Granja La Pacha Mama de La Ligua capacita a agricultores de Chile y Latinoamérica en autosustentabilidad
Autor: Patricia Espina
Zona Central Riego Sustentabilidad y adaptación al cambio climatico ValparaísoCultivan forraje verde hidropónico (FVH) para la alimentación animal y la recuperación de suelos; reciclan el agua en su huerto de autoconsumo; cuentan con un sistema de cosecha de aguas de los techos (garúa) que les permite recuperar hasta 250 litros por noche e incluso producen su propio biogás, que obtienen del guano de sus animales, entre otras prácticas de autosustentabilidad.
Hace poco más de un año se adjudicaron un proyecto del Fondo de Innovación Agraria (FIA) con apoyo del INIA La Cruz que les permite contar con un centro de capacitación agroecológico donde hoy reciben a agricultores de todo el país que buscan aprender sobre producción sustentable y economía circular. También lo hacen por videollamadas o reuniones por zoom con agricultores de otros países de Latinoamérica.
Se trata de los productores Macarena Valdés (usuaria INDAP) y Marco Aceituno, quienes hace cinco años dejaron su antigua vida en la comuna de Colina para establecerse en el sector alto del balneario de Los Molles, en la comuna La Ligua, territorio de la provincia de Petorca azotado desde hace más de una década por una extrema sequía.
En este lugar, sin conocimiento alguno de agricultura, en 2017 se lanzaron en una aventura familiar junto a sus tres hijos (actualmente de 12, 8 y 6 años) que los obligó a adaptarse a una nueva realidad. La necesidad y las ganas de salir adelante, además de su entusiasmo e ingenio, les permitieron levantar su Granja La Pacha Mama, que se ha convertido en un ejemplo nacional de economía circular y agroecología, y que demuestra que es posible optimizar el uso del agua en condiciones de escasez hídrica y dar una segunda oportunidad a los residuos reciclables, impactando lo menos posible al medioambiente.
“Jamás imaginamos el impacto que iba a tener nuestro trabajo. Todo lo hicimos por la necesidad de salir adelante con nuestra familia, con esfuerzo y poniendo el corazón en cada proyecto que se nos ocurría”, confiesa Macarena.
Centro de capacitación
Desde 2022 funciona en el predio de estos productores el Centro de Extensión en Agroecología y Economía Circular La Pacha Mama, proyecto que se adjudicaron a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y que es ejecutado por INIA La Cruz. En este espacio, Macarena y Marco están traspasando su experiencia a otros productores, fundamentalmente del programa Prodesal, de todo el país, como un modelo integrado, replicable, capaz de mejorar la calidad de vida y mitigar los efectos de la escasez hídrica.
“Hemos trabajado con muchos municipios. A este centro de capacitación vienen agricultores de todo Chile, la mayoría usuarios INDAP del programa Prodesal. Hacemos una programación de tres capacitaciones semanales y así tenemos tiempo para salir a giras que hacemos a regiones”, explica Marco Aceituno.
Macarena agrega que lo que se busca con estas charlas, visitas guiadas y talleres es que la gente pueda entender de qué se trata la escasez hídrica, generar mayor conciencia sobre la agricultura sustentable y cambio climático y dar a conocer las adaptaciones técnicas del sistema productivo que desarrollan en Granja La Pacha Mama.
“Hemos hecho talleres en sectores rurales de la región de Coquimbo, en La Araucanía y hace pocos días estuvimos con las comunidades colla en Copiapó, en Atacama. En general, les explicamos paso a paso como se hace el FVH, que puede utilizarse también como forraje de guarda y sirve como cubierta vegetal para los árboles (mulch). Eso permite alargar los plazos de riego de las plantas. Estamos en un trabajo de recuperación de suelos, donde incorporamos tierra cartón que utilizamos (el cartón al descomponerse mejora la calidad del suelo) más el guano y la cubierta vegetal. Enseñamos todas las técnicas que nosotros hemos aprendido”, precisa la productora.
Con el apoyo de INDAP
Para este año tienen proyectado un viaje de intercambio a Costa Rica, con apoyo de entidades gubernamentales y de la academia, para mostrar cómo se puede subsistir en zonas de sequía con clima extremo. “También hemos sido contactados de Argentina (a través de la Fundación SIMAS), Perú y Colombia (Bogotá), para ver la posibilidad de realizar talleres a comunidades rurales de esos territorios. Todos los días nos sorprendemos con llamados que nos piden apoyo”, asegura Marco.
Pese a su intensa agenda, la pareja no se desvía de su objetivo y a través de distintas instituciones sigue trabajando por mejorar su modelo sostenible de producción. Para ello cuentan con el apoyo, desde un inicio, de INDAP Valparaíso, a través del Área La Ligua, y en los últimos años, también se sumaron instituciones como FIA, INIA La Cruz, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Municipalidad de la Ligua, entre otros.
“Macarena y Marco han demostrado que con trabajo y dedicación es posible adaptarse a la sequía y al cambio climático que enfrentamos en la región. También han contado con nuestro apoyo y el de otras instituciones que les han permitido optimizar al máximo el escaso recurso hídrico. Como institución estamos trabajando para implementar prácticas agroecológicas y mayor eficiencia en los procesos productivos de los usuarios, lo que está dentro de nuestros énfasis estratégicos”, precisó la directora regional de INDAP, Daniela Soto.