COOPERATIVA CAMPOS DE HIELO VA POR MÁS SOCIOS Y MEJORES VENTAS

Autor: Indap

Nacional

Veinticuatro familias de Puerto Natales, capital de la Provincia de Última Esperanza, ubicada a los pies de las imponentes Torres del Paine, conforman la única cooperativa agrícola que existe en la Región de Magallanes: Campos de Hielo. La idea de organizarse surgió en 2009, en medio de dudas y temores, y en 2013 lograron su ansiada formalización. Sin embargo, fue solo durante la pasada temporada que este esfuerzo dio frutos y ganancias: casi 70 millones de pesos en ventas de hortalizas y verduras.

Por estos días, los pequeños agricultores patagónicos celebran y planifican los desafíos que vienen, sin perder de vista los momentos de incertidumbre que en más de una ocasión los llevaron a pensar en “tirar la toalla”. Están convencidos de que el trabajo colectivo es la mejor siembra para cosechar un buen futuro y que su ejemplo puede ser replicado en otros lugares de la región.

Una de las principales ventajas de este modelo es que los productores se dedican a producir y la cooperativa se encarga de las ventas. “No dimos cuenta de que teníamos excelentes productores, pero que eran muy malos vendedores. Con la cooperativa se sacaron un peso de encima.  Si bien los precios de los productos bajan un poco, la venta total de la producción está asegurada”, explica Jaime Antecao, gerente de la organización.

Hoy están trabajando para proveer a los restaurantes gourmets de la Provincia de Última Esperanza, un negocio rentable considerando que a las Torres del Paine llegan cerca de 200 mil personas al año, con un crecimiento de 12 mil turistas por temporada. “Siempre analizamos qué productos se pueden mejorar o desarrollar. Ahora queremos afianzar las zanahorias amarilla, blanca y púrpura, la betarraga amarilla y las cebollas de colores”, comenta Antecao.

También están buscando retomar producciones que han perdido fuerza en la zona: “Tenemos la experiencia de nuestros abuelos, que fueron beneficiados con la Reforma Agraria para adquirir sus predios cuando la producción bajo plástico casi no existía.  Estamos tratando de entusiasmar a nuestros socios para que retomen esa senda, con productos demandados por el mercado, como la papa y la avena, cuyo cultivo era tan natural como respirar”, precisa Adelaida Vargas Paillán, quien hace un mes fue elegida presidenta de la cooperativa por un período de dos años. 

“También queremos hacer crecer nuestra organización, tener más socios. Ya tenemos al menos a cinco en la lista de espera y a los actuales los estamos entusiasmando para que generen mayor producción. Necesitamos crecer y el mercado da, porque tenemos la ventaja de ofrecer productos frescos, sanos e inocuos. En la ExpoMundoRural de abril pasado en Punta Arenas vendimos todo y la gente reconoció nuestro sello”, resumió la dirigenta.

 

DUROS COMIENZOS

Fue en Calbuco, la ciudad de las aguas azules, en un viaje organizado por INDAP para conocer algunas experiencias exitosas de cooperativas de Los Lagos, que los agricultores natalinos se dieron cuenta de que tenían el potencial para abordar una aventura conjunta. “Nadie se atrevía, habíamos participado en varias organizaciones y en todas habíamos fracasado. El trabajo colectivo no estaba en el ánimo de nadie. Pero ahí nos entusiasmamos”, recuerda Adelaida Vargas. 

Más tarde vino un convenio con Walmart que puso a prueba a la cooperativa. Pero dependían de fletes que regularmente fallaban para trasladar los productos desde Puerto Natales a Punta Arenas. “El primer año del convenio, no fue bueno, hubo agricultores que perdieron producciones completas por problemas de coordinación, falta de transporte. Era un caos el inicio y no te daban ganas de seguir. ¿Cómo hacíamos para recuperar la confianza y seguir adelante en la siguiente temporada?”, se preguntaba entonces Vargas.

Una luz vino de INDAP que los apoyo en la compra de un furgón refrigerado para el traslado de productos. Más de 23 millones de pesos en inversión le dieron un vuelco a la suerte. Y a eso, una larga lista de capacitaciones para mejorar los estándares de calidad, considerando que la cercanía y la frescura de los productos ya era una fortaleza.

“El convenio ha sido importante para la cooperativa y los agricultores, ya que nos ha hecho mejorar mucho en organización, la calidad e inocuidad, y donde varios productores se han especializado en algunos cultivos aumentando la rentabilidad de la empresa. En la actualidad, los productos con mayor impacto por su volumen o calidad son frutilla, tomate cherry, rabanito y zapallito”, explica Jaime Antecao.

La Cooperativa Campos de Hielo está ad portas de renovar el convenio con Walmart y esperan superar los 80 millones en venta, aumentando la frecuencia de entrega y la comercialización. 

De momento, funcionan como reloj. Entre los socios, asumen turnos de facturación, limpieza, transporte, y planificación de las cosechas y sus períodos. Llegar a ese nivel tuvo un costo que supieron enfrentar.