PEQUEÑOS GANADEROS DE INDAP TODAVÍA PRACTICAN LA ESQUILA A LA VIEJA USANZA EN TIERRA DEL FUEGO

Más de 10 mil ovejas pasan durante la temporada por la Estancia Gente Grande, complejo fundado en 1885 y donde aún sobrevive la casa de la administración, la más antigua de la isla

Autor: Indap

Magallanes

Casi un millón de ovejas existen en Tierra del Fuego y poco más de 15 mil son esquiladas en los galpones de la estancia Gente Grande, emblemático predio fundado en 1885 y donde sobrevive a duras penas la casa de la administración, hoy la más antigua construcción de la isla.

En la histórica estancia, ubicada a 50 kilómetros al noreste de la ciudad de Porvenir, a ratos todo cobra un tono amarillo: el coirón, el guanaco, las plumas del ñandú, el atardecer, el viento que levanta telas casi invisibles sobre el paisaje.  Y es que todavía algunos pequeños ganaderos, usuarios de INDAP, mantienen viva la tradición y trasladan sus piños varios kilómetros para ocupar el viejo sistema de prensado de lana y revivir la fiesta de la esquila a la usanza antigua. 

Entonces cuadrillas de esquiladores se atrincheran varios días y los ganaderos comentan los precios de la lana, la calidad del pasto y los resultados de las marcas de animales. Todo al aire libre o en el viejo galpón, mientras cada oveja espera su turno.

Angélica Kalacich, desde pequeña hace la ruta y aunque en el campo de su madre tiene galpón y todo lo necesario para esquilar prefiere trasladar sus ovejas varios kilómetros.

“Hay nostalgia, cariño por la tierra, por eso siempre vengo. Antes llegaba junto a mi padre, Agustín Kalacich, pero ya no está, así que hace 16 años apoyo a mi madre en las tareas del campo.  Antes venían ganaderos de muchos sectores, hoy quedan menos parceleros y la mayoría prefiere hacer la esquila en su propio campo”, explica.

Durante la faena, una de las tareas más difíciles es utilizar la vieja prensadora de lana, Álvaro Andrade, la conoce hace más de 20 años: “Es un trabajo rudo y arriesgado, hay que trabajar concentrado, la mente tiene que estar atenta, porque hay gente que ha muerto”, explica mientras mueve los gigantes fierros que sostienen la estructura y aprisionan los vellones.

Cada esquilador tarda entre 2 y 3 minutos por oveja, las del tipo Merino y los carneros son los más difíciles.  “El oficio se está perdiendo, cada vez son menos los jóvenes que se interesan”, lamenta  José Álvarez, oriundo de Chiloé y hace 36 años esquilador en Tierra del Fuego.

Para el jefe de área de INDAP en Porvenir, Carlos Cárdenas, la esquila en el sector es una tradición que se repite al menos dos veces al año, durante la esquila de preparto, en septiembre y la esquila en seco, diciembre.  “Este sector tiene una alta carga histórica y gran parte de los parceleros que integran la sociedad Gente Grande son usuarios nuestros, con ellos realizamos un fuerte trabajo de capacitación y aportamos en el crecimiento técnico de sus predios”, indica.

Desde un primer momento el diálogo inteligente entre la arquitectura y el paisaje, queda expresado en la funcionalidad y sencillez de las construcciones.  Cada espacio cerrado está perfectamente organizado para dar vida al mundo productivo y autónomo.  Cascos, galpones, garajes, pesebreras, viviendas siempre quedaron dispuestos hacia la caza del sol y para evitar los vientos frontales.

La concesión original de la estancia Gente Grande fue renovada varias veces, aunque reduciendo paulatinamente sus dimensiones, hasta terminar en 1958, cuando caducó la última concesión de arriendo con el fisco adjudicada a la actual Sociedad que congrega a unos 20 pequeños ganaderos, la mayoría usuarios de INDAP.