Boom en la venta de huevos de "gallinas felices" potencia a productoras avícolas de Valparaíso

Autor: Indap

Valparaíso

La pandemia del Covid-19 ha obligado a la población a vivir largos períodos de cuarentena, hecho que ha limitado el acceso a bienes y servicios esenciales. Sin embargo, la actividad agrícola ha destacado por su adaptación a la crisis, lo que le ha permitido garantizar el abastecimiento de alimentos del campo a la comunidad.

Uno de los rubros que lleva el estandarte en esta materia ha sido el avícola, el que no solo ha mantenido sus niveles de venta, sino que incluso ha experimentado un fuerte incremento de la demanda, principalmente de huevos.

Se trata de la producción de los denominados “huevos de gallinas felices”, los que ahora son distribuidos casi en su totalidad a través del sistema de reparto a domicilio y que también tienen felices a las emprendedoras dedicadas a su producción.

Tal es el caso de tres usuarias de INDAP Valparaíso -específicamente de las comunas de La Calera, Los Andes y Casablanca-, quienes desde antes de declarada la pandemia, y a propósito de los efectos del estallido social, ya habían comenzado a implementar con éxito la modalidad delivery.

Las Colorinas Felices

Las Colorinas Felices es el emprendimiento de Daniella Tapia (por el característico color de las gallinas raza lohmann brown), usuaria del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) del sector La Peña en la comuna de La Calera. Hace ocho años dejó una promisoria carrera en el mundo del modelaje y decidió volver a sus raíces con sus dos hijos pequeños para dedicarse en cuerpo y alma a la crianza de “gallinas felices”.

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“Yo me crié en el campo, me fui a Santiago a trabajar como modelo, lo pasé bien, pero nunca fue lo mío, así que quise volver y empecé de nuevo con mi padre que es agricultor. Me hablaron de las gallinas felices y me encantó. Aproveché un invernadero de plantas medicinales que convertí en gallinero, luego me aprobaron un crédito y dije esto es el destino y comencé con 500 gallinas. Me tiré a la piscina con todo”, cuenta esta emprendedora.

A través del Prodesal, al que ingresó hace cuatro años, ha recibido apoyo en bonos, capacitación, asesorías, participación en ferias y adjudicación de algunos proyectos como el cerco para la media hectárea que tienen sus gallinas para pastar.

“Uno crea lazos con las gallinas. Yo les hablo, ellas saben quién soy y yo sé cuándo están tristes o les pasa algo. Las abrazo y les doy cariño. Ellas tienen media hectárea donde planto alfalfa, avena o trigo y son alimentadas al pastoreo. Sin mi padre no habría hecho nada, ya que él se preocupa de su alimentación e infraestructura, yo marketeo, vendo y hago de todo”, agrega Daniella.

Las ventas las hace en su predio, donde llegan clientes de otras comunas, y también por delivery, con reparto todos los lunes a Concón y Reñaca y los viernes a La Calera. (Contacto Daniela Tapia: Whatsapp +56 9 6845 8727).

La Granja de Riecillo

En el sector Riecillo de la comuna de Los Andes se encuentra el emprendimiento de Noelia Báez, usuaria INDAP que se inició en la avicultura hace cuatro años, cuando ingresó con un grupo de mujeres al Programa Mujeres Rurales INDAP-Prodemu. Hace un año egresó y decidió continuar con el negocio en forma independiente. Ahora cuenta con 244 aves que son parte de la avícola La Granja de Riecillo.

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Una de las características que le agrega valor a este emprendimiento es el tipo de alimentación que hace Noelia con todos los nutrientes necesarios para sus gallinas, con alfalfa fresca, verduras y frutas. “Esto le da otro sabor al huevo”, dice la productora.

A principios de este año pudo agrandar sus gallineros, mejorar su implementación y adquirir una máquina revolvedora para alimentos, gracias a un crédito que se adjudicó en INDAP. “Junto con esto compré cortinas térmicas y mejoré la aislación de los gallineros”, comenta orgullosa.

Actualmente produce más de 5 mil huevos al mes, los que vende principalmente por reparto a domicilio. “Siempre hice delivery, pero con la pandemia aumentó la demanda, porque la gente está más en sus casas. Reparto varios días a la semana a distintas comunas como San Felipe, Los Andes San Esteban y Santa María”, agrega. (Contacto Noelia Báez: Whatsapp +56 9 6667 4150 y Facebook).

La Canasta de Nora

Otra de las emprendedoras destacadas en este rubro es Graciela Marín, del sector Lo Orozco en la comuna de Casablanca, quien actualmente tiene cerca de 800 gallinas en producción. Partió en 2019 con el emprendimiento y venta por delivery La Canasta de Nora y cuenta con el apoyo del Prodesal de Casablanca. “Me ayudan en la parte sanitaria de mis aves y en infraestructura; por ejemplo, pude mejorar las cortinas y bebederos”, explica.

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“Me preocupo de darles buen alimento. Mi rutina parte en la mañana, me levanto, les doy comida, les converso y les pido que me den hartos huevos; después voy a trabajar en una casa particular y en la tarde vuelvo a recoger huevos y guardarlas. Ellas son mis únicas amigas, son muy felices mis gallinas porque no tienen gallo y tienen harto espacio para salir a pastar”, señala Graciela.

Esta casablanquina hace reparto a toda la comuna, uno o más días a la semana dependiendo de las cuarentenas y la fase en que se encuentre el territorio. “Mis gallinas producen entre 12 y 13 bandejas diarias, es decir más de 10 mil huevos al mes, aunque ahora baja la producción por el frío. De todas maneras, tengo clientes fijos”, concluye. (Contacto Graciela Marín: Whatsapp +56 9 3114 9572, Facebook ​e Instagram).

“Los agricultores no han parado de producir durante toda la pandemia y han buscado adecuarse a esta nueva modalidad de venta producto de la contingencia sanitaria. Como INDAP hemos seguido apoyándolos a través de nuestros programas y dándoles todas las herramientas para que puedan crecer y consolidar sus negocios, tal como lo han hecho estas tres mujeres emprendedoras”, expresó Fernando Torregrosa, director de INDAP Valparaíso.