Gobierno y FAO establecen prioridades para próximos 4 años: seguridad alimentaria y desarrollo sostenible

“Quiero agradecer a FAO, que ha sido proactivo y ha acompañado en procesos muy relevantes para hacer la agricultura más sustentable y más equitativa en Chile”, sostuvo el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, durante la ceremonia de firma del Marco de Programación País 2023-2026 entre el gobierno y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que establece las prioridades y acciones conjuntas que se ejecutarán para promover la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en el país. 

Se trata de un documento estratégico de planificación que orienta la asistencia técnica de la FAO en Chile y que contribuye a alcanzar las prioridades nacionales para avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

En particular, el marco de cooperación establece cuatro áreas prioritarias enfocadas en contribuir a la soberanía y seguridad alimentaria y nutricional; fomentar sistemas productivos sostenibles, eficientes e inclusivos con énfasis en los territorios rurales; gestionar la crisis climática, la protección y restauración de los ecosistemas; y reducir las desigualdades, a través de la inclusión en el desarrollo económico y social de las poblaciones rurales. 

El convenio fue suscrito por el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela; el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson; la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas; la ministra de Salud, Ximena Aguilera; la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente; el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas; y el subdirector general de la FAO y representante regional para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin. 

El acto de firma se realizó en el salón Montt Varas del Palacio de La Moneda y contó con la presencia de autoridades y representantes de entidades nacionales que participaron en el proceso de análisis y elaboración del documento.

En la ceremonia, el representante regional de la FAO, Mario Lubetkin, destacó la relevancia del acuerdo que fortalece la alianza entre Chile y el organismo internacional y resaltó el compromiso y liderazgo del gobierno en la promoción de la seguridad alimentaria y nutricional, la agricultura familiar campesina y la pesca y acuicultura, y la protección del medio ambiente. 

En esta línea, Lubetkin destacó el rol de Chile como sede de una serie de eventos regionales y globales como la Conferencia Ministerial de Sistemas Alimentarios bajos en Emisiones promovido por Chile y España, el X Foro Parlamentario de América Latina y el Caribe, la II Cumbre Mundial Parlamentaria contra el Hambre y la Malnutrición, que se realizará del 13 al 16 de junio en Santiago y Valparaíso, respectivamente; y una próxima reunión de ministros de agricultura y ganadería de América Latina y el Caribe de la CELAC, espacios que han contado con el apoyo técnico de la FAO. 

“Desde Chile, país donde se encuentra la oficina regional de FAO, estamos conectando las prioridades de la región con el mundo y evidenciando los desafíos que enfrentamos, pero también estamos demostrando las grandes oportunidades de desarrollo sostenible y las capacidades de contribuir a los objetivos globales de erradicar el hambre y la malnutrición, naturalmente en conexión con el desarrollo local. Podemos afirmar que gradualmente Chile se está transformando en un centro de actividades globales y regionales”, concluyó.

El ministro Esteban Valenzuela aseguró que “la firma de este convenio apunta ser coherentes con los objetivos que se han trazado en las Naciones Unidas, y para qué decirlo, en la Agenda 2030, de lograr romper las brechas de pobreza, seguridad hídrica, ciencia y tecnología, sistemas alimentarios sustentables, entre otras materias de una tremenda importancia para el país”. 

La representante de FAO en Chile, Eve Crowley, dijo que “este instrumento integra las prioridades nacionales en materia alimentaria, agrícola, forestal, pesquera, climática y de desarrollo rural, y orienta la asistencia técnica de la FAO con el fin de apoyar las políticas públicas y programas que contribuyen a mejorar la seguridad alimentaria y nutrición, proteger el medio ambiente y avanzar en sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles”.