Entregan perros Gran Pirineo a productores del Biobío para proteger rebaños de pumas y cuatreros
Autor: Indap
Biobío
En San Fabián de Alico, Puente del Inglés y Pichirrincón, en la Región del Biobío, fueron entregados tres cachorros de perros Gran Pirineo, los que se constituirán en una solución para enfrentar el problema del puma -o el león, como también es llamado-, que está causando estragos entre algunos productores cordilleranos que atiende el Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP, además de proteger a los rebaños de los cuatreros.
La alternativa ha sido bien evaluada, ya que este perro que vive como parte de los rebaños actúa como un disuasivo frente a potenciales enemigos, en lo que lo acompaña su porte (está considerado entre las razas caninas gigantes), su ladrido potente y su costumbre de marcar terreno. “Ya hay experiencias exitosas en los sectores de El Roble y Las Veguillas, donde se introdujeron ejemplares Gran Pirineo”, señaló el jefe de INDAP San Carlos, José Ramírez.
El director regional de la institución, Andrés Castillo, recibió a los perros en el patio de la oficina de San Carlos cuando iban en tránsito a San Fabián, y destacó que se trata de una solución práctica y medioambientalmente adecuada, ya que se resguarda el patrimonio de los ovejeros beneficiados y también al puma y los zorros (especies protegidas), pues la sola presencia del pirenéico en el ganado ahuyenta a sus enemigos y los mantiene lejos de su territorio.
Los Gran Pirineo fueron adquiridos al agrónomo Raúl Espinosa, del Cajón del Maipo, quien tiene un criadero con reproductoras y que se inició en este ramo como participante de un proyecto de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que importó al país en 2008 desde España cuatro ejemplares de raza pura (tres hembras y un macho).
El profesional dijo que es muy importante para su adecuación al trabajo el ambiente que se da en los primeros meses de vida a estos perros, donde hay que evitar un trato de mascota. Añadió que esta raza canina se adapta bien en climas extremos y que ambientes de frío y nieve, como el de cordillera, le favorecen especialmente. “Se usan en la protección de llamas en el norte, de ciervos rojos en Argentina y hasta en pingüineras. En esta zona van a andar bien”, expresó.
Estos animales significan una inversión importante –cuestan $350.000 cada uno- y por su tamaño, que puede llegar a los 70 centímetros en la cruz de los machos y algo menos en la hembras, implican un alto costo de alimentación, razón por la cual se considera como una inversión ganadera de protección, no de arreó.
Los perros especializados fueron adquiridos con cofinanciamiento de INDAP por los agricultores Dolca Almuna, del sector Monrroy; Arcadio Sandoval, de Puente del Inglés; y Alejandro Sandoval, de Pichirrincón, a través del programa de Inversión al Fortalecimiento Productivo, que en este caso además consideró inversión en corrales y cercos eléctricos.