Nancy Flores: de temporera a destacada agricultora agroecológica de la comuna de San Nicolás

Autor: Claudia Worner

Zona Sur Mercado Ñuble
Nancy Flores - productora agroecológica San Nicolás

A todos nos gustan las historias con finales felices, sobre todo si involucran esfuerzo y trabajo. Así es precisamente la historia de Nancy Flores, usuaria de INDAP de la comuna de San Nicolás, Región de Ñuble, quien de trabajar como temporera pasó a tener su propio negocio y hoy le ha podido dar empleo a toda su familia.

“Para nosotros era impensable que llegáramos a ser algo. Teníamos sueños, pero no había dinero”, cuenta Nancy, quien tampoco tenía experiencia para emprender en cultivos bajo plástico. “Yo soy del campo, pero nunca había cultivado bajo plástico”, dice, mostrando el resultado de su esfuerzo a la directora de INDAP Ñuble Tatiana Merino Coria, y al director nacional de la institución, Carlos Recondo, en los invernaderos que hoy albergan un vergel de hortalizas para su autoconsumo y para abastecer a parte importante de sus vecinos.

Porotos verdes, lechugas, tomates, zanahorias, repollos y otros productos agrícolas son fruto de su trabajo constante y de la capacitación recibida en el Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP de San Nicolás, lo que también le permite vender parte de su producción en el Mercado Campesino de la comuna.

“Nancy Flores es un vivo ejemplo de cómo las mujeres son hoy el motor de la Agricultura Familiar Campesina, y cómo las herramientas en asesoría y los instrumentos de fomento que brinda INDAP son un eje decisivo a la hora de impulsar el crecimiento y desarrollo de los pequeños agricultores que quieren una mejor calidad de vida”, destaca Tatiana Merino Coria.

Nancy se dedica en forma intensiva y con técnicas agroecológicas a producir hortalizas al aire libre y bajo invernadero. Posee una superficie predial de solo 5.000 metros cuadrados y un total de 750 metros cuadrados bajo plástico, distribuidos en 5 invernaderos de diferentes tamaños que riega con un pozo noria y en forma reciente con un pozo profundo, más una bomba con energía fotovoltaica y riego por goteo. Además de los invernaderos, cultiva hortalizas al aire libre y tiene un huerto de frutales biodiversos donde destacan cerezos, membrillos, paltos, naranjos y olivos.

“Gracias a INDAP nos capacitamos y entendimos que vale la pena ser sustentables”, afirma Nancy. Por lo mismo, se ha esmerado en ir incorporando energías renovables no convencionales como paneles fotovoltaicos para realizar el riego en invernaderos de tecnología israelí de acero galvanizado y cubierta con una durabilidad de hasta 15 años, lo que evita el recambio constante de plástico.

Estos manejos garantizan productos saludables, inocuos y de calidad, “tanto así que muchas veces cuando se me acaba un producto como la rúcula, me esperan hasta que tenga otra vez, porque saben que mis verduras son de buena calidad”, cuenta Nancy. Para ello produce humus de lombriz, compost y otros biopreparados para prevenir enfermedades.

La agricultora vende sus productos en forma directa en el Mercado Campesino de San Nicolás, del que es presidenta, y además tiene clientes de Chillán y otros que llegan directamente a su predio. También es integrante de la Ruta Agroecológica de San Nicolás, la que es visitada por productores y visitantes de diferentes puntos del país, interesados en conocer su experiencia de producción.

“Partí con un invernadero chiquitito de túnel PVC de 3x4 metros”, recuerda Nancy. “En ese tiempo criaba chanchos y trabajaba como temporera, pero conseguí entrar al Prodesal. El primer año no aprendí bien el manejo y reprobé, pero después empecé a tomar todas las capacitaciones y ahí me di cuenta de que podía”.

En esos tiempos empezó a vender en un carrito y en una caja platanera. Después tuvo su primer invernadero grande y más tarde siguió escalando a uno de mayor capacidad. “Tuve que salirme de la pega, porque los invernaderos junto con la huerta al aire libre me dieron más ánimo y me puse atrevida. Empecé a hacer otro invernadero, sacábamos hartas lechugas y me empezó a ir bien. Ahora no paro. Con los invernaderos no hay detención, los trabajo todo el año”, cuenta.

“Estoy feliz, porque tengo mi propia plata, mi propio tiempo, y con los invernaderos no tenemos que estar trabajando a toda agua en invierno. Lo que más desearía es que los que entren a INDAP le pongan empeño porque este servicio es una gran herramienta de apoyo, que cree en uno y le facilita las cosas”, dice Nancy con gran convicción.