Joven agricultor Camilo Bustos realizó inédita cosecha de 300 kilos de uva “made in Magallanes”

Autor: Cristián Morales

Zona Austral Mercado Magallanes
Camilo Bustos - agricultor de Punta Arenas

Camilo Bustos Navarro (27), más conocido en Punta Arenas como el “Chico de los Pollos”, por su producción de huevos, viene cuidando sus parrones durante más de 11 años y ahora -aseguró- sus frutos están listos para la venta. El estreno será en el Mercado Campesino de INDAP que se realiza este viernes y sábado en el sector IV del Módulo Central de la Zona Franca, y junto a él otros 13 campesinos magallánicos ofrecerán lo mejor de la agricultura regional. 

Las vides de Camilo trepan varios metros de un extremo a otro del invernadero, ubicado en el sector sur de Punta Arenas, en Villa Generosa, en un espacio de dos hectáreas en el que conviven gallinas ponedoras, patos y un par de invernaderos destinados principalmente a las hortalizas y las plantas ornamentales y medicinales. Y en la altura, sobresalen los parrones repletos de uvas negras y verdes.

“Tengo cinco parrones con cuatro variedades distintas. Los tengo desde los 16 años y hoy ya tengo 27. Se trata de variedades tempranas que dan pronto, por eso que ahora ya están maduras. Claro, hay variedades que son de más larga maduración y no alcanzan a darse en esta zona”, dice Bustos. 

El joven está orgulloso de su producción y las mismas agricultoras de la zona reconocen el esfuerzo constante por innovar: a las uvas suma tomates limachinos, variedad de flores y especies difíciles de encontrar. Su parcela es también un pequeño laboratorio en el que se atreve a probar cultivos. “La idea partió desde joven, siempre con la idea de ir innovando y tratando de mostrarle a la gente que sí se puede cultivar cosas que no son muy vistas en nuestra región”, cuenta. 

Hace cuatro años Camilo ingresó como usuario a INDAP en Punta Arenas y desde ahí, junto a otros jóvenes de la región austral, busca tomar la posta de la agricultura y diversificar y aumentar la producción agrícola local. 

“En esta cosecha creo que con los parrones que están produciendo calculo, no es por agrandarme, que son unos 250 ó 300 kilos. Y esto debiera aumentar en próximas producciones, porque cada año el parrón se va haciendo más maduro y va dando más también”, precisa. 

Ganas de crecer e innovar 

La historia agrícola de Camilo partió con la crianza de pollos, cuando tenía 7 años. Su padre le regaló tres gallinas y le dio la responsabilidad de cuidarlas. “Yo iba al colegio y por las tardes me hacía cargo de ellas. Desde ese día, cada fin de año, con la plata que juntaba compraba tres pollos en la avícola del señor Alfredo Ñanculef, antiguo criador. Le preguntaba todo y me enseñaba. Hoy con internet se facilitan mucho más las cosas”, asevera.

En cuarto medio trabajó y estudió al mismo tiempo. Compró un plantel de pollos y con lo que ganó más tarde adquirió una incubadora y luego otra más grande. Hoy tiene 1.500 gallinas, varios patos y gansos, y vende en los Mercado Campesino de INDAP y a una clientela fiel que va a su parcela. 

Camilo comienza el día cerca de las 9 de la mañana, pero trabaja seguido hasta pasada las 22 horas, incluso pasada la medianoche. “Algunos dicen que empiezo tarde, pero no saben hasta la hora que me quedo. Me gusta lo que hago, me siento realizado y quiero seguir aportando a la comunidad”, afirma.

Para Petar Bradasic, director de INDAP Magallanes, la historia de Camilo es digna de imitar y demuestra de manera exitosa que en la agricultura hay espacio para los jóvenes: “Ellos tienen energía, innovación y no descansan hasta conseguir logros concretos. Nosotros tenemos varios instrumentos que apoyan el emprendimiento, con un énfasis especial en los jóvenes y las mujeres. Los interesados pueden acercarse a las distintas agencias de área que hay en la región”.