Artesanas en lana de las comunas de Lolol y Pumanque recibieron el Sello Manos Campesinas de INDAP
Autor: Flor Vásquez
Zona Central Mercado Programas Eje O'HigginsLas artesanas en lana Sonia Díaz, de Pumanque; y María Eugenia Díaz, de Lolol, recibieron el Sello Manos Campesinas de INDAP, que corresponde a un sistema de acreditación que respalda atributos de productos y servicios generados por pequeños productores del país.
Sonia nació en la localidad de La Gloria, entre los lomajes y cerros del paisaje del secano. Creció enfrentando las dificultades de la ruralidad de esos días, cocinando con leña en olletas de fierro y caminando a pie descalzo, pues el único par de zapatos se dejaba para bajar al pueblo los domingos a la tradicional misa del mediodía.
Su madre le enseñó las labores y el arte del telar. Así comenzó a lavar, escarmenar, hilar y tejer sus primeras prendas.
Cuenta que su mamá, una mujer de carácter, le enseñó también a defenderse y hacerse valer, gracias a lo cual pudo forjar su condición de líder.
A los 20 años partió a Santiago en busca de nuevos horizontes. Trabajó, estudió, se casó y tuvo su único hijo. Se esforzó por su familia, luchó por sacar adelante su proyecto de vida, pero la enfermedad de su madre la hizo regresar a Pumanque.
La crianza de ovejas y el trabajo en telar han sido sus puntales de apoyo y sobrevivencia. Usuaria de INDAP, recibe asesoría del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de Pumanque.
En los últimos años, posicionándose como una mujer de opinión y liderazgo, ha ejercido diferentes cargos y representaciones.
También se ha preocupado de dejar el legado de su arte, participando en la escuela básica de su comuna como monitora en cursos Prodemu y dando clases a personas interesadas en aprender “el arte del telar”.
Tejedoras del secano
María Eugenia Díaz vive en la localidad de Los Tricahues, en Lolol. Aprendió el oficio del tejido en telar cuando era una niña, instruida por una tía. Se especializó en la confección y venta de mantas y chamantos, principalmente utilizando lana de oveja e hilos industriales.
Su actitud emprendedora la impulsó a integrarse en 1998 a un grupo de mujeres tejedoras de la localidad Los Tricahues, que participaron en un proyecto del INIA que consistía en un repoblamiento de alpacas, a fin de lograr la generación de una nueva materia prima para las artesanas.
Este proyecto la llevó a participar en distintos cursos de capacitación sobre tejido en lana de alpaca donde aprendió a confeccionar echarpes, faldas, vestidos, bufandas y otros productos. Además, se destaca por su constante innovación y habilidad en la creación de nuevos diseños; utilizando un telar araucano y dos telares suecos.
María Eugenia también ha sido instructora en cursos de esta artesanía que se han impartido en las comunas de Lolol y Litueche.
El interés y energía que pone en su trabajo y la participación en diferentes agrupaciones la ha llevado a un intercambio constante de conocimiento del rubro, manteniéndose también informada de los cambios en el mercado, a los cuales ha sido capaz de adaptarse y aprovechar las ventajas que en los últimos años ha tenido.
Actualmente es integrante del programa Prodesal de Lolol y de la Sociedad de Tejedoras del Secano, que agrupa a mujeres de La Estrella, Pichilemu, Litueche y Lolol. También integra la Agrupación Artesanos y Productores de la comuna de Lolol. Ahora, sus artesanías en lana llevan el Sello Manos Campesinas.
El seremi de Agricultura, Cristian Silva, y la directora regional (S) de INDAP, Pía Muñoz, expresaron sus felicitaciones a estas dos destacadas artesanas; resaltando que el Sello Manos Campesinas busca visibilizar ante los consumidores atributos de estos productos y servicios, dando valor a sus factores naturales, humanos y sociales, junto con reconocer las prácticas ancestrales y los conocimientos tradicionales inmersos en su proceso de elaboración.