INDAP ENTREGÓ NUEVE MÁQUINAS MONOCULTIVADORAS A PEQUEÑOS AGRICULTORES DE TIERRA DEL FUEGO

Los modernos equipos tienen un costo que bordea los 600 mil pesos y permitirán modernizar la producción, disminuyendo las extensas y agotadoras jornadas de los agricultores en el laboreo de la tierra

Autor: Indap

Magallanes

Atrás quedó el rastrillo y el gualato.  También las extensas jornadas de labranza y las eternas siembras.  Hoy, nueve pequeños agricultores dieron un salto cualitativo a su forma de producción: “Pasamos de la edad de piedra al desarrollo industrial”, bromeó Eduardo Báez, uno de los pequeños agricultores beneficiados por INDAP.

En total fueron nueve usuarios del Programa de Desarrollo Local de Porvenir, Tierra del Fuego, los beneficiados con los fondos de Incentivo de Fortalecimiento Productivo, IFP.  A través de la iniciativa concursable cada agricultor pudo adquirir una máquina motocultivadora.

El motocultor es una especie de tractor de un solo eje, utilizado principalmente para labrar la tierra, en las faenas hortícolas y de jardinería.  Cada máquina tiene un costo que oscila entre los 500 mil y 600 mil pesos. 

“Esta es una tremenda herramienta que nos permite mejorar nuestra condición de vida, acá hay trabajo con visión de futuro en corto plazo.  Hoy pagamos un costo asequible, con recursos propios hubiera sido imposible.  Ahora hay que demostrar con esfuerzo y responsabilidad la confianza entregada”, explica Eduardo Baéz, horticultor en el sector del loteo Sel´knam en Porvenir.

Muy temprano los agricultores llegaron desde Tierra del Fuego hasta Punta Arenas.  Cada uno eligió su máquina, tras recibir una capacitación en el Rincón Ganadero.  Más tarde, un camión de la Municipalidad de Porvenir llevó la maquinaria a la Isla Grande.

Para Dulserina Vidal Mella la adquisición de la motocultivadora le permitirá pasar del autoabastecimiento a la venta.  “Estoy contenta y muy agradecida porque salió mi proyecto, me voy a cansar menos y voy a poder producir más para poder vender mis productos”.

Cada agricultor puso el 10% del valor total de la maquinaria.  “Es una cosa muy necesaria, porque antes era todo a pala y arado, ahora con esto la tierra va a quedar como ceniza, uno ya tiene su edad, y más el sueldito que uno gana no da para comprar esto, así que muy agradecido de la gente de INDAP y del municipio”, valoró Carlos silva, 70 años.

El Incentivo de Fortalecimiento Productivo (IFP) es un programa de INDAP que apoya a los pequeños agricultores en sus requerimientos básicos como la compra de insumos y herramientas, propios de la explotación agropecuaria.

Al respecto, el jefe de área Porvenir, Fabián Salazar, destacó que “los beneficiados podrán mejorar su condición de vida y realizar faenas más productivas.  Una motocultivadora ayuda mucho en las faenas agrícolas y era algo sentido y necesario en la zona y que los propios usuarios priorizaron en sus proyectos”.

Asimismo Salazar valoró el trabajo en conjunto que se realiza con el municipio de Porvenir y el apoyo constante de la alcaldesa que junto a INDAP buscan apoyar a los pequeños agricultores en su crecimiento y acompañarlos hasta consolidar sus negocios. 

Finalmente, el Director regional de INDAP, Víctor Vargas, invitó a la comunidad de Tierra del Fuego a acercarse a la agricultura, mejorar la dieta y fortalecer una alternativa de negocio.

“Para ser atendido por la institución un primer paso sería comenzar con el Programa de Desarrollo Local, Prodesal.  Ahí el productor se hace usuario del servicio y entra a la red de asistencia que otorga el Estado.  Esta iniciativa, generalmente, se trabaja en conjunto con las municipalidades, ellas cumplen el rol ejecutor, donde INDAP transfiere recursos por medio de un convenio de colaboración, los que se complementan con los recursos propios de las comunas. Posteriormente pueden seguir avanzando a otros programas más específicos.  En total contamos con cerca de 30 programas de apoyo a los agricultores en sus dos líneas: fomento productivo y asistencia financiera.  Cada uno aporta, mejora, asiste y acompaña durante todo el proceso productivo y de comercialización a los pequeños agricultores y sus familias”, explicó Vargas.