EL DESAFÍO DE MEJORAR Y AUMENTAR LA PRODUCCIÓN HORTOFRUTÍCOLA DE MAGALLANES

Hoy más que nunca se requiere construir políticas públicas que ayuden a consolidar los mercados locales, fomentar la sustentabilidad de los recursos naturales y al mismo tiempo mejorar la dieta del magallánico, en base a productos naturales e inocuos, ricos en vitaminas y exentos de grasas, como los que hoy ofrece la Agricultura Familiar Campesina en menor escala... Continúe leyendo la columna de opinión del director regional de INDAP, Víctor Vargas.

Autor: Indap

Magallanes

En la Región de  Magallanes se consumen anualmente 12 mil toneladas de productos hortofrutícolas, de los cuales casi un 20% corresponde a producción local, el restante llega de Argentina y otras regiones del país.  La demanda aumenta a 22 mil toneladas, si se proyecta al número de habitantes con las recomendaciones de consumo de frutas y verduras que realiza el Ministerio de Salud.

Es decir, existe una alta dependencia de las importaciones y una potencial demanda del mercado que cobra urgencia en la zona austral, donde se concentran altos índices de obesidad, principalmente infantil (mal nutrición por exceso), y enfermedades cardiovasculares.

Por eso, creemos que hoy más que nunca se requiere construir políticas públicas que ayuden a consolidar los mercados locales, fomentar la sustentabilidad de los recursos naturales y al mismo tiempo mejorar la dieta del magallánico, en base a productos naturales e inocuos, ricos en vitaminas y exentos de grasas, como los que hoy ofrece la Agricultura Familiar Campesina en menor escala. 

La elaboración de políticas públicas que aborden el problema, significa construir una agenda que ponga en común los recursos, capacidades y prioridades del Gobierno Regional. Cimentar una estrategia a largo plazo, con un impacto en el corto,  a través de la descentralización de instrumentos actualmente utilizados por INDAP, pero que son insuficientes para la realidad regional.

En este sentido, hemos asumido el desafío de elaborar las bases de un convenio de programación que considere un aporte de recursos similar entre el Gobierno Regional de Magallanes e INDAP, de forma tal de compartir el esfuerzo por mejorar las condiciones bajo las cuales se produce en la actualidad, y aumentar la producción a través del crecimiento del número de productores, así también mejorar las condiciones de los actuales campesinos, entregándoles mayores aportes, asesorías, subsidios y créditos.

Una iniciativa estimulada por el Intendente y requerida por los pequeños agricultores.  Para lograrlo, Magallanes tiene un tremendo potencial, las características propias del territorio benefician y condicionan la calidad de la producción hortícola. Esa imagen de zona prístina, inocua y ambientalmente sustentable se proyecta en los productos que son la primera opción de los consumidores locales, incluso por sobre una oferta de precios más baratos de verduras que llegan de otras zonas del país y del extranjero.

Sin embargo, las constantes y difíciles condiciones climáticas condicionan a la agricultura a períodos estacionales y se hace necesario el uso de invernaderos, cortinas corta viento, sistemas fotovoltaicos de riego para cubrir enormes distancias y otros elementos que transforman a la infraestructura agrícola de la zona en la más cara de Chile.

Las formas y los costos de la producción local profundizan la desigualdad entre los agricultores de la zona con los del resto del país.  Hay una brecha silenciosa donde los campesinos de Magallanes tienen diez veces menos oportunidades de producción que el de otras zonas del país, y por lo mismo requieren diez veces más atención.