Aumenta el autoabastecimiento y la venta de hortalizas frescas en la austral Puerto Williams

Autor: Cristián Morales

Zona Austral Mercado Magallanes
Puerto Williams Delfo Muñoz

El aumento de invernaderos de policarbonato y cortinas cortaviento, las mejoras en la calidad del agua y la capacitación permanente de INDAP, son la receta que según los campesinos de la comuna de Cabo de Hornos los ha llevado a que, en esta temporada y por primera vez, comercialicen de manera sostenida sus productos, transformándose en la mejor alternativa para los habitantes de ese extremo austral del planeta. 

Esta realidad contrasta con el pasado reciente, en que solo había hortalizas importadas que debían navegar miles de kilómetros antes de llegar a Puerto Williams, perdiendo gusto, sabor y exhibiendo los precios más altos de todo Chile. 

“Hoy, toda la producción local se comercializa principalmente en hostales y locales comerciales. Se trata de un autoabastecimiento importante para la comuna”, explica Manuel Ulloa, coordinador del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP de la comuna de Cabo de Hornos.

Para el profesional, el aumento de la producción agrícola se explica por la mejora de invernaderos y el aumento en la superficie de producción: cerca de 500 metros cuadrados bajo plástico y otra similar al aire libre. Y ya hay -asegura- seis proyectos aprobados para invernaderos de 120 metros cuadrados y otro de 80 metros cuadrados que se destinarán exclusivamente al cultivo de lechugas hidropónicas. 

“También hemos logrado diversificar la producción. Por ejemplo, con variedad de lechugas como batavia, morada y verde, además de kale, mizuna y el cultivo de papas, que ha sido muy importante en el último tiempo”, precisa Ulloa. 

La isla de 2.528 kilómetros cuadrados concentra una población que no supera los 2.700 habitantes, según el último Censo, y hay 41 usuarios de INDAP que participan activamente en el Prodesal y están enfocados en la producción hortícola, forestal, ganadera y artesanal. 

El alcalde de Cabo de Hornos, Patricio Fernández, valora el crecimiento y la apuesta de INDAP en la zona, y afirma que existe  un enorme potencial para seguir creciendo.  “Hoy tenemos la estrategia de desarrollo regional y comunal y la agricultura es un tema importante. Además, el trabajo con los gobernadores nos ayudará a ir saneando la deuda que tenemos, como un matadero móvil, el transporte de ganado una vez al año o un laboratorio de marea roja. Confiamos en el regionalismo y estamos claros que Puerto Williams necesita seguir creciendo en la agricultura”, precisa. 

Pasado chilote y pesquero

Los agricultores de Puerto Williams en su mayoría llegaron de Chiloé con conocimientos silvoagropecuarios y bajo las reglas de un arribo que respondió principalmente a la demanda de la pesca artesanal, con navegaciones por el Canal Beagle y zonas aledañas. Esos recorridos, la belleza y la tranquilidad del lugar, terminaron enamorándolos y eligieron asentarse en la zona, iniciando emprendimientos agrícolas, todos apoyados por INDAP. 

Delfo Muñoz (55) es uno de ellos. Su parcela, ubicada a 10 kilómetros al sureste de Puerto Williams, tiene el estilo de la agricultura de Quemchi, con vista al mar. “Vine de Chiloé, trabajé en la pesca artesanal y con el tiempo compré una parcela y me dediqué a la agricultura y la venta de leña. Hoy mi fuerte es la papa, además de lechuga, cilantro, perejil, acelga y espinaca. Tenemos también mizuna verde y roja, pero la gente poco la conoce”, explica mientras muestra un invernadero de policarbonato de 120 metros cuadrados que estrenará esta temporada. 

Orgulloso, asegura que Puerto Williams produce las mejores hortalizas: “La gente valora la producción local y un ejemplo son las lechugas. Son mejores incluso que las de Punta Arenas, acá tienen un sabor y aroma increíbles, ¿será por el agua? Ahora las que llegan de otros lados, esas sí que no tienen gusto ni sabor”. 

José Gallardo Castro (48) llegó en 2011 de Chonchi, también para trabajar en la pesca. Desde 2016 arrienda un predio a Bienes Nacionales. Su objetivo: fortalecer la agricultura de la zona. “Ha sido difícil acostumbrarse, porque en Chonchi la tierra es buena y acá hay que trabajar un poco más, pero estamos saliendo adelante con harto esfuerzo y apoyo del Prodesal de INDAP. En la venta nos ha ido bien, porque la gente valora las hortalizas orgánicas que tenemos”, cuenta.  

Desfilando hacia Navarino 

Al otro extremo, a 10 kilómetro de la ciudad, camino a Navarino, Javier Godoy Chávez (42) sueña con potenciar el agroturismo y aumentar la ganadería y la agricultura en la zona. Ya tiene habilitado un sendero que llama “Aromo” y cuenta con el único tractor doble tracción de la zona dedicado a la agricultura. 

“INDAP me ha apoyado mucho, a todos acá. No podemos pensar la agricultura sin su aporte y capacitación. Este tractor es mi joyita y ayudó a varios vecinos. Estamos tratando de mantener en pie tradiciones y un trabajo que puede perderse. La ganadería y la agricultura son difíciles y se requiere ayuda para salir adelante y tener autoabastecimiento”, dice orgulloso. Hace pocos días fue informado que el predio que trabaja, después de varias décadas, por fin está a su nombre.

Uno de los momentos que más destaca fue el viaje de conocimientos que realizó a Estados Unidos, para conocer la realidad ganadera. Se trató de una gira técnica financiada gracias al convenio entre INDAP y el Gobierno Regional de Magallanes. “Fue increíble, porque uno comparte experiencias y amplía sus ideas y luego las aplica y comparte con sus vecinos”, comenta. 

Una de las agricultoras de más experiencia es María Candelaria Alvarado Vidal (81). Vive sola en el sector Lum, a 38 kilómetros de Puerto Williams, y se las arregla para producir hortalizas y criar animales. “A veces el tiempo no nos acompaña, pero estoy feliz con lo que hago. Acá se me da todo lo que siembro. Hay que dedicarle harto tiempo, pero el agua es muy buena, mire cómo crecen las lechugas, nada que ver con lo que llega de otros lados”, dice. 

Su historia no ha sido fácil. Casi un lustro atrás perdió toda su casa en un incendio. El aviso lo dieron en Ushuaia, Argentina, al otro lado del Canal Beagle. “No salvé nada. Y la gente se portó muy bien. Ahora me cansó más que antes y no puedo hacer todo con la misma energía, pero voy a seguir hasta que pueda”, explica. 

Para el director de INDAP Magallanes, Petar Bradasic, el apoyo a los agricultores de la zona más extrema del planeta responde a la necesidad de generar autoabastecimiento y dotar a todo el territorio de la infraestructura y conocimientos necesarios para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región, en este caso con una dieta saludable y necesaria.