AVICULTORES DE LA REGIÓN METROPOLITANA PARTICIPAN ACTIVAMENTE DE SEMINARIO ORGANIZADO POR INDAP

Los organizadores esperaban algo cercano a los 300 participantes. Sin embargo y dada la calidad técnica del seminario y el expositor, hasta el local del evento llegaron alrededor de 350 productores de aves

Autor: Indap

Metropolitana

Que las aves no se crían solas y que un gallinero no es suficiente para producir huevos y carne, es ya una realidad que poco se atreven a discutir. Es lo que quedó al descubierto luego de la presentación del médico veterinario, Giovanni Moraga, un especialista miembro de la Amevea (Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Aves), organización que ha dedicado los últimos años al estudio no solo del comportamiento de las aves y donde Giovanni lleva más de 5 años prestando asesoría a la pequeña agricultura, razón suficiente para que la Dirección Regional Metropolitana iniciara una serie de seminarios sobre diversos aspectos del trabajo agrícola que se realizarán mensualmente hasta noviembre.

De acuerdo con la jefa de Operaciones de la dirección regional de INDAP, María José Paredes, los seminarios son el resultado de consulta realizada a todos los técnicos que trabajan en los Programas de Desarrollo Local (Prodesal), quienes detectaron las necesidades de capacitación de los agricultores y que incluye, entre otros, avicultura, apicultura, ganadería, etc. “Esto significa -dice María José- que estamos nada más que atendiendo las solicitudes formuladas por nuestros usuarios y el mejor ejemplo es esta primera actividad que consiguió congregar a más de tres centenas de productores avícolas y, por el resultado de este encuentro, estamos haciendo lo que los agricultores más necesitan”.

Pero, ¿es posible que los avicultores no sepan todo lo necesario para obtener un buen rendimiento de sus aves? “Es exactamente así -asegura el especialista, Giovanni Moraga. De manera general en la pequeña agricultura existen malas definiciones en el establecimiento de las fases productivas. Esto provoca una baja producción y, lo que es peor, un alto índice de enfermedades. En consecuencia, mucha mortandad en los planteles”. La mayoría de las afecciones, continúa Moraga, “son de carácter respiratorio porque gran parte de los productores no reparan en los aspectos fitosanitarios y de allí al aparecimiento de enfermedades como conjuntivitis cianosis y otras, que si no son tratadas a tiempo pueden provocar la muerte de las aves y además poner en peligro a vecinos de las comunidades donde viven y trabajan”. Ello, explica, porque la transmisión de estas dolencias también pueden ser transmitidas por el ser humano pues en sus zapatos, cuando han visitado gallineros o locales de gran concentración de aves, pueden llevar de vuelta a sus emprendimientos restos fecales, comida u otro elemento que, al ser consumido por un ave sana, la puede infectar”.

Por ello insiste que, cuando se dispone de granjas multiedad (desde los primeros días hasta las adultas, o sea, sobre las 22 semanas), “las medidas de bioseguridad deben ser fortalecidas porque hay enfermedades que se tienden a acentuar en estadios más desarrollados pero que aún así afectan otras etapas y se hace necesario reducir el estrés, mantener las aves vacunadas y oportunamente desparasitadas”.

Sin embargo no todo lo tratado tuvo que ver con las enfermedades. Al contrario. Durante el seminario, ocasión que permitió a los productores realizar todo tipo de consultas, se hizo hincapié en la alimentación y producción de huevos en aves de postura. Por la misma razón el especialista insistió en aspectos a veces poco relevantes para muchos y que tienen que ver con el  control de peso, correcta alimentación y manejo de la luminosidad en los gallineros, aspectos que parecieran no influir, pero que permiten aumentar la producción en grados bastante significativos.

Medidas también poco divulgadas como la limpieza y desinfección en áreas de jaulas o pisos mediante productos bacteriostáticos y viricidas, además de la importancia de disponer de comederos, llamaron la atención de los productores quienes, como es el caso de José Orellana, productor de aves de Pirque, “nos permite visualizar un negocio que tiene una gran proyección futura y por eso, desde hace un tiempo, venimos aplicando las normativas de las Buenas Prácticas Avícolas pues dependemos de la salud de nuestras aves, casi como los precios del mercado”. Antes, continúa Orellana, “criábamos de manera artesanal, por lo que nos habían enseñado nuestros padres y madres, pero con el apoyo de INDAP nos damos cuenta que esto debe profesionalizarse porque solo así podremos emprender”.

Durante la jornada, que duró todo el día, los avicultores  aclararon todas las dudas, preguntaron sobre todos los aspectos de la producción y al final agradecieron a INDAP por la oportunidad de participar en este importante ciclo de seminarios y que, como afirma José Orellana, “nos enseñó además que podemos unirnos para comprar en grupos mayores y, ¿por qué no? conformar un día una cooperativa de productores de aves”