Nicol González, brigadista de Conaf en el Maule: “Nunca habíamos tenido una emergencia como ésta”

Autor: Indap

Nacional

El trabajo de los brigadistas de Conaf, como varios otros, es anónimo y se realiza en silencio; sin embargo, es uno de los más relevantes y peligrosos a la hora de detener el avance de los incendios forestales que, a casi tres semanas de iniciados, sólo en la región del Maule ya han afectado una superficie de 250 mil hectáreas.

Al sábado 28 había 12 focos en combate, cinco de ellos catalogados como incendios conflictivos que afectaban a un total de 10 comunas: Vichuquén, Licantén, Hualañé, San Javier, Empedrado, San Clemente, Linares, Cauquenes, Constitución, Pencahue y Curepto. Casi la totalidad de ellos se ubica en sectores del secano costero interior, en lugares de muy difícil acceso. Para hacer frente a este fenómeno, Conaf Maule dispuso una fuerza de combate compuesta por 351 personas (brigadistas Conaf y del Ejército), 41 funcionarios y personal técnico, 19 aeronaves y 82 unidades de maquinaria pesada.

Pero estas cifras esconden los rostros de quienes diariamente estás haciendo frente a los incendios, en una labor de riesgo y gran despliegue físico. “Hay que ser fuerte para estar en medio de los bosques tratando de ganarle al fuego”, dice Nicol González Aparicio, integrante de la Brigada Maqui 6, una de las ocho unidades con que cuenta Conaf Maule. Con 28 años y estudiante de técnico paramédico, es la encargada de primeros auxilios de su unidad y también la radioperadora de relevo.

Ésta es su segunda temporada como brigadista y relata que ha sido complejo: “Cuando cambia el viento y se levantan el humo y las llamas se vienen los recuerdos. Estar en la línea de combate al fuego es una experiencia fuerte. No me gusta recordarlo mucho, pero me ha impactado y he recordado a nuestro compañero Cantero”, dice en relación a Paulo Cantero, quien sufrió quemaduras graves que dañaron sus vías respiratorias en el incendio ocurrido hace unas semanas en Vichuquén y que tuvo como resultado las lamentables muertes de tres brigadistas, además de cuatro lesionados de distinta consideración.

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Su brigada está compuesta por una veintena de compañeros y dos mujeres: Ella y Nathalie Labraña, radioperadora. Juntos están combatiendo los focos que surgen en la comuna de Hualañé, provincia de Curicó. Allí ha estado “en la línea de fuego enfrentando incendios en bosques de pino adulto y joven”, dice. Apunta que “esta emergencia ha sido anormal, no se había dado nunca en la región que el incendio esté en un punto y después en otro, ni que haya varios puntos a la vez; eso no es normal”. En su opinión, “se han dado condiciones para que se forme una gran tríada: mucho calor, mucho viento y escasa humedad del aire; además, las zonas agrestes no acompañan mucho. Son muchas las condiciones que se están dando para que se produzca este fenómeno”.

Además de sus funciones como encargada de primeros auxilios de su unidad, Nicole desarrolla un intenso trabajo en la línea de fuego, ejecutando tareas de raspado y cortafuegos que impidan el avance de las llamas. Agradece a sus compañeros de brigada “porque en todo momento se preocupan de mí, que no me quede atrás. Muchas veces el humo es pesado y la visibilidad no es buena y ellos se devuelven para que no me pase algo”.

Destaca que a nivel nacional sólo hay 11 mujeres que integran las brigadas Conaf y que en la región no hay más brigadistas que ella y Nathalie. Practicante de diferentes deportes como fútbol, descenso en bicicleta de montaña y escalada en muro, también estudia para ser técnico paramédico. En su familia no hay nadie que haya desarrollado tareas en Conaf, pero “a mí me nació ser parte de esta gran labor”.