FAMILIAS SE UNEN PARA RECUPERAR AGRICULTURA EN TIERRA AMARILLA

Mientras que un agricultor con sus nietos sigue ganándole a la adversidad en la emergencia, pequeño regante culminó exitosamente limpieza de predio y canal.

Autor: Indap

Atacama

Juan Carlos Rojas y su esposa María Silva recibieron recursos de emergencia de INDAP para comprar una motobomba con la cual están regando en estos momentos su predio. “Tenía plantados cebollas, zapallos italianos, betarragas y aunque el terreno aguantó la crecida del río Copiapó, se nos cortó el riego que tenemos a través del canal Mal Paso. Lamentablemente el lodo nos secó todo el canal y la acequia que riega pasa por frente a nuestra casa así que la cosecha que teníamos planificado vender en este tiempo se perdió totalmente”. señala Rojas.

Como una postal que se repite en muchos lugares de la región, los Rojas Silva no tuvieron tiempo para afrontar los aluviones con tiempo y preparación. Pese ala adquisición de la bomba, hoy siguen esforzándose a punta de palas y carretillas por ver nuevamente su predio sembrado y productivo. Y cuando Juan Carlos Rojas habla de “toda la familia” no sólo cuenta a su esposa María y su madre de 80 años: sus nietas Madelaine de 5 y Melanie de 8 años respectivamente no quieren quedarse fuera del trabajo para recuperar el canal, y con mucho entusiasmo tomaron por su cuenta palas y carretillas para ayudar a sus abuelos.

Mientras esta familia “tierramarillana” avanza en la limpieza y destierre de canales, a un kilómetro siguiendo el curso del río hacia el interior, Juan Díaz Galleguillos, de 65 años, comienza a ver el futuro con más optimismo. A él le entró el agua hasta la misma casa y perdió invernaderos completos, pero a punta de trabajo con palas sumado a retroexcadadoras hoy está apunto de volver a sembrar su campo de habas y hortalizas en el sector Las Araya.

“Estuvimos desde las 0 horas hasta las 4 de la tarde de ese día 25 de marzo sin parar tratando de poner sacos de arena para que el agua no llegara hasta la entrada de las piezas y afortunadamente el terreno en la parte de la casa tenía una pequeña altura que impidió que el agua inundara todo. Con la ayuda de INDAP pudimos pagar máquinas para comenzar el desembanque del este tramo del canal y hace una semana que tenemos nuevamente el agua circulando por el terreno. Yo tenía todos mis ahorros puestos en la cosecha pero no tenía plata para pagar un despeje de lodo, ni menos retiro de piedras y quiero transmitir las gracias al Instituto por ello” apunta Díaz.