Autoridad del Agro visitó oasis creado por académico de la U. de Chile al interior de una faena

Autor: Indap

Antofagasta

Desarrollar la agricultura en el desierto más árido del mundo es una de las premisas del Gobierno. Así lo dejó de manifiesto el Presidente de la República, Sebastián Piñera, en su reciente visita a Israel en la que anunció la firma de una serie de acuerdos entre ambos países, dentro de los que destaca aquel que permitirá desarrollar la tecnología necesaria para poder regar el desierto de Atacama y obtener así frutos fecundos y de esta manera contribuir para mejorar la calidad de vida de las regiones del norte de Chile.

La implementación del “Laboratorio para la Agricultura en el Desierto” en la región de Antofagasta es uno de los proyectos que el secretario regional ministerial de la cartera, Gerardo Castro, lleva adelante en su estrategia regional. Puesto que, según manifiesta, junto con generar nuevas oportunidades para innovar y agregar valor al desarrollo en esta área, el laboratorio permitirá diversificar la matriz productiva de la región de Antofagasta, una necesidad y un desafío para enfrentar el escenario actual de la economía.

Pues bien, para llevar adelante esta tarea es necesario complementar el desarrollo del conocimiento al respecto entre los actores que apuestan por el desarrollo agrícola en el desierto. Cómo se logra, generando las instancias para ello. Es así como hace unos días, la autoridad del Agro, junto con su equipo de trabajo, se trasladó una vez más hasta la compañía minera Zaldivar para visitar el “Centro de Estudios Agroforestal del Desierto de Altura de la Universidad de Chile” (CEADA), dirigido por el académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, y responsable del proyecto, Manuel Paneque.

En la oportunidad, la autoridad junto con el académico y el superintendente de Medio Ambiente de la compañía, Lautaro Barraza, se trasladaron hacia la unidad experimental del proyecto, instalada en poco más de cuatro hectáreas de terreno en plena cordillera de Domeyko. En estos suelos con altos índices de salinidad y con presencia de metales como el Arsénico y el Boro, proliferan pimientos, tamarugos, chañares, taras y distintas variedades de atriplex, entre muchas otras especies vegetales que están expuestas, tal como lo comenta Manuel Paneque, a condiciones subletales, como temperaturas extremas que oscilan entre los -19° Celsius en la madrugada y los 35° Celsius durante el día, con vientos que llegan a los 100 kilómetros por hora y , por efecto de la altura geográfica, la carencia de oxígeno.

En este contexto, el seremi de Agricultura resaltó la labor que lleva adelante el especialista de la U de Chile, con el apoyo de privados, y explicó que al complementar las experiencias en la implementación del “Laboratorio para la Agricultura en el Desierto”, que ya cuenta con centros productivos dispuestos en los distintos pisos ecológicos de la región tanto en la provincia El Loa como el desierto costero, con investigaciones como la que lleva adelante la U. de Chile, sólo robustece la idea de que en el desierto más árido del mundo es posible hacer agricultura. Es así como la autoridad del Agro relevó el hecho de que los resultados que se obtienen de esta investigación se vinculan directamente con el interés de la Estrategia Regional de Desarrollo, que tiene dentro de sus lineamientos estratégicos impulsar y desarrollar la agricultura en el desierto.

“En realidad esto es maravilloso. Aquí podemos observar como los trabajos que se están desarrollando han logrado obtener resultados impresionantes. Exitoso en muchos casos. Por cierto, queda mucho por avanzar. Lo importante de estos trabajos es que se vinculan directamente con el interés de este seremi y de la Estrategia Regional de Desarrollo, para potenciar la agricultura. Por lo mismo, esta experiencia en una faena minera, donde una investigación centrada en la adaptación de diversas especies del desierto a condiciones extremas ha obtenido excelentes resultados, no hace otra cosa que potenciar y aportar a la consolidación de nuestro concepto y del proyecto que levamos adelante como Gobierno, el Laboratorio para la Agricultura en el Desierto”, destacó Gerardo Castro.

VISITA PRESIDENCIAL A ISRAEL

En su periplo por el país de medio oriente, el primer mandatario relevó el nivel de tecnología que Israel ha logrado desarrollar para posicionar su agricultura como un ejemplo a nivel mundial de cómo se debe cultivar el desierto, tal como se está realizando actualmente en la región de Antofagasta.

“Tenemos un fuerte intercambio en materia de ciencia y tecnología. Todos estos acuerdos van a ser firmados, o han sido ya firmados, y van a ser implementados muy próximamente en Chile”, aseguró el Presidente de la República.

En este contexto, Sebastián Piñera reflexionó sobre cómo el Gobierno quiere llevar a delante el ambicioso plan de regar el desierto más árido del mundo y obtener frutos de él, tal como ya se obtienen en Altos La portada, en la provincia El Loa y la comuna de Taltal.

“Israel ha desarrollado una tecnología para poder regar el desierto y esa tecnología la queremos aplicar en Chile para poder regar nuestro desierto, y poder sacar frutos fecundos y mejorar la calidad de vida de las regiones del norte de Chile. Hemos firmado o vamos a firmar ocho acuerdos que son muy importantes, porque la sinergia entre Israel y Chile es muy, pero muy poderosa. De alguna forma, compartimos muchas otras cosas, por ejemplo, ustedes tienen una gran ventaja en términos de agricultura en el desierto, y nosotros tenemos un gran desierto en la parte norte de nuestro país”, declaró el mandatario.

 

RELEVANCIA DE UN OASIS EN MEDIO DE FAENAS MINERAS

En el contexto de la visita de la autoridad regional al Centro de Estudios Agroforestal del Desierto de Altura de la Universidad de Chile, fue su director, Manuel Panque, quien explicó cual es el objetivo del trabajo de desarrollado, el obtener en condiciones extremas un pequeño desierto verde de cuatro hectáreas en medio de una de las zonas de mayor actividad minera de la Región de Antofagasta.

Es así como el académico explica que la investigación se centra en la adaptación de diversas especies del desierto a condiciones extremas. Además, Paneque argumentó que el proyecto ha ofrecido un modelo para contribuir a contrarrestar el calentamiento global, mediante plantaciones forestales en el desierto capaces de neutralizar los gases de efecto invernadero.

“Lo que estamos realizando en plena cordillera de Domeyko y rodeados de grandes faenas mineras   es de vital importancia. Tiene un valor desde el punto de vista científico y al mismo tiempo estratégico. Actualmente las empresas están adaptándose al cambio climático y a las nuevas formas de producir de manera sostenible y sustentable en el tiempo. Aquí estamos obteniendo plantas que provienen de un sistema de economía circular, donde el agua utilizada es reciclada y tratada bajo el sistema Toha, tecnología de tratamiento de aguas residuales que utiliza lombricultura para poder ser utilizada en un sistema productivo”, dijo Manuel Paneque.

Al respecto Paneque explica que el hecho de irrigar las especies que crecen en este proyecto en medio de una faena con aguas servidas del campamento de la minera es un ejemplo de economía circular. Puesto que el agua es tratada a través del sistema Tohá, que consiste en la utilización de lombrices que transforman la materia orgánica, la posterior filtración del agua y su tratamiento con radiación UV elimina los coliformes.

“Estas plantas pueden capturar entre nueve y doce toneladas de CO2 por hectárea, lo que significa que las empresas pueden insertarse en un sistema de producción sostenible siendo carbono neutral, tal como lo ha dicho el Presidente de la República, Sebastián Piñera, al manifestar que al 2050 la producción en Chile necesita ser carbono neutral, por lo que las empresas deben dar u paso para ellos, comprometiéndose a que su producción sea cero carbono”, declaró el director del CEADA.

Por su parte, el superintendente de Medio Ambiente de Zaldivar, Lorenzo Barraza, expresó que la visita del seremi de Agricultura apunta principalmente a mostrar lo que la compañía está realizando en relación con el cultivo y propagación de especies que hoy en día podrían servir para generar biodiesel o biocombustible para la producción industrial.

“Cabe destacar que muchas de las especies que están creciendo en estas cuatro hectáreas de este oasis en minera Zaldivar fueron donadas por Conaf en su momento y hoy ya se encuentran en etapas más desarrollas e insertadas a las condiciones que una faena minera puede entregar”, indicó Lorenzo Barraza.