Sonia Cuello decidió cambiar su producción de uvas por hortalizas para combatir la sequía en Punitaqui

Autor: Indap Coquimbo

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Sonia Cuello - productora de hortalizas Punitaqui

La falta de agua no ha sido impedimento para que la usuaria del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) Sonia Cuello Varas siga en la agricultura. De hecho, y como si se tratara de una muestra de eso, Agua del Ajial se llama el sector de la comuna de Punitaqui, región de Coquimbo, donde vive y trabaja junto a su esposo. 

“Antes de las hortalizas teníamos parritas”, comienza diciendo la agricultora, y puntualiza que como consecuencia del poco recurso hídrico disponible derivaron a las hortalizas tuvieron que dejar la producción de uva que tenían desde 2012 para optar por otros cultivos como porotos verdes, morrón, ají y tomate. “Consumen menos agüita”, afirma.

Cuenta que prácticamente todo lo vende en el Mercado Campesino de Punitaqui, espacio de comercialización que INDAP realiza en Avenida Las Torres desde las 8 hasta las 14 horas.

- ¿Cómo es la experiencia de estar en el Mercado Campesino?

- Gracias a Dios lo vendo casi todo ahí. Es algo muy importante para mí ser parte de este Mercado Campesino. INDAP nos brinda este espacio, donde llegamos con nuestros productos a un público que ya nos conoce y sabe que nos encontrará ahí. Es algo maravilloso.

El director de INDAP Coquimbo, Víctor Illanes, dice que en su constante despliegue por las comunas de la región “vemos que hay muchas ganas de salir adelante, y es ahí donde podemos aportar al desarrollo productivo de nuestros usuarios y usuarias, ya que poseemos programas que son clave en ese proceso”.

“Sonia Cuello participa de nuestro programa PADIS y la conocí en el Mercado Campesino de Punitaqui, ocasión en la que me comentó que como institución hemos sido un apoyo incondicional. Por ejemplo, dijo que en 2024 recibió un motocultivador —mediante la herramienta Inversiones de Fomento Productivos (IFP) del PADIS—, que le ha permitido acortar tiempos de trabajo, pasando de una semana en hacer una melga para sembrar a hacerlo solo en medio día”, añade Illanes.

El seremi de Agricultura, Christian Álvarez, expone que la Agricultura Familiar Campesina e Indígena “debe ir adaptándose a los tiempos actuales, en los que impera la escasez hídrica. En tal sentido, existe un compromiso de gobierno de entregar las mejores herramientas al mundo rural, en especial a las mujeres. Por eso, nos enorgullece la historia de Sonia Cuello, quien en Punitaqui es una muestra de que las y los agricultores pueden reconvertir sus producciones de acuerdo a su realidad”.

“La agricultura nos ayuda bastante y además nos entretenemos con mi esposo Ya pasamos los 70 añitos, entonces a veces nos cuesta un poco movernos, pero lo importante es que podemos sembrar y trabajar en lo que más nos gusta”, concluye Sonia Cuello.