Casa Doña Victoria de la agricultora combarbalina Lucinda Vargas encanta con su oferta de aceites naturales
Autor: Indap Coquimbo
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“El campo me ha entregado todo y tengo la convicción de que eso ha sido por mi esfuerzo y perseverancia”. Así inicia su relato Lucinda Varas, agricultora de Combarbalá, región de Coquimbo, quien lleva con orgullo su título de mujer rural. Y cómo no hacerlo, si en la comuna limarina deleita a los habitantes con su emprendimiento Casa Doña Victoria, en el que produce aceites de oliva tradicional y con especias y aceites de semillas, nuez, almendra y jojoba. Además, hace conservas, mermeladas y deshidratados a base de frutas de temporada.
La usuaria del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) cuenta que todo este trabajo “es parte de la crianza familiar de mis padres, que se dedicaban al cultivo estacional de frutales y hortalizas, y fue eso lo que me llevó a experimentar en la agricultura y a producir, en primera instancia, el apreciado aceite de oliva. Hoy estoy incentivando a mis hijos para que también emprendan en el campo”.
En su parcela, ubicada en la localidad de Manquehuea, Lucinda posee una sala de ventas donde además desarrolla turismo rural, ofreciendo a quienes visitan su predio la posibilidad de conocer los procesos de elaboración de su variada gama de productos y aprovechar de recorrer su oasis de frutales que son el origen de todo su quehacer y los cuales cuida con un manejo amigable con el medioambiente.
Algo que valora Lucinda es la posibilidad que tiene de mostrar su labor en el Mercado Campesino que INDAP realiza todos los viernes, de 9 a 14 horas, en la Plaza de Armas de Combarbalá, una instancia de comercialización que le ha permitido aumentar sus clientes y darse a conocer a un mayor número de personas.
Junto a la citada iniciativa, dice que el apoyo del servicio del agro “ha sido de gran ayuda para crecer de forma más sustentable y sostenible, y valoro mucho la asesoría y los proyectos que me han otorgado y que han logrado hacer más eficiente mis procesos productivos”.
El director regional de INDAP, Víctor Illanes, destaca la labor de Lucinda y resalta que “queremos seguir siendo un aliado para la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, porque es satisfactorio escuchar testimonios como el de esta productora, a quien le hemos brindado apoyos para optimizar su riego y maquinarias que le han permitido reducir el tiempo y el esfuerzo en sus labores. También recibe asesoría mediante el Programa Agropecuario para el Desarrollo Integral de los Pequeños Productores Campesinos del Secano (PADIS), que ejecutamos con el municipio de Combarbalá”.
“Es importante que la comunidad conozca la historia que hay detrás de los productos de la señora Lucinda, quien con esfuerzo ha posicionado su trabajo en la retina de los habitantes de Combarbalá. Nos pone contentos saber que el apoyo que ha recibido de INDAP ha sido fundamental para lograr sus anhelos productivos, que le han permitido mejorar la calidad de vida de su familia”, sostiene el seremi de Agricultura, Christian Álvarez.
Lucinda cierra su relato reflexionando sobre lo clave que son las mujeres rurales para la seguridad y soberanía alimentaria de Chile: “Siento orgullo de ser una de ellas y de representar a la cultura campesina, con la idea de continuar innovando y seguir produciendo de forma sustentable”.
Quienes deseen comprar alguno de los productos de Lucinda Varas pueden contactarla en el celular +56 9 7475 6777.