Programa Frutales de Aysén: Innovación productiva al servicio de la Agricultura Familiar
Autor: Indap
Aysén
El cambio climático llegó para quedarse y Aysén no es la excepción. Hoy es común observar en esta región patagónica lluvias intensas y esporádicas, como las ocurridas recientemente, y olas de calor en el verano. A nivel nacional, la suma y resta arroja un marcado déficit hídrico.
Para enfrentar este escenario, el Ministerio de Agricultura ha implementado diversos modelos de intervención en el sector campesino, siendo el uso eficiente del recurso hídrico uno de los ejes principales. Sin embargo, esta situación climática ha generado diversos efectos, en el que los productores han debido incorporar desde nuevos procesos hasta nuevos cultivos, pasando por sistemas de riego más eficientes.
Es así como el cambio climático se ha convertido, para algunos, en una evidente oportunidad. En Aysén no es raro ver que agricultores que históricamente se dedicaban a la producción de lechugas hoy estén incursionando en cultivos como arándanos, castaños, murtillas e incluso vides, especies con mejor rendimiento en Aysén, Coyhaique y Puerto Ibáñez.
Como una manera de proyectar la economía familiar campesina de Aysén, INDAP implementó en 2018, con recursos del GORE y un centenar de usuarios, el programa “Fomento al Desarrollo Frutícola de la Agricultura Familiar Campesina”, que mediante capacitaciones, días de campo, asesorías e inversiones, ha incorporado a los agricultores de manera exitosa en este rubro, como alternativa conexa a sus actividades tradicionales.
Muestra de esto es el innovador proyecto de Yessy Vargas, productora de la comuna de Río Ibáñez, quien con apoyo de INDAP implementó, en noviembre del año pasado, 2.400 metros cuadrados con uvas de la cepa Pinot Noir, incorporando incipientemente a la región al rubro vitivinícola.
Otro objetivo del Programa Frutales, cuya inversión inicial es de $658.350.000, ha sido socializar las competencias necesarias para que los integrantes de la Agricultura Familiar Campesina y los profesionales del Prodesal conozcan y manejen las variables agronómicas que condicionan los resultados del rubro frutícola, tanto a nivel de huerto como en procesos de agregación de valor. También se ha facilitado la articulación con otros programas de fomento que busquen mejorar la competitividad, el uso sustentable de recursos naturales y el acceso a mercados.
“En términos concretos, se ha logrado acercar incentivos para que los usuarios logren ejecutar proyectos de inversión frutícola, incrementando superficies y modernizando procesos. Lo que queremos es que vean una oportunidad en este rubro y que la fruticultura logre transformarse en una alternativa económica para buena parte del territorio”, dijo Patricio Urrutia, director de INDAP Aysén. Añadió que se acaba de cerrar el quinto concurso del programa, con 21 proyectos que sumarán nuevos cultivos en la primavera.
Durante la actual crisis sanitaria por Covid-19 los profesionales del programa han continuado trabajando y en contacto con los agricultores. Eduardo Torres y Florencia Benítez cuentan que “de apoco estamos retomando las salidas a terreno en Coyhaique, respetando las medidas de seguridad que aconseja la autoridad sanitaria. Además, estamos organizando el sexto Día de Campo, que adaptaremos al contexto de pandemia, restringiendo el número de participantes y transmitiéndolo vía redes sociales”.
Torres y Ramírez también aprovecharon de entregar una serie de recomendaciones en materia de mantención de frutales:
1.- Es preciso considerar los fuertes vientos, lluvias y heladas que se dan transversalmente en la región, por lo cual es importante proteger cultivos como frutillas, frambuesas y arándanos.
2.- Las podas son recomendables durante el período junio-julio, cuando las plantas entran en su receso invernal y botan sus hojas.
3.- Los trasplantes es mejor realizarlos en invierno. Es posible podar y luego trasplantar en caso de que fuese necesario.
4.- Para los frutales mayores como cerezos, manzanos, perales y membrilleros se aconseja la aplicación de cobre (oxicloruro de cobre, hidróxido de cobre, etc.) para evitar la entrada de hongos y enfermedades que aprovechan la herida natural que deja la caída de la hoja.
5.- En el caso de las frutillas es importante ver si hay presencia de arañitas en el revés de la hoja (se ven con lupa y son rojitas) En caso de existir, controlarlas de manera natural o química antes de que la planta entre en receso invernal, de modo de disminuir la presión de la plaga para la siguiente temporada.