Joven agricultor de Cartagena Francisco Barisione vende sus hortalizas al retail y restaurantes

Autor: Indap

Valparaíso

Cuando Francisco Barisione Biso (32) decidió dedicarse a la producción de hortalizas jamás dimensionó el exitoso resultado que podía llegar a tener su emprendimiento. Hace 15 años terminó sus estudios de técnico en administración agrícola y comenzó a trabajar un terreno familiar en Cartagena, en la Región de Valparaíso, vendiendo sus primeros cultivos de vegetales a pequeña escala.

Por entonces su negocio se valía de esfuerzo, ímpetu y convicción, y también de sus conocimientos en el rubro. Tiempo después se hizo usuario del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), a través del Programa de Asesorías Técnicas (SAT), y poco a poco fue consolidando su producción -primero fueron mil lechugas a la semana-, mientras probaba distintas variedades de hortalizas e incorporaba la hidroponía, su máximo orgullo.

Hoy su producción es de 15 mil lechugas hidropónicas a la semana (lollo bionda, lollo rosa, hoja de roble y española), en 33 invernaderos emplazados en una superficie de 0,7 hectárea, más otras 25 mil de suelo (costina y marina) por temporada en otras 3,5 hectáreas. “También tengo producción de cilantro, rúcula, apio, perejil y menta -cuenta el joven campesino-. Las circunstancias de la vida me hicieron quedarme en el campo y dedicarme a esto casi sin proponérmelo”.

Una de sus principales preocupaciones es ofrecer productos con las mejores prácticas agrícolas, a fin de garantizar calidad e inocuidad. Para ello se ha esmerado en tener un buen manejo técnico de sus hortalizas. “Mis cultivos cumplen con las normas de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Si bien es poca superficie, comparada con la de otros productores, trato de apuntar al nicho de productos con valor agregado. Quiero instalar una sala de venta donde las personas puedan comprar un pack con algo recién cosechado y explicarles el proceso de producción”, dice.

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La prolijidad en el manejo agrícola ha permitido que el 80 por ciento de sus lechugas hidropónicas llegue a supermercados como Jumbo, Tottus y Santa Isabel, a través de la empresa intermediaria Agrícola Gómez, mientras que el resto lo comercializa directamente a restoranes del litoral central.

Según Barisione, el rol de INDAP ha sido clave en su crecimiento, a través de proyectos de riego, invernaderos, maquinaria y créditos. “Si no fuera por INDAP ahora estaría a mitad de camino. Me apoyó también para hacer la estructura de la cámara de frío, que en un principio sirvió como bodega y que hace pocos meses me cambió la vida con la producción”, asegura.

Entre los próximos desafíos de este emprendedor están el mejorar su packing y generar una marca para distribuir directamente sus productos a Santiago: “Tengo un packing, pero me faltan algunos requisitos como baños, camarines y una zona especial de carga y descarga de camiones. Ya tengo lo principal, que es la cámara frigorífica, pero necesito unirlo todo para trabajar bajo las normas que exige el servicio de salud”.

“El Ministerio de Agricultura tiene entre sus lineamientos el fortalecimiento y apoyo al segmento de los jóvenes a través de programas de fomento que buscan reencantarlos con el campo. Francisco es un ejemplo de que se puede vivir de la agricultura con una buena producción y las herramientas que entrega nuestro servicio”, expresó el director de INDAP Valparaíso, Fernando Torregrosa.