Comunidad Indígena de Lumaco inauguró una ruka-taller para el trabajo de sus artesanas

Autor: Indap

Los Ríos

“Es un sueño cumplido, porque después de muchos años por fin contamos con un lugar propio para poder trabajar y reunirnos”. Así se refirió el presidente de la Comunidad Indígena de Lumaco, Segundo Huanquil, a la inauguración -con una ceremonia tradicional organizada por ellos- de su ruka-taller, iniciativa que tuvo un costo de 20 millones (90 por ciento financiado por INDAP) y que beneficiará a 20 artesanas y un centenar de familias.

Esta agrupación de la comuna de Lanco, en la Región de los Ríos, se caracteriza por explotar una diversidad de rubros, entre los cuales destacan la ganadería ovina y bovina, hortalizas y artesanía. Esta última ha cobrado particular relevancia en el sector, dado que los usuarios se han capacitado, a través del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) de INDAP y Conadi, en trabajos de lana y cuero.

El director regional de INDAP, Jorge Sánchez, dijo estar muy orgulloso de inaugurar este espacio y destacó el esfuerzo del jefe de la agencia de área de Lanco, Marcelo Nass, para hacerlo realidad. “En un inicio las artesanas trabajaban en la sede de la comunidad, pero esto estaba supeditado a los horarios disponibles, ya que algunos días funcionaba ahí un consultorio médico, lo que las obligaba a partir con sus materiales a otros lugares. En virtud de este sacrificio que hacían, vimos la posibilidad de construir el taller para que puedan trabajar en sus creaciones con la tranquilidad necesaria”, expresó.

El recinto cuenta con una superficie de 68 metros cuadrados, con un área para el trabajo en artesanía, un fogón central, baño y cocina, más las instalaciones básicas agua y luz. Según la coordinadora del PDTI, Evelyn Gómez, “ésta era una necesidad de las artesanas, que ahora tienen una ruka que dignifica su vida y su trabajo y que a futuro están pensando usar como sala de ventas de sus productos”.

A la ceremonia de inauguración también asistieron el alcalde de Lanco, Rolando Peña, equipos técnicos de INDAP, alumnos de la Escuela Rucaklen y representantes de la propia comunidad.

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