Pequeños viñateros mapuche de Carahue y Nueva Imperial realizan tradicional vendimia junto a INDAP

Autor: Indap

Araucanía

Nibaldo Aravena, de Nueva Imperial, e Isolina Huenulao, de Carahue, en la Región de La Araucanía, apostaron hace algunos años por diversificar sus rubros productivos y plantaron uvas viníferas de la cepa Pinot Noir en zonas donde tradicionalmente no se desarrollaban. Hoy ya tienen en marcha sus viñas Santa Marta y Wuampuhue, respectivamente, y acaban de realizar sus vendimias.

“Para mí la vendimia es lo máximo, es una alegría enorme, porque es el resultado de un trabajo largo”, comenta Nibaldo Aravena, quien orgulloso asegura que en solo media hectárea cultivada y con alrededor de 1.700 plantas ha logrado sacar una excelente producción.

Esta es la tercera vendimia que Nibaldo Aravena, usuario del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), realiza en la Viña Santa Marta, ubicada en el sector Los Boldos y creada en 2013 gracias a una inversión realizada por el convenio entre INDAP y el GORE de La Araucanía.

En las cercanías del río Imperial, en tanto, Isolina Huenulao desarrolló su segunda vendimia, esta vez con la finalidad de sacar adelante un nuevo producto. “Será el primer espumante de origen regional y mapuche. Un producto artesanal, sin burbujas artificiales, lo que lo hará más sofisticado y cotizado entre los conocedores”, asegura la agricultura.

El CFT Santo Tomás de Temuco participa en el trabajo de la Viña Wuampuhue desde la academia. “Nosotros elaboramos un proyecto de vinculación con el medio y en ese contexto, en la asignatura de vitivinicultura, estamos colaborando en la vendimia de doña Isolina, para lograr un espumante con características propias de nuestra región”, dice Alexa Guzmán, jefa de la carrera de Recursos Naturales.

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Asesoría técnica

Para los expertos, el clima de La Araucanía tiene un conjunto de condiciones que marcan de manera determinante la producción de un vino. Por ejemplo, es ideal para vinos frescos y espumantes; es un producto diferenciado, posee sello de origen y además genera empleo y le da un valor agregado al territorio. Sin embargo, las brechas también son considerables y es ahí donde INDAP juega un rol clave.

Según Carolina Meier, directora regional de INDAP, uno de los compromisos de la institución es apoyar los rubros no tradicionales en la pequeña agricultura. “El plus que tienen las viñas manejadas por la Agricultura Familiar Campesina en La Araucanía es que están asociadas a un tema cultural y turístico propio de la zona, lo que permite un desarrollo más integral”, afirma.

Meier precisa que para establecer nuevos cultivos en la región es necesario el conocimiento técnico, “y en ese contexto INDAP ha buscado expertos en las áreas de la vitivinicultura y la enología para entregar a los pequeños productores la asesoría y herramientas necesarias para producir una vid de calidad”.

Actualmente en La Araucanía existen 33 proyectos vitivinícolas de pequeños productores apoyados por INDAP, que en una superficie de 22 hectáreas apostaron por la reconversión y por demostrar que en la región las viñas son una alternativa sustentable para el desarrollo rural.