Con datos geoespaciales determinan el estado de erosión de los suelos de la zona sur de Chile

Autor: Indap Los Ríos

Zona Sur Sustentabilidad y adaptación al cambio climatico Los Ríos
Suelos erosionados Los Ríos 1

Nuestros suelos son la base de la agricultura y el lugar donde crece el 95% de las plantas que están destinadas a alimentarnos. Resulta imprescindible contar con suelos sanos que garanticen un ecosistema vivo y dinámico y que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático, ya que estos factores influyen en otros ámbitos como el empobreciendo de los agricultores y las comunidades que cultivan las tierras.

En este escenario, y por medio de un convenio entre instituciones del Minagri, INDAP solicitó al Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) que realizara el Estudio de la Erosión de los Suelos en la Macrozona Sur de Chile, el que fue presentado durante el presente mes en el Centro de Innovación Colaborativo de Los Ríos, ubicado en Máfil.

El subsecretario de Agricultura, José Guajardo, quien estuvo en el lanzamiento del estudio, afirmó que “este tipo de información es de alto valor sobre los territorios y sus recursos naturales, para mitigar los efectos del cambio climático”.

El estudio se extendió por 10 millones de hectáreas emplazadas en 74 comunas de las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Entre sus resultados se evidencia, por ejemplo, que en Lumaco, Toltén y Puerto Saavedra existen graves signos de erosión hídrica provocados principalmente por la acción humana, la sequía de la última década y las precipitaciones invernales, que a pesar de ser insuficientes dañan los suelos descubiertos y afectados por los incendios forestales.

La directora de INDAP Los Ríos, Alejandra Bartsh, precisó que “la sustentabilidad de los suelos requiere de un manejo basado en el conocimiento de sus características y estado. Por ello, estudios como este catastro de erosión son cruciales para hacer frente a la amenaza de su degradación, mediante la utilización de información que permita mejorar las decisiones respecto a su uso y generar y adaptar instrumentos y tecnologías que contribuyan a que el suelo pueda continuar prestando funciones ecosistémicas, entre ellas la producción de alimentos. Una parte importante de la Agricultura Familiar Campesina desarrolla su actividad en la Macrozona Sur y en esta zona se espera un mayor desarrollo de la agricultura como consecuencia del cambio climático, por eso los resultados de este estudio son de gran importancia”.

La directora ejecutiva de CIREN, Katherine Araya, resaltó la inversión en innovación que hizo el Estado para esta iniciativa: “Contamos con sensores de información de última generación, datos de suelos e infraestructura tecnológica ad-hoc, con altos volúmenes de información. Pero lo más importante fue la conformación de un equipo de especialistas multidisciplinarios, jóvenes y experimentados, que permitieron en pandemia conseguir los resultados de este estudio”.

Suelos erosionados Los Ríos 2

 

Metodología

Para este catastro se utilizaron técnicas de campo y de teledetección que permitieron delimitar las áreas degradadas mediante el análisis geomorfométrico de terreno y la espectroscopia del infrarrojo cercano con el uso de imágenes satelitales Sentinel 2 de la agencia europea ESA.

A través del estudio se precisó que las comunas más afectadas por la erosión se concentran entre las regiones de La Araucanía y Los Ríos: Lumaco (96,5%), Los Sauces (95,1%), Puerto Saavedra (92,9%), Gorbea (91,8%), Mariquina (90,8%), Traiguén (90,5%), Galvarino (90,3%), Loncoche (89,8%), Purén (89,7%) y Lanco (88,9%).

Las comunas con mayor superficie clasificada como erosión severa y muy severa corresponden a Lonquimay (89.316 ha, 22,7%), Mariquina (30.327 ha, 23,3%) y Chaitén (51.206 ha, 6,2%).

La comuna de Corral es la que cuenta con mayor proporción de superficie clasificada como erosión severa y muy severa (26,7%), correspondiente a 19.314 ha.

¿Cómo afectan los incendios a la degradación de los suelos?

“Los incendios forestales provocan procesos de hidrofobicidad o repelencia al agua de los suelos afectados que pueden durar hasta cuatro años, lo que aumenta el riesgo de erosión y ralentiza la recuperación de la cubierta vegetal. Este proceso se acelera con malas prácticas agrícolas y los incendios forestales que desprotegen el suelo”, dice Juan Pablo Flores, jefe de la Unidad de Recursos Forestales de CIREN.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para 2050 necesitamos producir un 50% más de alimentos para abastecer a la población, situación que sólo es sostenible si promovemos prácticas que eviten la deforestación y la desertificación y enfrenten las problemáticas generadas por la sequía y la erosión del suelo.