Productores de frutillas de Magallanes entran en alerta por plaga de nematodo: plan de monitoreo y capacitación

Todavía no hay indicios en Magallanes del nematodo (Aphelenchoides fragariae) que afecta a las plantas de frutillas, pero las autoridades, lideradas por la seremi de Agricultura, Irene Ramírez, iniciaron monitoreos y mesas ampliadas con los agricultores de todas las provincias para mantener una coordinación a toda hora e informar de cualquier sospecha de plaga. La idea es “mantener el patrimonio fitosanitario de la región”.

En los últimos años, la superficie de cultivo de frutilla bajo plástico aumentó en la zona austral. “Es un buen negocio y un producto muy demandado en los Mercados Campesinos que se realizan en la región. Los magallánicos destacan la dulzura del fruto, a diferencia del que llega de otras regiones”, explicó Patricia Delgado, presidenta del Consejo Asesor Campesino.

En ese escenario, Puerto Natales, antesala de las turísticas Torres del Paine, lidera la producción de frutillas, con 25 agricultores usuarios de INDAP que destinan una superficie bajo plástico que supera las 2,5 hectáreas. Ellos están coordinados en un chat para enviar fotos y dar cuenta de cualquier irregularidad que detecten en sus cultivos. A su vez, el SAG, junto a INDAP e INIA, iniciará un plan de monitoreo en octubre, cuando se observa un mayor desarrollo foliar del cultivo.

Punta Arenas sigue con 11 productores, que suman en total 2.700 metros cuadrados, poco más de un cuarto de hectárea, aproximadamente. Y Porvenir, con 30 productores, no supera los 700 metros cuadrados bajo invernadero.

“Estoy tranquila. Las cosas se están haciendo bien y nos sentimos apoyadas por INDAP y la gente del agro”, dijo Juana Ruiz, agricultora de Porvenir, tras participar vía online en una reunión con otros agricultores y especialistas del SAG, INIA y profesionales de la Seremi de Agricultura. “Voy a comenzar recién a poner los plantines y revisaré todos los días por si veo algo extraño”, precisó.

Según Felipe Sánchez, encargado del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP en Porvenir, el nematodo afecta el rendimiento del cultivo, ya que ataca la parte aérea y disminuye la condición de la hoja. “Estamos realizando controles, monitoreando el campo, en conjunto con el SAG, y chequeando a quienes compraron plantas entre 2020 y 2021, desde el día uno que comenzó la emergencia”, indicó.

El nematodo de la frutilla es una plaga que provoca malformación en el brote, enrojecimiento de los pecíolos, deformación del fruto, muerte de la yema de la corona, entre otros daños, pero las personas pueden consumir las frutillas sin problemas, ya que no afecta su salud.

Para el director regional (S) de INDAP, Gabriel Zegers, lo importante y más básico es mantener la calma y hacer todos los monitoreos que sean necesarios. “No dejaremos solo a ningún productor ni productora de frutillas y como servicio estamos abordando acciones concretas para ayudarlos, tales como apoyo crediticio y capacitación para la prevención del ingreso de esta plaga y su manejo en caso de detectarse”. 

También dijo que “ésta es una oportunidad para reflexionar en torno a la biodiversidad agrícola. La naturaleza es compleja y a veces impredecible, por eso los antiguos agricultores manejaban varios cultivos a la vez y era raro que colocaran todos los huevos en una misma canasta".

Según Zegers, en condiciones de monocultivo de frutilla, como en la zona central del país, es mucho más fácil que se propaguen las plagas. “Aquí en Magallanes debemos apostar por una agricultura más ecológica y resiliente, tanto ante estas plagas que ingresan producto de la globalización, como frente al cambio climático; es decir, una agricultura que reme con la naturaleza y no contra ella, y para eso la agroecología como ciencia y movimiento social ha avanzado mucho”, precisó.

Por último, hizo un llamado a las productoras a que, ante sospechas de la presencia del nematodo en sus plantaciones, realicen una denuncia en la oficina de INDAP o el SAG más cercana.

En Magallanes la frutilla del tipo Albión es una de las que mejor resultado ha dado, principalmente porque no responde a la cantidad de horas de luz (largo del día) y solo necesita temperaturas del suelo por sobre los 12°C para emitir flores. Su producción es más homogénea a lo largo de la temporada y responde de manera adecuada a sistemas forzados bajo túneles o invernaderos.

La opción por esta variedad de frutilla llegó después varios ensayos realizados por INIA Kampenaike en conjunto con usuarios de INDAP. La principal en Chile es la Camarosa, pero es de día corto y da una flor por temporada, así que los productores intentaron con más de seis variedades y la Albión fue la que más rindió. Este tipo de frutilla comienza a darse a fines de noviembre y finaliza en otoño, con rendimientos que superan los 0,5 kilos por planta y un excelente retorno económico para el o la agricultora de Magallanes.