CON ÉNFASIS EN TURISMO VIVENCIAL, COMIENZA TEMPORADA ALTA DE TURISMO RURAL EN LA PATAGONIA AYSÉN

Cerca de 100 pequeñas y pequeños agricultores ofrecen servicios rurales orientados a que el turista conozca, comparta y experimente la cultura y tradiciones campesinas.

Autor: Indap

Aysén

Montañas, glaciares, fiordos y canales; el sistema hídrico más complejo de Sudamérica, con cerca del 30% de la superficie de cuerpos lacustres y 29% del caudal de los ríos de Chile; y un exuberante y frágil patrimonio ambiental, hábitat de abundante fauna y flora, caracterizan a la Patagonia Aysén.

Esta tierra de imponente belleza escénica atrae a turistas del país y el mundo que recorren desde el litoral a Campo de Hielo con el propósito de vivir experiencias que los enriquezcan como personas, compartiendo con las comunidades e insertándose en actividades propias del campo como ordeñar las vacas, cabalgar, cosechar hortalizas del huerto, tomar mate y un sinfín de actividades que valorizan la cultura y patrimonio local.

Principalmente a lo largo del camino longitudinal Austral, alrededor de 100 prestadores de servicios turísticos, dieron comienzo a la temporada alta 2014-2015 con apoyo del Estado a través de INDAP.

Varios de ellos están reunidos en la Casa del Turismo Rural con sede en Coyhaique, donde se promueven los emprendimientos situados desde La Junta a Caleta Tortel, contribuyendo a preservar y promover paisajes y localidades, pero también el patrimonio, cultura y tradiciones, como explicó la presidenta de la Asociación Gremial de Turismo Rural de Aysén, Nidia Aguilar Vega.

“El valor, básicamente, es el calor humano que puede entregar cada uno de nuestros socios, cuando atiende en su propio hogar. La amabilidad, la cordialidad con que atendemos refleja a la gente que vive en el campo. El calor humano que se percibe es la diferencia con los grandes hoteles o grandes servicios gastronómicos”, afirmó.

El director regional de INDAP, Marcelo Hernández Rojas, indicó que con recursos del Gobierno Regional por 370 millones de pesos, INDAP desarrolla un programa para que un 70 por ciento de estos prestadores accedan a soluciones de alcantarillado, agua potable y habilitación de cocinas para la preparación y venta de alimentos, a fin de que el Servicio de Salud les otorgue autorización de funcionamiento, formalicen sus microempresas turística y pasen al Registro Nacional de Prestadores de Servicios Turísticos de SERNATUR

“Abocado a resolver la brecha sanitaria en aquellos prestadores de servicios de turismo rural, usuarios de INDAP, específicamente en el tema de alcantarillado, agua potable y algunas mejoras en preparación de alimentos para que salud pueda entregarles la autorización de funcionamiento”, afirmó.

Posteriormente, con 540 millones de pesos del Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas, INDAP apoyará las inversiones para el mejoramiento de la oferta turística rural.

La proyección de la temporada

Según estadísticas de la Casa del Turismo Rural (www.casaturismorural.cl), la última temporada más de dos mil visitantes, en su mayoría, provenientes de Santiago, Antofagasta y Concepción en el caso de los chilenos, y de Alemania, Francia y Argentina, en el caso de los extranjeros, además de turistas de la propia región, tomaron servicios como caminatas, alojamientos y cabalgatas.

Todo indica que esta temporada, la tendencia se afianza, dice Nidia Aguilar. “Se han tomado ya reservas hacia la temporada alta, lo que da una buena indicación de que van a llegar muchos turistas a la región, más aún porque la mayoría de los participantes del libro Aysén por Descubrir, son socios de la Red de Turismo Rural”, puntualizó.

Además de la inclusión de asociados en el libro publicado por el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, entre las innovaciones de la temporada, la organización habilitó una sede móvil a un costado de la Plaza de Armas de Coyhaique, con apoyo de la Municipalidad en la ubicación y de Sercotec en la implementación, además de participar en todos los eventos promocionales del turismo en esta región de casi diez millones de hectáreas, más de la mitad de ellas incorporadas al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas