ATACAMA: EL INCESANTE ESFUERZO DE INDAP POR LEVANTAR A LOS AGRICULTORES AFECTADOS POR ALUVIONES

Cerca de 4 millones de toneladas cúbicas de barro cubrieron Copiapó tras los aluviones de marzo. Equivalen a tres cerros Santa Lucía esparcidos sobre casas y calles de la capital de Atacama. Día y noche, maquinaria pesada y camiones siguen trabajando incesantemente para reponer la normalidad en la vida de los más de 160 mil habitantes de la ciudad. 

Sin diferencias, a todos les tocó sufrir esta emergencia. Los funcionarios de la Dirección Regional, de las agencias de área de Copiapó y Vallenar, así como los equipos técnicos del Prodesal, no fueron la excepción. La catástrofe dañó vehículos, enseres y también provocó graves daños en sus hogares… Sin embargo, el barro no pudo quitarles su fuerza de voluntad y compromiso con los pequeños agricultores. A pesar de lo difícil de la situación, los funcionarios de INDAP siguen presentes para apoyar a los casi 800 usuarios afectados en la zona.

EN LOS CAMPOS TRAS SALIR DEL LODO

Desde el primer día los técnicos del Prodesal de Alto del Carmen, Cristian Méndez y Luis Huanchicai, fueron en ayuda de sus agricultores. “Nosotros salimos en la madrugada hacia el sector Las Pircas. Nos encontramos que el aluvión se había llevado cinco casas. Nos dedicamos a rescatar gente y llevarlas a lugares seguros”, cuenta Huanchicai, quien lleva más de tres años en la unidad operativa de la comuna.

Los funcionarios de INDAP Atacama tampoco se quedaron atrás. Rápidamente comenzaron los trabajos para habilitar nuevamente las oficinas y continuar atendiendo al público. Contaron con el apoyo de cuatro funcionarios de la División de Administración y Finanzas Nivel Central quienes se ofrecieron para viajar a la zona y colaborar. El desastre dañó irreparablemente algunas de los vehículos institucionales, que fueron reemplazados por móviles del Nivel Central y de la Dirección Regional de Valparaíso para agilizar la gestión con los campesinos que necesitaban ayuda al interior.

Paralelamente, los esfuerzos se volcaron a terreno, primero a verificar el estado y situación de los agricultores; más tarde a catastrar su situación para poder entregar la ayuda necesaria. La tarea no fue fácil: los caminos eran intransitables. Barro y escombros arrastrados copaban las principales vías de acceso y hacían titánica la tarea para acceder a Tierra Amarilla, San Pedro, Alto del Carmen y San Félix.

En Vallenar, otras dos funcionarias se trasladaron en camioneta hacia Alto del Carmen. Avanzaron hasta donde el camino, cubierto de escombros, se los permitió. Sin embargo, decidieron seguir adelante caminando sobre el terreno fangoso por otros ocho kilómetros de ida y otros tantos de regreso, para saber cómo se encontraban los usuarios. A su vez, el Jefe de Área de Vallenar, Alex Vargas, realizó un vuelo en una avioneta que le permitió apreciar la magnitud del desastre en lo alto del valle.

APOYO TAMBIÉN ANTE LA TRISTEZA POR LA PÉRDIDAS

Además de prestar ayuda en labores de reconstrucción y rehabilitación de canales de regadío, los funcionarios se han transformado en soporte psicológico de muchos agricultores. “Hemos estado brindando apoyo a nuestros usuarios para que puedan reactivar su producción, pero también nos hemos convertido en sus psicólogos, conteniéndolos ante el desastre”, cuenta Cristian Méndez, Jefe Técnico del Prodesal de Alto del Carmen.

MÁQUINAS, CANALES DE EMERGENCIA Y APORTES PARA LA REINVERSIÓN

Muchos canales sufrieron severos daños; la tarea principal fue reponer el riego en plantaciones de hortalizas y frutales que resistieron. “Hemos actuado rápidamente para salvar la producción que no fue dañada, a través de la entrega de 100 motobombas, en la construcción de bocatomas y canales de emergencia para asegurar la entrega de agua para regadío a nuestros usuarios, además de disponer de otras medidas como un bono de hasta $3 millones y la condonación de deudas que vencían este 2015”, dijo el Subdirector Nacional de INDAP, Ricardo Vial, quien también valoró el esfuerzo y dedicación que los funcionarios han demostrado frente a la emergencia.

“Me siento tremendamente orgulloso de los funcionarios de INDAP y de los equipos Prodesal; se han entregado cariñosamente para ayudar a quienes más lo necesitan”, dijo Leonardo Gros.

Los agricultores también así lo sienten. Nibaldo del Tránsito Cuello, usuario del sector Piedra Colgada destaca que “en todos los campesinos de Copiapó hay un sentimiento de gratitud con los funcionarios públicos, y en especial con los de INDAP por la ayuda constante que nos han brindado; creo debe ser reconocido por todos”.

LUIS FINSCHI / PRENSA INDAP