INIA explora alternativa de forraje para ganado caprino en Limarí y Choapa

Autor: Indap

Un innovador experimento realiza el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en las provincias de Limarí y Choapa, en la región de Coquimbo. El proyecto busca introducir alternativas forrajeras a través de un sistema de autosiembra para cultivar nuevas e inéditas especies de semillas que buscan paliar la escasez de alimento del ganado caprino.

La iniciativa se desarrolla en las comunas de Combarbalá, Punitaqui, Monte Patria y Canela y evalúa otras especies de semillas forrajeras que permitan a los crianceros incorporarlas a las siembras en sus predios obteniendo un nuevo alimento para sus animales. Las nuevas especies de semillas están en proceso de análisis y evaluación de su comportamiento en los diferentes tipos de suelo, clima y el resultado que presentan según los diferentes sistemas de riego a los que son sometidos.

Este sistema de autosiembra se destaca porque las nuevas especies en cultivo no corresponden a la tradicional alfalfa: se trata de dos variedades de trébol (balanza y subterráneo), además de mezclas comerciales de semillas. Otra característica importante de este proyecto es el sistema de riego que se aplica: aspersión y goteo,  técnicas que permiten maximizar el uso del agua y evitan pérdidas innecesarias del recurso.

El proyecto denominado “Capacitación y mejoramiento de sistema caprinos de Comunas Rezagadas” está a cargo de Raúl Meneses, investigador de INIA. El experto destacó los alcances de la iniciativa al relevar que “nosotros propusimos la evaluación de especies forrajeras anuales de autosiembra que tienen menor necesidad de agua que otras forrajeras tradicionales como la alfalfa. Se siembra una vez y luego con un buen manejo, este forraje puede durar 20 a 30 años”. Meneses destacó el riego aplicado a estas especies forrajeras y señaló que el método por goteo es más efectivo y tiene una menor pérdida de agua por el fenómeno de la evaporación.

En este proyecto participan más de 500 crianceros de las cuatro comunas que conforman el Plan de Zonas Rezagadas de la Región de Coquimbo y en terreno es desarrollado a través de campos experimentales en los que se muestran los avances y se explica con detalles los alcances de esta modalidad.

En las comunas de Combarbalá y Canela, con la participación de 160 crianceros y agricultores, el equipo de INIA mostró las ventajas de la iniciativa. En el sector de El Durazno (Canela) los expertos implementaron un día de campo en conjunto con 70 crianceros; allí se realizó una charla informativa sobre los beneficios de la autosiembra y de los aspectos innovadores del proyecto.

Imagen eliminada. Durante la jornada los asistentes  
conocieron las características y cualidades de las diferentes  especies de siembra, observando in situ como ejecutar un cultivo de autosiembra, analizando el tiempo y costos de implementación de una idea como ésta; también observaron los dos sistemas tecnificados de riego aplicados.

Hugo Rojo es ingeniero agrónomo y coordinador del proyecto. Destacó que estudian los resultados del proyecto para difundirlo entre el mundo campesino con el fin de que la autosiembra se convierta en una verdadera alternativa forrajera. “Los resultados que obtengamos queremos transmitirlos a las personas, en particular al mundo criancero, para que ellos puedan implementar las acciones que estamos realizando”, expresó.

La opinión de los crianceros sobre este proyecto y sus posibilidades es positiva. Nilfa Robles señaló que “me encantó; es algo aplicable que se puede hacer en Canela. Me gustaría replicarlo en mi campo. Me gustó el sistema automatizado para poder obtener la cosecha”. Por su parte, Lorenzo Tapia destacó que “este proyecto yo lo conocía, sé que da resultados. Es bonito el proyecto, me interesó, me gustaría volver a replicarlo en mi campo porque es un sistema provechoso para el autoconsumo de la casa”.

Dionila Tabilo es criancera de Canela Baja y en su predio el INIA experimentó y sembró las nuevas especies forrajeras. Ella agradeció la confianza del INIA y valoró el proyecto: “veo que esto puede permitir a muchas personas a surgir si se pone en práctica. Es una gran responsabilidad. Pienso cómo crecer de otra forma económicamente: tenemos la materia, pero por falta orientación no hacemos las cosas bien. Ahora tenemos orientación y eso muy positivo”.

El proyecto continúa y se espera dilucidar si la autosiembra de las nuevas semillas es
compatible con el suelo y clima de las provincias de Limarí y Choapa.