PREMIO MUNDIAL DE ALIMENTACIÓN SANJAYA RAJARAM DIO A CONOCER SU RECETA PARA COMBATIR EL HAMBRE

Doctor en genética indio participó en el VIII Foro Internacional América Latina, Alimentos para el Mundo, organizado por Fedefruta y Afipa, en donde abogó por la masificación de los cultivos genéticamente modificados.

Autor: Indap

Nacional

Si en algo coinciden todos en el mundo de la agricultura es que América Latina es una gran despensa de productos que tiene el planeta para el futuro y en que uno de los principales problemas que enfrenta hoy este sector es la falta de mano de obra, debido, principalmente, a la inmigración de las nuevas generaciones del campo a la ciudad en busca de mejores horizontes.

Este diagnóstico también lo comparte el científico indio Sanjaya Rajaram, Premio Mundial de la Alimentación 2014, quien desarrolló 480 variedades de trigo pan, “innovación” que ha permitido aumentar la producción de estas cereales en 200 millones de toneladas al año a nivel global.

Doctor en genética vegetal, Rajaram visitó nuestro país para participar en el VIII Foro Internacional América Latina, Alimentos para el Mundo, organizado por Fedefruta y Afipa, donde dio a conocer su visión para satisfacer las necesidades alimentarias hacia el 2050.

El visitante reseñó que la agricultura es la actividad más extensa del mundo, que el 55% de los cultivos se utilizan para nutrir a las personas, que el arroz es el alimento más importante de todos, que una cuarta parte de la humanidad “come insectos regularmente” y que uno de cada ocho humanos está en riesgo de muerte por el hambre, “y es lo que nos duele”.

Afirmó que en 2050 habrá más de 9 mil millones de bocas que alimentar y que la manera de satisfacer esta gigantesca demanda pasa por evitar la deforestación, producir más en los campos existentes, implementar “una agricultura de precisión”, usar los recursos en forma eficiente, recolectar agua de lluvia y reducir el desperdicio de alimentos que se produce antes de que sean consumidos.

¿Qué hacer?, se pregunta Rajaram, y se responde que las claves para enfrentar esta gran problemática son “ser eficientes, intensificar los cultivos sustentables en las pequeñas granjas, fomentar una agricultura de cooperación, velar porque los suelos estén sanos para las siembras, administrar en forma eficiente el agua, manejar en forma integrada las plagas e incorporar variedades mejoradas de cultivos, incluyendo a aquellos genéticamente modificados”.

En relación a las innovaciones que se debiera implementar en la agricultura familiar campesina, que hoy está conformada por alrededor de 500 millones de granjas en el mundo, las que son un aval de seguridad alimentaria y sustentabilidad, plantea que la realidad es compleja y diversa, pero que en lo medular deben ser el foco de las inversiones y asesorías públicas y tienen que tener un ambiente estimulante para innovar (condiciones macroeconómicas estables).

Sobre la situación global de los cultivos genéticamente modificados, reconoce que hay un gran debate y que las posiciones están divididas frente a este tema, pero dice que, a su juicio, producen beneficios ambientales y socioeconómicos muy importantes y que por eso los promueve. Según dijo, en la actualidad hay  160 millones de hectáreas con este tipo de cultivos en 29 países, 19 en desarrollo y 10 industrializados. Entre estos últimos citó los casos de China, con 7 millones de hectáreas, e India, con igual cantidad.

La propuesta planteada por Rajaram en este encuentro de la agroindustria chilena fueron implementar tecnología de híbridos a nivel de granjas, ampliarla a nuevos productos -más allá del arroz, la soya, el maíz y los frijoles- e invertir en la formación de científicos agrícolas, ya que, de lo contrario, no se podría resolver la encrucijada del hambre.