Viña Keltrewe y Juan Rosales obtuvieron medallas de Gran Oro en Concurso del Vino del Valle del Itata

Con reconocimientos de Gran Oro a Rita Gajardo, de Viña Keltrewe, por el Mejor Vino Elaborado por Mujeres, con su Cinsault 2023, y a Juan Rosales, en la categoría Mejor Vino del Concurso, con El Renacer Espumante Cinsault 2014, se dirimió la décima versión del Concurso del Vino del Valle del Itata 2023 de INDAP.

En esta versión se evaluaron cerca de 120 muestras de vinos en la Viña Santa Berta, en el corazón de la comuna de San Nicolás, para elegir las mejores etiquetas del Itata de las cepas País, Moscatel, Cinsault, además de los mejores espumante y mezcla y otras cepas.

Los premiados fueron los siguientes: Mejor Cinsault, Rita Gajardo, Viña Keltrewe, Cinsault 2023, Santa Cruz de Cuca, Chillán; Mejor País, Luis Lagos, Viña San Luis, Nüyün País 2023, Guarilihue, Coelemu; Mejor Espumoso, Juan Rosales, El Renacer Espumante Cinsault 2014, El Quilo, Ránquil; Mejor Moscatel de Alejandría, Liz Soto, Aurora Moscatel de Alejandría 2023, Guarilihue, Coelemu; Mejor Mezcla y Otras Cepas, Joel Neira, Viña Piedra del Encanto, Carmene Rosé 2023, Bularco, Ránquil.

“El vino que ganó Gran Oro es un Cinsault 2023. Soñábamos con un vino que no tuviera defectos y logramos un vino con buen cuerpo, buen grado alcohólico, muy rico, de bonito color, un vino que para nosotros es un orgullo”, contó emocionada Rita Gajardo, de Viña Keltrewe. “Por eso agradezco a INDAP, que siempre está detrás de nosotros apoyándonos. Además, concursos así nos sirven para la publicidad, entonces es maravilloso tener una medalla”, añadió tras la premiación.

Para Michael Rosales, que recibió el Gran Oro en representación de su padre y como coautor de El Renacer Espumante Cinsault 2014, este premio es un espaldarazo que ayuda a mantener viva una tradición y a dar valor a las cepas. “La viña es algo que no se olvida. Yo lo valoro mucho, porque sé cuánto se esfuerzan. Me emociona este logro, porque es un reconocimiento. Sé que para mi padre fue un golpe anímico para lo que hace día a día, y también para mi familia. Agradecido de que haya dado fruto el esfuerzo”, declaró.

Agregó que “decir a todo joven que no olvide sus raíces, de dónde somos. El mundo vitivinícola es un mundo muy débil, pero aun así se da esta instancia donde se reconoce y eso ayuda. Y este logro fue realizado en conjunto, fue toda una familia detrás de este espumante”.

“Este es un concurso muy esperado por nuestros viñateros y viñateras, porque pone en valor las distintas cepas del Valle del Itata, los procesos creativos que tienen nuestros viñateros, la relación con la parra, con el suelo, con el clima, y eso lo ve el jurado del concurso. Este año además se incluyó la categoría al mejor vino por manos de mujer y la composición del jurado también es paritaria”, destacó la directora de INDAP Ñuble, Fernanda Azócar.

“Éste es un concurso con mucho carácter, mucho diálogo, que apoya a nuestros viñateros, que se vieron altamente afectados por los incendios forestales. Esta es una medida que refuerza el espíritu noble que tienen nuestras parras y nuestros viñateros para seguir adelante”, agregó Azócar.

Según Fernanda Valenzuela, socia fundadora de la Asociación de Mujeres en el Vino de Chile, “cada vino que probamos dice que Itata tiene mucho que mostrar, cosas que mejorar y, por supuesto, INDAP está ahí. Itata tiene historia, patrimonio, un territorio potente, donde algunas cepas y estilos de vino nos sorprenden porque son miradas diferentes, pero también nos da la garantía de que no se han perdido la tradición y la cultura. Por mejorar están la sostenibilidad, la calidad, y aceptar que hay diversidad, no tratar de que todos los vinos sean iguales”.

“Veníamos con preocupación lo que sucedió esta temporada con los incendios y debo admitir que, como parte del jurado, quedamos sorprendidos por la calidad de los vinos. Hay muy poca presencia de humo notorio y están con una calidad excepcional”, destacó el enólogo y parte del directorio de la Asociación de Enólogos de Chile Juan Francisco Álvarez. “Si hubo alguna incidencia fue quizás el excesivo calor en el verano, que se nota en un punto de madurez superior en algunos vinos, pero el humo prácticamente no está. En particular me sorprendió la calidad de los espumantes”.

Durante la premiación se entregó un reconocimiento a los miembros del jurado, a quienes les tocó la responsabilidad de realizar catas a ciegas para dirimir a los mejores productores en las diferentes categorías, además de un homenaje a Guillermo Pascual, enólogo de la zona, por su defensa del Valle del Itata y porque además ha estado en 9 de las 10 versiones de este concurso. En cada categoría, los ganadores obtuvieron una Medalla de Oro, un pallet de botellas y un rollo de mil sellos para sus botellas. Los dos premios Gran Oro recibieron 1.000 sellos con esta distinción y una cuba de mil litros de acero inoxidable.