Emprendedora Bélgica Navea busca potenciar el “fruto de oro” en la Región de Coquimbo

Autor: Indap

Coquimbo

Bélgica Navea, agricultora de INDAP en la comuna de La Higuera, provincia de Elqui, se ha ido abriendo paso en su región con una serie de preparaciones elaboradas a base de physalis, fruta exótica conocida también como uchuva, uvilla, golden berrie o fruto de oro y que es reconocida a nivel internacional por sus propiedades nutricionales y curativas.

Por más de 10 años la mujer ha estado inmersa en el ámbito emprendedor, donde ha desarrollado habilidades y ha adquirido  conocimientos que hoy le permiten encontrar en la venta del physalis su principal fuente de ingresos. “Primero me dediqué a la venta de productos apícolas y después incursioné en la agricultura orgánica, ambos trabajos bastante rentables, pero se vieron afectados por la sequía”, comenta.

Debido a la escasez hídrica, Bélgica decidió complementar su labor y fue entonces, hace dos años, que vio cómo una pequeña plantación de physalis que tenía en su predio seguía gloriosamente en pie pese a la aridez del paisaje. “Me di cuenta que crecían con facilidad y poca agua, así que decidí doblar la cantidad de plantas”, recuerda.

Fue así como, manteniendo su vocación orgánica, comenzó a vender el fruto fresco y a elaborar jugos y deshidratados, con lo que consiguió mejores resultados que los esperados. “Todos mis productos están certificados, son totalmente naturales”, recalca Bélgica, que se ha convertido en una verdadera enciclopedia de las propiedades de las uchuvas.

El physalis destaca por sus altos contenidos en vitaminas A y C, proteínas y fosforo. Purifica la sangre gracias a sus antioxidantes, fortalece el sistema inmunológico, tonifica el nervio óptico, tiene propiedades diuréticas, se usa como tranquilizante natural, puede ser consumido por los diabéticos (con cinco unidades diarias en ayunas mejora la glucemia) y al ser bajo en calorías se recomienda en los tratamientos para adelgazar.

En esta línea, la emprendedora ha ido “evangelizando” de a poco a los consumidores de su región para que consuman este fruto, sea fresco, en jugo o deshidratado. “La gente tiene miedo a probar cosas nuevas, pero con información y buenos productos lo ha ido incorporando a su dieta”, relata.

Y como siempre se recomienda poner los huevos en diferentes canastas, Bélgica continúa con la venta de productos apícolas y hortalizas orgánicas, inspirada en el movimiento internacional Slow Food (comida lenta), del cual es miembro, que promueve una alimentación buena, limpia y justa.

“Slow Food vino a cambiar estilos de vida. Pero más allá de una alimentación sana, promueve una alimentación limpia, y en ese sentido no hay nada que iguale la producción campesina. Para mí lo más gratificante de esto es que el mayor beneficiado económicamente sea el pequeño agricultor, además de quien consume sus productos”, afirma.

Una frase marcada a fuego

La agricultora elquina sostiene que “los mejores emprendimientos nacen de una necesidad”. Ésa ha sido la frase que ha marcado su vida y que le ha permitido derribar distintas barreras que sólo pasaron a ser un problema temporal. “Tuve un almacén que lamentablemente se quemó, pero ese incendio se transformó en el puntapié de inicio que me llevó a dedicarme al trabajo en el campo”, recuerda.

A partir de ese incidente, de su hambre por emprender y de su cultura orgánica, Bélgica ha recorrido países como Italia y Holanda, donde conoció la importancia que se le da al consumo del physalis.

Sus logros son elocuentes y muchos de ellos han sido de la mano de INDAP, institución que le ha brindado herramientas para alcanzar las metas que se ha propuesto. “Esta institución ha sido un gran apoyo para mí. Yo soy de la idea que siempre hay que seguir innovando, emprender sobre el emprendimiento, y en eso INDAP entrega mucha ayuda”.