CON ÓPTIMO RENDIMIENTO PARTE ENERGÍA FOTOVOLTAICA EN LA PATAGONIA
La conversión de la luz del sol en electricidad sustenta el riego con fines agropecuarios en sectores sin energía eléctrica.
Autor: Indap
AysénCon rendimiento óptimo comenzaron los primeros cinco proyectos de energía solar fotovoltaica con fines productivos, instalados en sectores rurales sin electricidad de la Región de Aysén, en plena Patagonia.
Esta energía renovable no convencional demostró su viabilidad incluso en el paralelo 45 sur del plano ecuatorial, sustituyendo el acarreo con balde por la activación de un interruptor que regula el riego de alrededor de cuatro hectáreas de hortalizas y frutales menores, bebedero animal y, sobre todo, consumo familiar.
La inversión bordea los 30 millones de pesos de un programa nacional de bombeo fotovoltaico que administra el Ministerio de Agricultura, a través de INDAP, y que este año parte en el sur austral de Chile con 90 por ciento de incentivo y diez de cofinanciamiento particular.
“Somos la primera institución gubernamental de América del Sur en asistir directamente a pequeños productores con bombas basadas en la conversión de la luz del sol en electricidad. Son instrumentos de última generación, que influyen en la calidad de vida de los agricultores y dan un valor agregado a la producción”, señala el director regional del servicio, Carlos Hennicke.
Los cuatro proyectos en Coyhaique y uno en Cerro Castillo “partieron como una apuesta. La gran interrogante era si la cantidad de energía del sol que llegaba era suficiente para que los equipos funcionaran. Se hicieron los cálculos, se trabajó con la radiación solar y los números daban para que las bombas funcionaran”, explica el encargado regional de Riego de INDAP, Darío Juárez.
Independencia de la red eléctrica y combustibles fósiles
En el sector Vista Hermosa el ganadero Alfredo Foitzick aseguró el consumo de agua de unos 50 vacunos. “Había un pozo que hice, pero faltaba la bomba, el estanque. Con eso parto este año y quiero continuar para regar empastadas”, detalla.
En el sector El Salto Carmen Sánchez ve que esta implementación se traducirá en mayores ventas de lechuga, cilantro, acelga, rabanitos, arvejas y habas. “Sacaba de la vertiente y regaba con una manguera lo que alcanzaba de cinco invernaderos. No siempre alcanzaba, porque este sector se caracteriza por falta de agua. Ahora abro una llave y, además, puedo hacer otras cosas mientras tanto”, indica.
Hacia el sur este, en el sector Melipal, María Rivera, planea aumentar su producción de conservas, mermeladas, jugos naturales, frutas como grosellas y frambuesas y plantas ornamentales. “Una buena huerta, propagar los frutales menores y las necesidades de la casa, para hacer un poco más cómoda la vida en el campo que ya en esencia es dura, por el trabajo, los traslados. Si además no tienes cosas tan básicas como el agua, se hace más complicado aún”, señala.
Cada proyecto contempla un kit fotovoltaico de bombeo de agua, compuesto por cuatro paneles solares para la generación de 800 watts, una bomba sumergible que impulsa hasta cinco bares de columna de agua en días de sol y sistema de riego con estanque acumulador y red de conducción, distribución y emisión como aspersores o goteros, entre otros.
En condiciones normales, el conjunto opera en forma autónoma y garantiza dos a tres décadas de independencia de la red eléctrica y de combustibles fósiles, en un territorio mundialmente reconocido por su pureza como es la Patagonia.
Heanma Manzur Véliz
Periodista
Región de Aysén