Emprendimiento de Casablanca se abre paso con innovadoras conservas de topinambur
Autor: Indap
Valparaíso
El topinambur se ha convertido por estos días en el producto estrella del emprendimiento que lidera Blanca Fuenzalida Canales, dueña de casa y agricultora de Casablanca. Se trata de un tubérculo poco conocido en la Región de Valparaíso, con múltiples propiedades nutricionales y medicinales, que fue uno de los principales alimentos en la dieta de diversos pueblos indígenas americanos y que ha logrado mantenerse vigente hasta la actualidad.
La pequeña productora, usuaria del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) que ejecutan INDAP y el municipio local, cuenta que recibió las primeras papas detopinambur hace alrededor de tres años y las comenzó a cultivar y a conocer.
Nacida y criada en la localidad de Las Dichas, en Casablanca, Blanca se trasladó a vivir a Viña del Mar siendo adolescente, pero nunca rompió del todo el cordón umbilical que la unía a su tierra. Con su familia ya formada, junto a su esposo Sergio Estuardo decidió hace siete años volver a la zona que la vio crecer para iniciar su emprendimiento “Blanquita”, el que hoy se ha hecho conocido por su producción de topinambur.
“Empezamos con siembras tradicionales y lo del topinambur surgió por unas papas que nos entregó el Prodesal. Empezamos a plantarlas hace tres años y ya hemos tenido muy buenos resultados. Actualmente soy la que más produzco topinambur en la región. El cultivo es muy fácil y de una papa se sacan cerca de 10 kilos de topinambur”, comenta orgullosa Blanca.
La emprendedora detalla que es su marido quien se encarga del cuidado y proceso de cosecha y luego ella convierte el tubérculo en mermeladas, queques y conservas en escabeche y con romero. También lo venden a sus clientes al natural, sin procesar.
Las preparaciones las hace en la Cocina Casablanca, exitoso proyecto impulsado por el municipio de esa comuna en conjunto con el programa Prodesal de INDAP que ha permitido que 25 pequeños productores agrícolas, entre ellos Blanca, puedan elaborar sus alimentos en dos contenedores habilitados como sala de proceso. “La última temporada cosechamos más de media tonelada de topinambur y en la Cocina Casablanca elaboré mis productos con resolución sanitaria”, cuenta la agricultora.
Alcachofa de Jerusalén
El topinambur, también llamado tupinambo (nombre proveniente de los indígenas tupinambás de Brasil), Alcachofa de Jerusalén o Girasol de Canadá, es una especie de la familia Asteraceae y nativa de Norteamérica, donde los indígenas la cultivaban antes de la llegada de los europeos.
A la hora de comercializarlo, dice Blanca, muchos confunden el topinambur con el jengibre, lo que ha servido para que este tubérculo se dé a conocer en la zona, y en especial sus propiedades, entre las que destacan el hecho de que no contiene gluten, posee la capacidad de regenerar la flora intestinal y permite combatir problemas inmunológicos, la diabetes y el colesterol alto.
Actualmente esta usuaria de INDAP vende sus productos elaborados con topinambur los viernes en la feria de Casablanca, los miércoles en el Mercado Campesino de la Plaza Esmeralda (Cerro Monjas), en restoranes de Valparaíso (donde entrega el producto a pedido) y en ferias nacionales como las de Echinuco, entre otras.