Prueban una cosechadora de papas adaptada para el combate a la Mostaza Negra en Calama

Autor: Indap

Antofagasta

El combate a la nociva maleza Mostaza Negra en la comuna de Calama, Región de Antofagasta, ha obligado a los agricultores y expertos a utilizar toda su creatividad e ingenio. Prueba de ello son las pruebas que se están realizando en el sector Cerro Negro -que tiene el mayor nivel de infestación- con una cosechadora de papas adaptada, la que extrae una mayor cantidad de raíces profundas y gruesas en los terrenos agrícolas, junto con alivianar la labor de los agricultores.

“Gran parte de los agricultores trabajamos en forma manual, sobre todo con rastrillo, lo que genera un desgaste en el combate a la maleza. Con esta máquina se podría alivianar el trabajo, sería más rápido y práctico e implicaría una organización entre los agricultores para que vaya rotando por los predios. Yo estoy contento con lo que se ha avanzado, ya que mi parcela se nota más limpia”, dijo Ricardo Chamorro, quien facilitó su terreno como parcela demostrativa.

La cosechadora de papas fue adquirida a través del Programa de Control Integrado de la Mostaza Negra que ejecuta el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA). Tras algunos ajustes se hicieron las primeras pruebas para extraer raíces ubicadas a 15 o 20 centímetros de profundidad, con el objetivo de que los agricultores puedan filtrar mejor la tierra y extraer los restos vegetativos al preparar los suelos para las siembras de primavera.

“El procedimiento está en evaluación, pero en forma preliminar se ve que puede ser útil. Si bien la cosechadora fue creada con otros fines, hemos debido abrir las opciones e innovar para buscar alternativas de manejo que nos ayuden a preservar la agricultura loína”, expresó la directora de INDAP Antofagasta, Jannette Araya.

La coordinadora del Programa de Control integrado de la Mostaza Negra, Patricia Videla, explicó que en la etapa investigativa se detectó que el grosor de las raíces de la maleza dificultaba el manejo y acceso de los herbicidas que se ocupaban. “Fue ahí que a uno de los profesionales del INIA se le ocurrió la idea de cosechar las raíces con este equipo. Si probamos que es una buena alternativa, lo óptimo sería que la maquinaria rote entre los agricultores. Aún faltan algunos ensayos, porque no todos los suelos son iguales”, expresó.

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