Ministra Undurraga encabezó fiscalización de la Ley de Alcoholes previa a las Fiestas Patrias

Autor: Indap

Nacional Metropolitana

A días del inicio de las Fiestas Patrias, la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, encabezó un operativo de fiscalización de la Ley de Alcoholes en la bodega las Lomas de Pillay, en Santiago. Durante la inspección, la autoridad; el director nacional del SAG, Horacio Bórquez, e inspectores de esta institución fiscalizaron que productos alcohólicos como chicha, vino y pipeño cumplieran con la “genuinidad” y “potabilidad” que establece la Ley 18.455, es decir, que no sean falsificados ni adulterados.

“Estamos fiscalizando este punto de venta donde se va a disponer de chicha para el consumo de Fiestas Patrias y es una fiscalización tanto administrativa como de las características del producto. Debe tener una cierta cantidad de alcohol, cierta cantidad de azúcar y no contener aditivos”, señaló la ministra Undurraga.

“Es por eso que tanto en este momento como durante todo el año se realiza esta gestión para poder llegar con productos de calidad a los consumidores. Hay que comprar en los lugares establecidos y fijarnos en el olor de la chicha, el sabor y que no tenga nada adentro”, añadió la secretaria de Estado.

La producción de chicha en el ámbito nacional se estima sobre los 650 mil litros, destacando como una de las principales regiones productoras la del Maule, con 301 mil litros, aproximadamente (le siguen Ñuble, con 195.600, y Valparaíso, con 141.550). En ese sentido, el director nacional del SAG explicó que su elaboración aún mantiene tecnologías artesanales, por lo que se hace necesario fiscalizar su elaboración para evitar que se comercialicen productos adulterados.

“Durante el año hacemos más de 4 mil inspecciones, tanto a las viñas como a las bodegas donde se producen, a los productores y a los comercializadores. Estamos permanentemente cuidando que los productos cumplan la Ley de Alcoholes”, dijo Horacio Bórquez.

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Según Abel Albornoz, enólogo de Lomas de Pillay, el 18 de septiembre refleja el 40% de las ventas anuales de chicha, y explicó que “este procedimiento es muy importante para que todos los que estamos consumiendo estos productos tomemos algo que sea de calidad y que esté bien hecho”. 

“Somos una familia que lleva 47 años trabajando en el mundo del vino, nos hemos dedicado a producir chicha y pipeño con el fin de hacer un buen producto respetando al consumidor”, añadió Albornoz. 

En 2020 se realizaron 4.621 fiscalizaciones a nivel nacional por Ley de alcoholes, de las cuales 189 (4%) incumplieron a la normativa vigente. Además, durante mayo y agosto de este año se han captado aproximadamente 31 muestras de chicha, que corresponden a los elaboradores de las principales regiones, de las cuales dos fueron calificadas como adulteradas con edulcorantes no autorizados y una debió ser comercializado como vino, por su graduación alcohólica superior a 11.5°GL. 

Cada lote cuyos análisis dé resultados fuera de norma es destruido y también se aplica una multa al infractor que puede ir desde los $50.322 a los $7.548.300. 

Al adquirir chicha, los consumidores deben tener en cuenta que el producto no debe tener un olor extraño (buen aroma, entre fruta y vino), no debe tener sabor a sacarina o endulzante, tampoco debe haber partículas en suspensión y en caso de tener dudas se puede exigir verificar la procedencia con documentación de respaldo.