Los Choros destaca por su producción de aceite de oliva gracias a emprendimiento Camarajando

Autor: Indap

Coquimbo

Si hay un producto por el que destaca la comuna de La Higuera, y en particular el sector de Los Choros, es el aceite de oliva. Variados emprendimientos están logrando que la zona comience a destacarse a nivel regional, especialmente por su diversidad de sabores y excelente calidad.

En ese contexto, un grupo de olivicultores que sobresale es la empresa familiar Camarajando, la que junto con su llamativo nombre ha comenzado a ser conocida gracias a sus reconocimientos, entre ellos una “medalla de oro” y el premio otorgado por un banco nacional.

La iniciativa comenzó hace más de 20 años, luego que un grupo de hermanos recibió como herencia un terreno de casi 4 hectáreas destinadas al cultivo de olivos. Este hecho abrió la mente emprendedora de la familia, que inició el recorrido para cumplir con su objetivo: distinguirse por la elaboración de un aceite de oliva extra virgen de calidad.

El esfuerzo y la dedicación por alcanzar la meta comenzaron a dar frutos estos últimos años. Prueba de ello es que en la tradicional Fiesta de la Aceituna que cada año se realiza en La Higuera, Camarajando obtuvo el primer lugar en la categoría que premiaba al mejor aceite de oliva de la comuna.

Sobre los motivos que llevaron a la olivícola a quedarse con el galardón, Juan Contreras Castro, uno de integrantes de la empresa, detalla: “Hace más de 3 años que estamos realizando un aceite de calidad  y con eso nos hemos ganado el prestigio de los consumidores y de las instituciones que nos han apoyado, principalmente INDAP en su convenio con la Universidad de La Serena y los programas PADIS Y PRODESAL, cuyas asesorías se han convertido en conocimientos necesarios para llevar a cabo todo lo que hemos logrado”.

Tal como lo señala el olivicultor, INDAP ha entregado a este proyecto diversas capacitaciones y la posibilidad de participar en ferias, lo que se ha traducido en que además de contar con un producto apreciado por el público, sus miembros han podido aumentar sus ingresos y con ello tener una mejor calidad de vida.

Al galardón entregado en La Higuera se suma el reconocimiento del programa “Desafío Emprendedores” del Banco de Chile, en conjunto con la organización Desafío Levantemos Chile, que busca fomentar emprendimientos nacionales que tengan la felicidad como motor de su crecimiento, valorando sus capacidades, labor y entrega a sus negocios, además de otorgarles capacitaciones y un incentivo económico.

Juan Contreras comenta que “este fue un premio entregado a nivel nacional y que nosotros fuéramos uno de los ganadores fue un incentivo muy grande para continuar incrementando la calidad de nuestros productos”.

Con tradición olivicultora

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¿Por qué Camarajando? La explicación es simple. Quien heredó el terreno en donde hoy trabajan fue el tío de Juan Contreras, al que cariñosamente apodaban Camará y cuyo nombre de pila era Alejandro. En honor a él se realizó una contracción gramatical que dio como resultado Camarajando.

Respecto al amor por el trabajo de la olivicultura, el productor higuerano dice que es innato, pues su abuelo practicaba esta labor y fue él quien se transformó en el encargado de traspasarles las tradiciones del oficio. Una de ellas es el manejo y recolección de las aceitunas de manera manual.

“Ahora podemos ver que es habitual utilizar máquinas para sacar aceituna, pero nosotros en las sacamos manualmente, respetando las enseñanzas de nuestros antepasados”, comenta el usuario del INDAP.

En la actualidad, Olivícola Camarajando posee cerca de 5 hectáreas cultivadas, repartidas en partes iguales para la siembra de olivos con aceitunas de mesa y otros con aceiteras, estas últimas divididas en Arbequina, Manzanilla y Picual, más la reciente incorporación de la Nocellara, variedad que no existía en el valle de Los Choros.

“Creo que somos pioneros respecto a las plantaciones netamente aceiteras. Si bien por tradición se ha hecho aceite de generación en generación, los aceites han sido planos y no tienen características de ser de excelente calidad propias de un extra virgen”, apunta Contreras.

Las producciones anuales rondan los mil litros y son vendidas principalmente entre los habitantes de La Higuera y a turistas que visitan la comuna. En La Serena también tienen un público cautivo que esperan continuar ampliando.

En relación a la trascendencia de la labor olivícola en la familia, Contreras recalca que “la nueva generación está con ganas de seguir esta tradición, porque ve que es trabajo que aporta a la salud de las personas. Eso nos tiene muy motivados para seguir mejorando”. Y esas mejoras vienen con desafíos, como es obtener la resolución sanitaria, lo que en conjunto al clima apto para el desarrollo olivícola en Los Choros contribuirá a que Camarajando continué dando pasos agigantados hacia nuevos mercados.