preocupación es sobre todo por la próxima temporada. “El próximo año no va a haber floración. Se murió todo el bosque nativo”, dijo preocupado Ernesto Cornejo. Así como la flora es alimento para las abejas, éstas son vitales en la polinización y recuperación de lo perdido.

Una de las medidas a mediano plazo es recuperar los bosques nativos y la flora endémica que contribuyen en la producción de miel. Mientras tanto, desde la Red Apícola Nacional están evaluando la posibilidad de trasladar algunas colmenas a la Región de los Lagos, donde están ofreciendo terrenos con agua, flora y pastizales, para que así las abejas puedan salir de sus colmenas a pecorear.

Pese a que es necesario reforestar, el agricultor hace un llamado a “evitar que existan bosques tan cercanos a las casas. Tendría que haber por lo menos un kilómetro o 500 metros desde el bosque a las casas, porque plantan en el deslinde y eso no debiera estar permitido”, señaló refiriéndose a las plantaciones de pino y eucalipto.

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