Pese a la megasequía, Daniel Aracena no deja de producir limones en la comuna de Ovalle
Autor: Indap
Coquimbo
Daniel Aracena vivió 29 años en Quillota, desde 1975 hasta 2004. Tenía una botillería que le dejaba buenas utilidades, pero hubo un hecho que lo marcó y lo hizo dar un giro radical a su vida: Sufrió un asalto. “Me iba bien y tenía bastante público, pero me di cuenta de que no podía seguir viviendo así. Ya había sido víctima de unos 10 robos y era mucha la incertidumbre. En cualquier momento podía volver a pasar y ser peor”.
Fue así como decidió dejar su negocio para radicarse en el sector Rincón de la Calera, ubicado en la Comunidad Agrícola la Calera, comuna de Ovalle: “Estuve viviendo acá hasta los 15 años y ya había pensado venirme, claro que más adelante, cuando jubilara. Pero tras lo sucedido decidí adelantar los planes, para vivir en un lugar más tranquilo. Me vine solo, mi esposa sigue en Quillota junto a dos hijos, mientras que mi hija está en España. Sigo en permanente contacto con ellos”.
Antes de llegar a esta zona ya tenía un propósito en mente: dedicarse a la agricultura. “Probé varios cultivos, como las paltas, pero al final opté por los limones, porque están en producción todo el año y eso me permite tener para vender siempre, principalmente en las ferias de Ovalle”, cuenta.
Aracena tiene 60 años y lleva 15 de ellos establecido en Rincón de la Calera, donde no todo ha sido fácil. “Actualmente es más complicado desarrollar la agricultura a causa de la sequía. Es cosa de ver el paisaje, se ven pocas partes verdes”, dice. Sin embargo, indica que “al menos hay sol casi todo el día, lo que es muy beneficioso para los limones”.
En este camino -cuenta- ha tenido el apoyo fundamental de INDAP: “Gracias a la institución cuento con una obra de riego y otra enfocada a recuperar los suelos degradados, además de la asesoría del programa Prodesal. Esto me ha permitido surgir, algo que de otro modo no podría haber hecho, debido a las complicaciones propias de la falta de agua que existe en la región”.
El apoyo de INDAP
La escasez hídrica es la principal y más severa complicación con la que ha tenido que lidiar durante más de 10 años la pequeña agricultura de la Región de Coquimbo, afirma el director regional (S) de INDAP, Cristian Marín. “Estamos enfocados en que nuestros usuarios cuenten con herramientas sostenibles, más allá de la emergencia, para enfrentar la situación. El trabajo realizado con Daniel es lo que queremos masificar. En concreto, lo hemos apoyado con un plan de manejo del Programa de Suelos, consistente en una microterraza que le permite regular los flujos hídricos en ladera para la infiltración de agua y retención de sedimentos. A ello se suma un revestimiento de estanque, para evitar la pérdida de agua”.
El seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, dice que Aracena “es un ejemplo de que con esfuerzo y dedicación se pueden sortear los obstáculos que presenta el mundo rural. Queremos que nuestros agricultores sigan desarrollando sus labores y que vean siempre al Ministerio de Agricultura como un aliado, en quien pueden confiar para desarrollar sus producciones”.
Recorriendo su predio, Aracena reflexiona sobre la decisión que tomó en 2004. “Es lo mejor que he hecho. Me gusta la agricultura y pese a todas las adversidades por las que uno debe pasar, quiero estar el resto de mi vida acá, ver crecer mis arbolitos. Esto es lo mío, mi lugar”, sentencia.