DELEGACIÓN MEXICANA EXPUSO EN INDAP SU SEGURO CATASTRÓFICO PARA LA PEQUEÑA AGRICULTURA

Una completa presentación sobre el modelo de seguro catastrófico implementado por México durante esta década para enfrentar las emergencias agrícolas, hicieron al director nacional de INDAP, Octavio Sotomayor, y a los encargados de la División de Asistencia Financiera, personeros de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y la institución nacional de seguros Agroasemex de ese país.

La delegación llegó a Chile en el marco de un convenio de cooperación bilateral que tuvo su punto de partida en una visita que hicieron en junio pasado a México representantes de Agroseguros e INDAP, para conocer en terreno esta experiencia, y continuó ahora con reuniones con una serie de organismos públicos y privados, como los ministerios de Agricultura y Hacienda, Corfo, el SAG, la ONEMI, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), INIA, CIREN y compañías de seguros.

El grupo mexicano está integrado, en representación de la Secretaría de Agricultura, por Angelina Torres, subdirectora de Prevención de Riesgos; Nayely Cerón, subdirectora de Seguimiento a Programas y Acciones Concurrentes, y Artemio Coutiño, subdirector de Fomento a la Interlocución, mientras que por  Agroasemex participa Manuel Terrazas, director de Suscripción Internacional.

En México existen por un lado los seguros comerciales, al igual que en nuestro país, y también están los llamados seguros catastróficos, que son para atender las emergencias agrícolas, que en el caso de Chile se enfrentan con apoyos directos, como la ayuda que entrega INDAP después de aluviones, sequías prolongadas, heladas o erupciones, por citar algunos episodios críticos.

Según Camilo Navarro, director de Agroseguros y anfitrión de esta comitiva, la experiencia de los mexicanos con este seguro ha sido muy exitosa -ya fue incorporado por Bolivia- y la idea es compartir con las autoridades chilenas cómo ha sido su desarrollo, con miras a abrir una discusión sobre la pertinencia de adoptar un esquema similar.

A su juicio, la gran ventaja de este modelo, dirigido a los sectores más vulnerables del mundo agrícola, es que es un seguro que contrata el Estado, con lo que se estabiliza el presupuesto fiscal para atender las emergencias. Lo segundo es que ayuda a potenciar el instrumental para definir cuándo hay situaciones de catástrofe. Y en tercer lugar, da mayor oportunidad para la entrega de recursos.

“Esta experiencia es muy replicable en toda Latinoamérica. México tenía un problema muy similar al nuestro, donde la cobertura de seguros no crecía y estaba en torno al 10 por ciento del mercado potencial. La gente es reacia a contratar seguros porque se juega parte del margen de ganancia y ante la incertidumbre prefiere quedarse así. En los países desarrollados, en cambio, la agricultura de subsistencia no existe de la manera que la conocemos en Chile”, afirmó Navarro.

Añadió que Agroseguros tiene la misión de diseñar seguros, promoverlos y administrar un subsidio para su contratación, pero esto ha sido hasta ahora sobre la lógica de un seguro comercial. “Por eso ahora estamos liderando la idea de que el Estado contrate un seguro para los sectores más vulnerables”, apuntó.