300 pequeños productores de Ñuble se actualizaron sobre inocuidad y plaga de Drosophila Suzukii
Autor: Claudia Worner
Zona Sur Mercado ÑubleConocer el estado en que se encuentra el manejo de la plaga Drosophila Suzukii (la mosca de alas manchadas) y la forma en que los pequeños agricultores deben adecuarse a la nueva normativa de inocuidad para el sector hortofrutícola primario exportador N° 7.550 del SAG, fue el objetivo de una jornada doble de capacitación para productores de frutales y asesores que se realizó en Ñuble gracias a un convenio entre INDAP y Chile Alimentos.
La jornada estuvo dirigida a productores SAT y asesores de las unidades operativas, con el fin de realizar las adecuaciones necesarias tanto para el manejo de la plaga de Drosophila Suzukii como para adecuarse a la entrada en vigencia de la normativa SAG, en diciembre de este año, en lo concerniente a la Agricultura Familiar Campesina.
El jefe del Departamento de Mercado de INDAP, Juan Jiménez, destacó que los temas tratados son parte de las temáticas que INDAP ha trabajado en la Mesa de la Frambuesa como inocuidad y productividad. “Lo más importante era hacer una bajada de la norma del SAG, y en el contexto de la plaga que afecta a la frambuesa era necesario actualizar conceptos y sugerencias en el manejo integrado para su control. Los productores de cerezas que detectan larvas de Suzukii en sus plantaciones dejan de ganar entre un 15 y un 50 por ciento del valor por kilo que obtienen por parte de las procesadoras. Ambos temas van de la mano, conectados por la inocuidad”, complementó
Rodrigo Sotomayor, jefe del Departamento Regulación y Control de Insumos y Productos Silvoagrícolas del SAG, destacó que esta jornada buscaba transmitir que el sistema de inocuidad para el sector hortofrutícola es “muy confiable, mantiene un sistema que está en funcionamiento y adecua algunos en que había ciertas brechas, básicamente con un mejor sistema de trazabilidad”.
Por ejemplo, indicó que los productores inscritos en el antiguo registro de berries deben inscribirse en el Sistema de Registro Agrícola. “Hay situaciones que obligan a los productores y que son las que hoy les preocupan, especialmente los que pertenecen a la agricultura familiar, donde estamos buscando la forma para generar las adecuaciones”, dijo. Destacó que la gran fortaleza del sistema de inocuidad nacional es su confiabilidad, con un trabajo conjunto entre privados y servicios públicos, lo que habla bien de la profesionalización de la agricultura.
“El productor se ha preocupado de hacer las cosas bien para que el consumidor de cualquiera de los 100 países adonde llegan nuestros productos no enfermen. Esta norma le da un respaldo a la industria, no pide cosas que no se pueden cumplir y entrega un respaldo al 99 por ciento de los productores que lo hacen bien y además permite controlar a quien lo hace mal”, dijo Sotomayor. La norma, que entró en vigencia el 3 de junio de 2022, tiene una extensión para la agricultura familiar campesina, para cuyos productores entra en vigencia el 3 de diciembre de este año.
En el marco del programa de trabajo conjunto entre Chilealimentos e INDAP, en pos de promover y fortalecer el encadenamiento productivo entre los pequeños productores agrícolas y la industria, se realizó también una actualización sobre Drosophila Suzukii, a cargo del profesional de INIA Quilamapu Luis Devotto, quien resaltó la importancia de esta actualización: “Una de las cosas que hemos aprendido es que no hay recetas, sino que depende de la especie. En cerezos, la mayor parte del control se realiza con insecticidas y manejo cultural, a diferencia de las frambuesas, donde la aplicación de insecticidas ayuda poco, pero sí son efectivas las medidas de sanitización; la remoción de hospederos en los contornos hace el 80 por ciento del trabajo. El factor clave para la Drosophila es la cosecha frecuente y ésta es una ventaja para los pequeños agricultores, porque ellos tienen la capacidad de cosechar de forma frecuente en una pequeña superficie”.
Alejandra Montecinos, productora de frutillas de Trehualemu, El Carmen, valoró esta iniciativa, ya que “nos ayuda a tener información para poder manejar de mejor manera la plaga, saber lo que se puede usar, lo que no, cuales son las recomendaciones. En el caso del SAG, somos orgánicos, así que tenemos un manejo más exhaustivo, pero estas exigencias nos favorecen a todos, porque eso significa que cada nuevo productor que entra a un rubro o que trabaja en esto va mejorando la calidad”.