Germán González mantiene tradición del mote con huesillo con producción propia de duraznos en Calle Larga
Autor: Patricia Espina
Zona Central Mercado Programas Eje ValparaísoLlegan las Fiestas Patrias, las empanadas y los asados, y nada mejor para completar este menú dieciochero que el tradicional mote con huesillo como guinda de la torta. Es cierto que esta bebida tradicional chilena la venden en muchas partes, pero la que hace el agricultor Germán Gonzalez (70), usuario INDAP de la comuna de Calle Larga, tiene la gracia de ser producida íntegramente por él.
El proceso comienza a principios de enero con la cosecha de duraznos conserveros, que provienen de las 40 matas que tiene este emprendedor en su predio, e inmediatamente se realiza el secado al sol, que hace manualmente con la ayuda de una parrilla de madera: “El secado parte desde enero a marzo con distintas variedades de durazno. Tras la primera cosecha, seco el primer lote durante tres días a pleno sol y otros dos días con malla raschel, para que sólo le llegue calor. Durante este período los duraznos se deben dar vuelta 4 veces al día para darles el color parejito. Después, en febrero, se secan diez días y, en marzo, de 20 a 25 días, porque hay menos sol”.
Posteriormente, con el trigo que le llega de un productor local, hace el mote cocido en lejía –que es una mezcla de ceniza y agua usada tradicionalmente para ablandar la semilla– y con esto ya tiene todos los ingredientes para la elaboración de su exquisito y refrescante brebaje, el que ofrece principalmente en un carrito motero que ubica durante la semana, siempre que no tenga eventos, en el by pass del sector San Vicente, llegando al paso internacional Los Libertadores.
El agricultor vive hace más de veinte años en Calle Larga, adonde llegó proveniente de Curimón en busca de mejores oportunidades laborales. Pero no fue hasta hace 11 años que gracias a una sugerencia del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de su comuna inició su emprendimiento familiar, que cuenta con la colaboración de su esposa Celia y sus hijos Robinson y Braulio.
“Yo trabajaba el 50 por ciento para mí y el 50 por ciento para los parceleros y del Prodesal me aconsejaron trabajar solo y arrendar un terreno. Y eso fue lo que hice. INDAP me aportó 50 matas de durazno y luego postulé al carrito a través de otro proyecto de la institución, y me lo adjudiqué”, cuenta González.
De ahí en adelante pasó a ser el auténtico Rey del Mote con Huesillo de Calle Larga, siendo el único emprendedor de la región que produce él mismo todos los ingredientes de esta tradicional bebida. En esto fue importante el apoyo de INDAP, servicio del que recibe asesoría técnica y que le permitió adjudicarse un contenedor para guardar su producción de frutos secos.
“Participo en hartos eventos donde me invitan, como las ferias de INDAP, lo que también se hace en conjunto con otros emprendedores con los que formamos la Asociación Esperanza y Tierra Campesina, que agrupa a nueve usuarios del Prodesal de rubros como huevos, cactus y mi mote con huesillo, entre otros productos elaborados”, comenta.
En cuanto a la receta, González confiesa que no tiene grandes secretos: el color característico del refresco lo dan los huesillos secados al sol, a los que adiciona azúcar y tres cáscaras de naranja, más el infaltable mote.
En pocos días más comienza la temporada alta de ventas para este emprendedor, que sabe que su mote con huesillo tiene el valor agregado de ser elaborado artesanalmente con productos frescos y bien heladito, por lo que ya es el favorito de los automovilistas que se detienen en su carrito, sin dudarlo, para degustar este exquisito brebaje nacional.