MUJERES CAMPESINAS DE SANTO DOMINGO SE HACEN FAMOSAS CON TELARES MAPUCHES

Usuarias INDAP de la localidad de San Enrique tienen más de 200 ovejas que esquilan ellas mismas para producir la lana que transforman en hermosas piezas textiles

Autor: Indap

Valparaíso

El arte y trabajo del tejido a telar es una de las tradiciones culturales más antiguas del pueblo mapuche y una manifestación de la importancia de la mujer como transmisora de la vida y cultura en la sociedad. Y eso lo tienen más que claro los diez emprendedores de la localidad de San Enrique, en la comuna de Santo Domingo, que desde hace un año se aventuraron en el aprendizaje del tejido en telar mapuche.

Se trata del Taller de Telar San Enrique, conformado por un grupo de diez usuarios del Programa de Desarrollo Local, Prodesal, de INDAP. Son nueve mujeres y un hombre, quienes decidieron dar un giro radical en sus vidas, cambiar de rubro y dedicarse en cuerpo y alma a este trabajo que los tiene felices por el reconocimiento que han alcanzado en tan poco tiempo.

Patricia Ampuero, presidenta del grupo de artesanos de San Enrique, dice que “aún no podemos creer lo maravilloso que ha sido esta experiencia. Estamos felices, porque en poco tiempo hemos avanzado mucho”.

Lo mismo opina Luz San Juan, socia del taller, quien además reconoce que “es un trabajo que parte desde recoger la lana recién esquilada de nuestras ovejas, lavarla, hilarla, teñirla con extractos vegetales. Todo ese proceso tiene una conexión con la naturaleza y con el traspaso de energía. Tiene que ver con rescatar la cultura ancestral y la búsqueda de la técnica del tejido tradicional araucano”.

PRODESAL DE INDAP

En este proceso, el apoyo del Prodesal Santo Domingo Sur ha jugado un rol fundamental siendo el catalizador de esta iniciativa que permitió poner en contacto con el grupo a la diseñadora textil Alejandra Fuenzalida, quien se hizo cargo de capacitar a estos artesanos para dominar la técnica del tejido a telar.

Para Ricardo Torres, jefe técnico del Prodesal, “este  ha sido un proceso muy rápido que nos ha asombrado a nosotros mismos y se ha dado básicamente por el empeño que han puesto como grupo y sus ganas de trabajar. Esto surgió por una necesidad de ellos de dar un giro a un rubro que estaba muy deprimido como el apícola”.

Bajadas de cama, pieceras, morrales, bufandas y ponchos, son parte de los productos que estos artesanos están elaborando y que ya han comenzado a comercializar en forma incipiente a través de clientes, encargos y ferias, por lo que en poco tiempo más podrán contar con un local taller en San Enrique gracias al apoyo de la municipalidad local.  

A esto se suma, que hace pocas semanas se adjudicaron un proyecto asociativo de  Inversión al Fortalecimiento Productivo, IFP de INDAP para implementar al grupo con telares grandes, una rueca, una hiladora, escarmenadora y balanzas digitales por cerca de seis millones de pesos, lo que tiene más que felices a estos artesanos.

Al respecto, el director regional de INDAP, Helmuth Hinrichsen, expresó que “como Ministerio de Agricultura a través de INDAP, estamos apoyando estas iniciativas que rescatan tradiciones y  técnicas  ancestrales. Son emprendimientos del sector rural con actividades productivas como la artesanía, con materias primas extraídas del mismo predio, en este caso la lana de las ovejas que ellos mismos tienen. Esto trabajo les ha significado nuevos ingresos para este grupo de artesanos, lo que además demuestra el compromiso de estas 9 mujeres y un hombre con la tradición y la cultura de nuestro país”.