TOMATES HIDROPÓNICOS SE DESARROLLAN CON VIGOR Y FUERZA DE LA MANO DE LA INNOVACIÓN Y JUVENTUD EN ANTOFAGASTA

Con orgullo y satisfacción Fernando Salinas recibe a sus amigos y les muestra su producción de tomates hidropónicos desarrollada con esfuerzo, tecnología e innovación. Hace un año y medio, él estaba de noche manejando un radiotaxi y apostó todo para emprender en esta actividad en medio del desierto más árido del mundo en el sector de Altos la Portada de Antofagasta.

Él al igual que un centenar de socios de la Asociación Gremial de Agricultores de Altos la Portada dejará de recibir el agua en camiones aljibes y acogerá el agua desalada y potable directamente en su predio. Esto, gracias a una alianza público privada, entre Komatsu, Aguas Antofagasta, el Gobierno Regional y la Seremía de Agricultura, donde INDAP seguirá apoyando con toda su batería de instrumentos y asesoría técnica, afirmó el subdirector Nacional de INDAP, Ricardo Vial Ortiz.

Fue en la inauguración de este moderno sistema de riego, pionero en el país, que la autoridad del agro nacional se encontró con Fernando, luego que participara en el taller del plan estratégico de los jóvenes. En la ocasión, el subdirector de INDAP afirmó “como institución nos queremos hacer cargo de darle un espacio a los jóvenes para que se atrevan y tengan la posibilidad de acceder a los instrumentos de forma prioritaria”.

Catorce estanques de acumulación y distribución de agua de 30 metros cúbicos y 800 metros de tubería de alta calidad y confiabilidad que fueron inaugurados con la presencia del subsecretario de Agricultura, Claudio Ternicier. En la oportunidad, también se encontraban el intendente Valentín Volta, el gerente general de Aguas Antofagasta, Hugo Masana, el gerente de Komatsu Aurelio Piqué, el seremi de Agricultura, Jaime Pinto, la directora de INDAP región de Antofagasta, Jannette Araya, entre otras autoridades más.

Un hito único en el país que sumado a la energía, valor y riesgo de Fernando pronto dará sus frutos, llevando alimentos, frescos, saludables e inocuos a las mesas de los antofagastinos. Una apuesta de alianza entre el mundo público y privado que sienta las bases para soñar y pensar más temprano que tarde en la exportación y apertura de más y mejores mercados y llegar al anhelada seguridad alimentaria.