ÚNICO HABITANTE DE VEGA CHELA MANTIENE VIVA SUS TRADICIONES Y CULTURA HEREDADA DE LOS ANTEPASADOS

Entre salares y pastizales, organismos públicos y privados ejercen soberanía y fomentan actividad agropecuaria ollagüina.

Autor: Indap

Antofagasta

Marino Gabriel, es ollagüino del sector de Vega Chela y según el carnet de identidad está próximo de cumplir 70 años, pero en realidad tiene 74, ya que en la fecha de su nacimiento no se inscribió su partida. Llegó a la localidad en 1976 junto a su esposa y en ese lugar criaron a sus hijos, compartiendo el sitio rodeado de bofedales y pasto con otro matrimonio que luego se trasladó metros más abajo.

Actualmente es el único habitante de la zona, hallado a más de 4000 m.s.n.m., a 30 kilómetros desde el camino que conecta Ollagüe con Calama, entre los salares de Ascotán y Carcote. Allí vivía hace dos meses con su señora, pero un alza de presión la llevó a la capital provincial a recibir el resguardo, preocupación y cariño de sus hijas que cuidan de ella, turnándose el visitar a su valiente y aguerrido progenitor cada fin de semana, llevándole mercadería y otros enseres.

Diariamente saca a pastorear a cerca de 200 camélidos que son del grupo familiar, los cuales son su sustento, además de protegerlos de la amenaza del puma y otros depredadores que merodean la cordillera de Los Andes en esos imponentes y bellos parajes. Su condición indígena y su vida dedicada a la ganadería le permitieron acceder al Programa de Desarrollo Territorial Indígena –PDTI-  de Ollagüe que realiza INDAP y ejecuta en la zona la Corporación de Desarrollo de la provincia El Loa.

Operativo veterinario

Ante la llegada del verano, los ganaderos de los diferentes sectores de la región se preparan para desparasitar a los animales y prepararlos para enfrentar en buenas condiciones las inclemencias de las lluvias altiplánicas. Para esto, la unidad operativa de la comuna solicitó la concurrencia y apoyo de la Sección de Veterinaria del Regimiento Reforzado N°1 de Calama, quienes gustosamente colaboraron en la actividad con conocimientos, profesionales y técnicos.

El capitán Marcelo Rojo Fuentes a cargo de la unidad junto al enfermero Rebolledo y los conscriptos miembros del equipo temprano partieron al lugar y atendieron uno a uno a los animales de los usuarios del programa. Allí, primero otorgaron charlas técnicas donde recomendaron un manejo adecuado de los guanos de abono para evitar la proliferación de moscas, recomendaciones en la alimentación y en el manejo de los piños.

El capitán Rojo expresó que “hoy se trata más de un tema racional y tranquilo que garantice que con esto se afecte menos la producción de carne y leche en los animales”. Con esto agregó que la principal recomendación que se les da a los productores es que sean constantes en la preocupación y cuidado de su ganado y que se repita en el tiempo para beneficio de los usuarios, posterior venta y consumo.

Praderas y bofedales

El profesional a cargo del operativo, Juan Carlos Alcayaga Segovia, conocedor de los distintos lugares cordilleranos que forman parte de la comuna fronteriza con Bolivia, manifestó que estos sitios son de difícil cultivo de alfalfa, en las que sólo permite un corte al año. Esto ha derivado en el apoyo, asesoría y preocupación constante del programa con las personas que se dedican y ejercen esta actividad económica en forma dispersa y en condiciones extremas en las altas montañas de la región de Antofagasta.

Don Marino, su familia y ganado pasarán en el lugar un verano mejor resguardado y protegido, gracias a gestiones del Programa de Desarrollo Territorial Indígena –PDTI- que le proporcionó un galpón de acopio forrajero y animales vacunados y desparasitados. Un apoyo en galpones, fertilizantes, semillas y principalmente fardos que recibieron los ganaderos y agricultores de Amincha, Puquios, Ollagüe y Vega Chela, donde se han asentado a realizar su actividad.

Por lo mismo la directora de INDAP de Antofagasta, Jannette Araya Villarroel manifestó que “además de entregar asesoría permanente y apoyo con inversiones, también se ejerce soberanía con esta comuna limítrofe de condiciones tan difíciles y agricultores tan dispersos”. Asimismo, enfatizó que para estas actividades “poder contar con el apoyo del Ejército y realizar esta labor en menor tiempo permite bajar el estrés de los animales y el ganadero resulta más contento, ya que se le aplica la asistencia veterinaria más rápido y el ganado puede continuar su trabajo habitual de pastoreo al aire libre”.

Una gestión de apoyo que realizó la Corporación de Desarrollo de la Provincia El Loa, los ejecutores del Programa de Desarrollo Territorial Indígena en Ollagüe, dando todas las facilidades para que los ganaderos tengan lo necesario para su trabajo diario. 

Por su parte, el comandante del Regimiento Reforzado N° 1 de Calama, coronel Rodrigo Pino Riquelme, indicó que “para nosotros constituye un estímulo el poder ayudar a la comunidad a la cual nos debemos”. De tal modo que “participar con otras organizaciones del Estado y privados o particulares en apoyo a la comunidad significa sumar esfuerzos para el bienestar de nuestra población”.

Una actividad que el comandante Pino cuenta que se enmarca en el eje de la responsabilidad institucional que junto a INDAP y otros organismos particulares permiten llegar a todos los rincones del país donde un chileno realice esta actividad económica. Un trabajo que el Ministerio de Agricultura a través de INDAP realiza para fomentar el desarrollo de la agricultura y ganadería, marcando presencia, ejerciendo el rol que como Estado le compete con su ciudadanía e incorporando a todos y todas, para construir más temprano que tarde un Chile rural inclusivo.

Rodrigo Ampuero Saavedra
Prensa INDAP
Región de Antofagasta