Artesanas de Paredones mantienen viva tradición del trenzado con paja de trigo Ligún

Autor: Indap

O'Higgins

Zaida Edita Muñoz relató que desde muy niña aprendió los secretos del trenzado de paja de trigo Ligún, una técnica que hoy se desarrolla en la localidad de Cutemu y en otros sectores aledaños de la comuna de Paredones, Región de O’Higgins. Así, ella y otras mujeres de ese pueblo mantienen una tradición de más de 200 años, en que se utiliza como materia prima la paja del trigo para hacer los trenzados con que se confeccionan chupallas, cestería, cinturones, joyas y adornos.

En 2018, Zaida y otras dos artesanas de Cutemu, usuarias de INDAP, en cocreación con Sofía Hott y Rocío Schätzke, obtuvieron el premio Sello de Excelencia a la Artesanía por "Línea de cinturones trenzados en paja de trigo", y este año, junto a la artesana Débora Vidal –también usuaria de INDAP-, las integrantes de la Agrupación Trenzados de Cutemu recibió otro Sello de Excelencia a la Artesanía con su “Sombrero Surcos”.

“Estamos muy orgullosas por este premio. Es un incentivo para continuar con esta tradición. En mi familia somos 12 hermanos y yo soy la única que se dedica al trenzado de paja de trigo. Se requiere mucha paciencia”, señaló Zaida durante la visita que realizó el director regional de INDAP, Juan Carol García, para felicitar a la Agrupación Trenzados de Cutemu y conocer sus nuevos proyectos.

Uno de éstos corresponde a la construcción de un taller para las trenzadoras, el que se podrá materializar gracias a un proyecto que se adjudicó Zaida Muñoz, por $5 millones, del Programa de Inversiones PDI GORE. El taller será de 20 metros cuadrados, con radier y estantería, cocina a leña para facilitar el proceso de teñido naturales y una plancha a vapor. Allí podrán elaborar sombreros y otras creaciones, además de enseñar la técnica del trenzado a las jóvenes que se interesen.

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La agrupación

Creada en 2016, la Agrupación Trenzados de Cutemu está integrada además por Andrea Reyes y la diseñadora Rocío Schatzke. El “Sombrero Surcos” fue creado junto a las artesanas invitadas Berta Cáceres y Andrea Calvo, y el diseño con ondas en su ala representa los surcos que deja el arado en la tierra y también la flexibilidad de la paja de trigo, a cuyo trenzado añadieron tinte de uva como innovación.

El seremi de Agricultura, Joaquín Arriagada, expresó sus felicitaciones a esta agrupación, a la vez que recordó que las dos artesanas usuarias de INDAP recibieron el año pasado el sello Manos Campesinas, que entre otros aspectos reconoce las prácticas ancestrales y los conocimientos tradicionales inmersos en su proceso de elaboración.

Juan Carol García señaló que “el reconocimiento obtenido por nuestras artesanas es consecución del trabajo que han venido desarrollando desde hace ya tiempo como grupo, con un tremendo esfuerzo, sacando su oficio adelante y generando productos con una identidad propia que hay que conocer. Están insertos en nuestra región y a disposición de quienes viven aquí y de quienes nos visitan”.

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Agregó que “INDAP ha venido apoyando a este grupo y a otras artesanas respecto de cómo potenciar sus artesanías, visibilizarlas, llegar con ellas al mercado, pero la verdad es que estos tremendos logros de nuestros artesanos nos ponen el desafío de hacer más, apoyarlos más y lograr con todos seguir avanzando para que puedan alcanzar sus sueños”.