Agricultoras de Nogales reciclan agua de ducha, lavadora y lavamanos para riego de sus frutales

Autor: Indap

Valparaíso

Garantizar la disponibilidad y el acceso al agua, mejorar la calidad de vida de las personas y generar ahorro en el consumo, son parte de las ventajas del sistema de reutilización de aguas grises. Su gran potencial de utilización en el ámbito agrícola, sobre todo en zonas de sequía como la Región de Valparaíso, impulsó a INDAP a desarrollar una serie de acciones tendientes al mejor uso del recurso hídrico.

Dentro de estas acciones se están ejecutando siete proyectos en las comunas de Nogales y La Calera con recursos del Programa de Obras Menores de Riego (PROM) de INDAP, el aporte de la empresa minera Anglo American (convenio solamente en Nogales) y el aporte de los propios agricultores. El objetivo es dar un uso productivo a las aguas grises de las viviendas rurales.

Las aguas grises son aquellas reutilizadas del uso doméstico, provenientes de lavamanos, duchas, lavavajillas o lavadoras y que, previo tratamiento, pueden ser utilizadas para el riego de jardines, frutales, plantas ornamentales y flores.

Calidad de vida

Uno de estos proyectos benefició la agricultora Carmen Mansilla, del sector Camino El Garretón, quien hace algunos años dejó Santiago para radicarse en la comuna de Nogales y dedicarse a la agricultura. Usuaria del Programa de Desarrollo Local (Prodesal), recibe asesoría para su plantación de más de 70 nogales, cuya producción comenzó a disminuir drásticamente hace un par de años por la sequía. “En 2019 me fue súper mal porque la nuez no creció. La crisis del agua ha sido terrible. Antes regaba con el agua de la acequia que venia del canal El Melón, pero ya no llega de ninguna parte. Llevamos más de dos años sin agua, por lo que antes del proyecto regaba con APR (Agua Potable Rural) y con camiones de agua que compraba”, cuenta.

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El proyecto de reutilización de aguas grises que le instalaron hace menos de dos meses significó un alivio y una mejora sustancial en la calidad de vida de la emprendedora. “Me va a permitir que por lo menos la mitad de los nogales se salven si Dios quiere. Hoy recicló el agua que viene de la lavadora, la ducha y el lavamanos; entra a un estanque con un proceso de filtros y sale clarita, igual que agua de la llave, sin olores. Sólo tengo que preocuparme de la reposición de pastillas de cloro. Estoy feliz”, afirma.

El proyecto de Carmen Mansilla contempló la instalación de un sistema con reutilización de aguas grises (ducha, lavamanos y lavadora) que cuenta con un equipo de filtración modular, un sistema de desinfección del agua por hipoclorito de calcio al 65%, estanque de almacenamiento para el agua tratada de 1.000 litros, filtros de carbón activado en block para eliminar el olor, color y cloro del agua y una estación de bombeo de agua automatizado con controlador de presión que va directamente a las llaves destinadas exclusivamente para el riego y no para consumo humano.

Producción de nogales

En el sector Las Romazas de la misma comuna vive Leonor Astorga, quien con esfuerzo y el apoyo de su familia y el Prodesal se dedica a la producción de olivos desde 2009. “El 2011 ya tenía 666 árboles que planté yo misma, ahora hay unos 600. Hace años que estamos en estado crítico por la sequía. Tiempo atrás se tenía algo de agua, pero antes de este proyecto sencillamente ya no se regaba”, comenta.

Idealmente cada árbol de olivo da 40 kilos de frutos, lo que significa cerca de 25 mil kilos por temporada, cifra a la que la productora espera acercarse gracias al proyecto de reutilización de aguas grises que tiene hace más de un mes en su predio. “Ahora estoy regando por hileras, con riego tecnificado, optimizando al máximo el uso del agua. Este sistema ha sido un gran apoyo para sacar adelante mis árboles, que destino principalmente a la producción de aceite de oliva”, dice. Para el consumo familiar cuenta con el apoyo de la municipalidad, que cada semana le deja 2.500 litros de agua, más la compra que hace en forma particular.

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Eficiencia hídrica

“Estamos trabajando para optimizar y hacer eficiente el uso del agua ante la megasequía que estamos viviendo, y en ese sentido el reciclaje de aguas grises permite dar un nuevo uso a las aguas que antes se desperdiciaban. Su recuperación hace posible mantener cultivos que estaban perdidos y generar un ahorro de hasta el 40% en el bolsillo de los agricultores. Con esto estamos promoviendo una gestión sustentable de los recursos hídricos y mejoramos la calidad de vida de las personas”, afirma el director de INDAP Valparaíso, Fernando Torregrosa.

Desde febrero de 2018 existe en Chile la Ley de Aguas Grises Nº 21.075, que busca regular el uso de las aguas desechadas de lavamanos, lavavajillas o lavadoras. La ley aclara que existe prohibición de su uso para consumo humano, procesos productivos de la industria alimenticia, riego de hortalizas a ras de suelo, cultivo de moluscos filtradores y uso en piletas, piscinas y balnearios, entre otros.