Crianceros del Huasco logran histórica resolución sanitaria para vender queso y manjar de cabra

Autor: Indap

Atacama

Luis Guajardo lleva casi 10 años viviendo en el sector La Vega de la comuna de Alto del Carmen, donde se dedica 24/7 a trabajar en su emprendimiento de crianza de cabras y producción de quesos y manjar. A 60 kilómetros de ese lugar, en la Quebrada de Camarones, comuna de Vallenar, Paula Riquelme sigue los mismos pasos desde hace seis años, tras dejar su carrera de contadora auditora para trabajar junto a sus padres.

Lo que une a ambos crianceros es que su esfuerzo se vio recompensado en mayo pasado con la obtención de la anhelada resolución sanitaria, que ahora les permitirá comercializar su producción sin restricciones a nivel nacional y conquistar nuevos mercados más allá de las ferias locales a las que solían asistir.

Este logro tiene características históricas, ya que son  los primeros productores de la Provincia de Huasco que logran la autorización. A eso se suma que hace 17 años que no se emitían resoluciones sanitarias para la venta de quesos provenientes de la Agricultura Familiar. Un premio al empuje que estos dos emprendedores le han dedicado a su actividad.

“Para mí, la agricultura es el sustento de mi familias, es vida y alimento, un oficio que nos da relajo como grupo. Esta resolución la hemos esperado por mucho tiempo, cumpliendo todas las etapas que nos indicaban, paso a paso, sin perder la esperanza de que todo al final tiene un resultado feliz”, reflexiona Luis Guajardo sentado en la pérgola de su casa, rodeado de naranjos, paltos, higueras y limones.

Paula Riquelme comparte estos sentimientos de felicidad y orgullo, ya que ahora podrá vender “con todas las de la ley” sus quesos con vino, orégano y merkén. Contadora de profesión pero criancera de alma, su norte siempre fue mejorar la alimentación y la genética de sus animales para obtener buenos productos. “Siento un orgullo enorme, no sólo por mi trabajo, sino porque detrás mío está la voluntad de mi padres de apoyar esta forma de lograr el sustento familiar”, dice.

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Tanto Luis como Paula, agradecen los esfuerzos de servicios públicos como INDAP, que estuvieron en cada etapa de su crecimiento. “Me acuerdo que hubo tiempos muy difíciles -recuerda Paula- en que creí que iba a fracasar este esfuerzo. Faltaba mayor coordinación entre las instituciones, pero hubo gente que creyó en nuestro emprendimiento y nos siguió apoyando, pese a las adversidades. Una tiene que fijarse metas en la vida, y aunque todo parezca ir mal en un momento, la recompensa viene al final del camino, y en ese sentido estoy muy agradecida de quienes nos apoyaron”.

Pero éste es sólo el comienzo para ambos productores, quienes ya tienen planes de expansión en sus negocios. Paula ya estaba haciendo entregas a empresas mineras cercanas en Vallenar. “Quiero posicionarme en el negocio de los restaurantes gourmet y llegar a un público selecto, porque creo en el valor de mis quesos”. Luis y su familia esperan ver crecer la venta de productos online a causa de la pandemia. “Nuestros productos tienen el mejor sello e identidad del valle”, afirma.

Mariela Herrera, directora de INDAP Atacama, dice que “como servicio estamos muy contentos por el logro de estos productores, porque es un hecho trascendente para ellos y sus familias. Resume el esfuerzo de años, en que su paso por nuestros programas cobra sentido e importancia. Ahora es cuando más podemos decir que el esfuerzo valió la pena”.

Agrega que “el rubro criancero en Atacama tiene importantes desafíos en el ámbito productivo, pero con una riqueza que le otorga identidad a nuestra región. Como gobierno vamos a seguir apoyando a los crianceros con los instrumentos que estén a nuestro alcance, porque queremos que, con su trabajo y nuestro acompañamiento, sigan el ejemplo que hoy están dando Paula Riquelme y Luis Guajardo”.

Según cifras de 2019, en la Región de Atacama 691 familias se dedican a la crianza de animales, ocupando el ganado caprino el primer lugar -especialmente en Alto del Carmen, Vallenar y Freirina- con una masa de 59 mil cabezas.