Destacan gran impacto del Programa de Frutales en la diversificación productiva de Aysén

Autor: Claudia Molina

Zona Austral Sustentabilidad y adaptación al cambio climatico Aysén
Programa Frutales Aysén

Desde hace décadas, el desarrollo productivo rural en la Región de Aysén ha estado marcado por un importante acento en la ganadería, seguido por el cultivo de hortalizas, mientras que la fruticultura destacaba por ser un rubro que sólo se realizaba en temporadas específicas, con una marcada dependencia estacional y climática.

Sin embargo, los tiempos han cambiado. En 2016 INDAP efectuó un estudio sobre el potencial frutícola regional, en el que uno de los resultados que llamó la atención fue que no solamente el microclima de Chile Chico otorgaba las condiciones para el desarrollo de este rubro, sino que el cambio climático evidenciado por más de dos décadas podía actuar de manera positiva en localidades como Mañihuales, Cisnes y Lago Verde, entre otras, que cumplen con condiciones de humedad y temperatura.

Este estudio se convirtió en la línea base para proyectar la implementación de un Programa de Frutales con impacto en las cuatro provincias, el que hoy ha superado con creces todas las expectativas.

En este contexto se plasmaron los cimientos del Programa “Fomento al Desarrollo Frutícola de la Agricultura Familiar Campesina (AFC)”, financiado por el Gobierno Regional de Aysén, cuyo objetivo central ha sido promover el conocimiento y las habilidades, así como también proveer los medios para que los pequeños productores pueda incursionar con éxito en el rubro frutícola, en el marco de un proceso de diversificación productiva sustentable, con tecnificación y sobre todo innovación.

Durante los tres años de implementación (hasta abril de 2022) se ha realizado una inversión de $658.350.000, lo que sumado al aporte de usuarios de INDAP bordea los M$700. Con el apoyo técnico del Prodesal y el trabajo territorial se han incorporado a esta iniciativa las comunas de Guaitecas, Villa O´Higgins y Tortel, consolidando así el programa en toda la Región de Aysén.

En cuanto a cobertura de asistencia técnica, ésta llegó a 105 usuarios desde Melinka (Guaitecas) hasta Villa O´Higgins, sin contar a quienes participaron de oyentes en charlas, días de campo, seminarios y otras instancias.

Uno de los aspectos destacables del programa ha sido la gran participación de mujeres (65%), quienes han logrado empoderarse, producir fruta fresca en territorios donde antes existía un gran déficit y generar ingresos para sus familias.

Días de Campo

Una de las iniciativas más valoradas han sido los denominados días de campo, una instancia de aprendizaje en la que expertos en cultivos han compartido sus conocimientos in situ, logrando descentralizar y democratizar la información. Tal es el caso de Marina Gambardella, que visitó la localidad de Puerto Tranquilo, e Ivette Seguel, en La Junta.

Sin embargo, las condiciones de la pandemia cambiaron el escenario presencial por el virtual, por lo que las acciones en terreno fueron remplazadas por seminarios online. Fue así como se efectuaron más de 12 charlas técnicas sobre cultivo de arándanos, frutillas, frambuesas y murtillas, con expositores de la talla de Nelson González, ingeniero y magister en Biotecnología y Ciencias Agrarias de la Universidad de Agroparistech, Francia; Marina Gambardella, profesora titular de la Universidad Católica de Chile, doctora e ingeniera agrónoma experta en berries; Ivette Seguel, bióloga y magister en Ciencias con mención en Mejoramiento Vegetal, y Abel González, ingeniero agrónomo y magister en Gestión Agropecuaria con especialidad en Fruticultura de la Universidad de La Frontera, investigador del INIA Carillanca, quien además ha trabajado por más de 15 años en proyectos asociados a arándanos.

Innovación y tecnología

Otra manera de fortalecer este trabajo fue la sistematización bibliográfica dos manuales, uno de mesotúneles y otro de cultivo de frutillas. Se trata de 300 ejemplares con ilustraciones y fotos que permitirán apoyar las consultas de los productores y otros interesados por aprender de estos rubros, información que también se fortaleció con la emisión de cápsulas radiales sobre cultivos, escuchadas en más de nueve localidades de la región.

El Programa de Frutales ha tenido un impacto territorial importante y un logro en materia de diversificación productiva en una zona extrema y de condiciones climáticas adversas, pero con la implementación de tecnología se ha logrado hacer frente a estos escenarios. Como ejemplo destaca la incorporación de mesotúneles desde Melinka a Villa O´Higgins, estructuras para el cultivo de frutillas en altura; sistemas de cortinas de viento e instalaciones meteorológicas, que han sido fundamentales para el desarrollo de frutales como almendros, castaños, murtillas y vides. En total se incorporaron cerca de 15 nuevas especies, lo que significa una gran apuesta por la diversidad frutícola de Aysén.

Del aprendizaje a la práctica

Jessy Rebolledo, horticultora de Mañihuales, comuna de Aysén, es una de las beneficiadas con el Programa de Frutales de INDAP. Gracias a la asistencia técnica, la usuaria ha sacado máximo provecho a la parcela que recibió hace un tiempo como herencia. “Antes nadie daba un peso porque era muy mallinoso. Tuve la suerte de hacerme ingresar a INDAP y ahí me empezaron a asesorar. Pasé años limpiando este lugar y con su orientación he podido salir adelante con la producción de frutillas”, expresó.